Por: Julio Zuñiga.

El Gran Teatro Nacional albergó, por un momento, quizás memorables momentos de alegría y reconocimiento a hombres e instituciones que trabajan bajo el llamado de la patria para un mañana mejor, para que los hijos venideros puedan tener pilares firmes donde apoyarse e inspirarse y seguir mejorando día a día en pro del país.

El INICIO
Eran siete de la noche cuando hombres y mujeres distinguidos en el ámbito de la cultura del país tuvieron una cita galante en las suaves butacas; entonces la sirena, por tercera vez hiso su llamado, mientras jurados, autoridades y los galardonados ingresaban, la moderadora con una voz amena y clara anunció “damos inicio a la ceremonia del Premio Nacional de Cultura”. En los dos sillones ricamente tallados en madera al estilo barroco colonial, ubicados a la derecha del escenario tomaron asiento uno al lado del otro, Diana Álvarez-Calderón, ministra de Cultura y Héctor Reyes Cruz, presidente del directorio de Petróleos del Perú-“Petroperú”. En el lado opuesto del escenario, hicieron lo mismo los tres ganadores del premio: Los escritores Rodolfo Hinostroza Clausen, Jorge Edgardo Rivera Martínez y la Asociación Contisuyo. Más a la izquierda, en casi una docena de sillas, los jurados, hombres y mujeres que llevaron a cabo la difícil tarea de elegir a los ganadores, entre ellos importantes personalidades como Beatriz Merino y Mihaela Radulescu entre otros.
PALABRAS DE BIENVENIDA Y BUENAS PRÁCTICAS INSTITUCIONALES
Minutos después de iniciado la ceremonia tomó la palabra Héctor Reyes Cruz, para dar las palabras de bienvenida, donde vertió algunos halagos a los premiados, “los hombres que profesan las humanidades nos hacen reflexionar de una manera más profunda sobre nuestra realidad”. Prosiguiendo con el estricto guion de la ceremonia se invitó al podio central a Inés del Águila para que hiciera la presentación pública a la Asociación Contisuyo; del cual dijo: “ganador de la categoría 'Buenas prácticas institucionales', es un importante centro cultural de Moquegua. Aquí se realizan investigaciones, conservación y difusión del patrimonio arqueológico y cultural”. Mencionaron importantes datos que enaltecen a esta institución. Desde 1994, año de su fundación, el Museo Contisuyo tiene un área de colecciones encargada de la documentación, conservación y restauración del material arqueológico que ingresa a esta institución. En la actualidad cuenta con 130 mil piezas de cerámica, material textil, lítico, orgánico y de metal que se remontan hasta 10 mil años de antigüedad y otras piezas que dan evidencia de la historia local y nacional hasta la actualidad destacándose la presencia del periodo inca. No está demás citar algunos datos como parte de sus actividades, en el cual incluyen charlas de concientización; visitas guiadas a proyectos de investigación arqueológica; labores de conservación, salvaguarda y protección de monumentos, todo esto en beneficio de la cultura, al mismo tiempo una constante alimentación cultural a los ciudadanos de Moquegua.
cREATIVIDAD
Una vez finalizado la ceremonia de presentación, el evento continuo con más aplausos acalorados porque el siguiente ganador, cuya presentación hizo Mihaela Radulescu, investigadora artística y docente en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde vertió las siguientes palabras: “En la categoría Creatividad es Jorge Edgardo Rivera Martínez (Jauja 1933), autor de País de Jauja, una novela fundamental en la literatura peruana, que reinserta el mundo andino en la cultura universal por medio de la historia del adolescente Claudio Alaya durante sus vacaciones en Jauja. Gracias a este libro, Rivera Martínez fue finalista en el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos de 1993”. Pero Rivera Martínez, cuenta con más obras como el cuento Ángel de Ocongate ganador, en 1982, del Concurso Nacional de Cuento de la revista Caretas, prueba clara de que este autor jaujino domina la narrativa en sus dos subgéneros. También cuenta con producciones como el Libro del amor y las profecías (1999) y Ciudad de fuego (2000), entre otras. La crítica ha señalado que su narrativa revela un mundo andino, pero en diálogo permanente con Occidente; por el lado académico cuenta con ensayos y libros de investigaciones, sobre todo de viajeros en el Perú. También cuentan sus años de cátedra universitaria en la UNMSM.
TRAYECTORIA
Nuestro tercer y último ganador fue presentado por Beatriz Merino quien señaló: “Que el ganador en la categoría Trayectoria es Rodolfo Hinostroza Clausen (Lima 1941), es uno de los más destacados poetas hispanoamericanos de la década de los 60”. Considerado como uno de los poetas renovadores del lenguaje en la poesía peruana. Con libros capitales como El consejero del Lobo (1965) y Contra natura (1971), el poeta marcó una ruta en la escritura de la poesía en el Perú. Hinostroza también alcanzó distinciones internacionales como el Premio Maldoror de Poesía (Barcelona, 1972) y también el primer Premio Juan Rulfo de Cuento (París, 1987).
CIERRE DE LA CEREMONIA
Una hora después de iniciado la ceremonia, el teatro y los asistentes nos endulzamos con adjetivos y alcances pertinentes vertidos en nombre de los ganadores, cuando el guion dictó el cierre de la ceremonia para lo cual la ministra Diana Álvarez-Calderón toma lugar en el podio central, desde el cual ante un emocionado aplauso total mencionó; la destacada labor del jurado calificador, integrado por Beatriz Merino, Mihaela Radulescu, Inés del Águila, Jaime Bedoya, Hildebrando Pérez, entre otros. Asimismo señaló acertadamente que “Es difícil que la deuda del Estado peruano con sus artistas e intelectuales sea saldada de un momento a otro, pero estamos convencidos que acciones como esta afianzan las políticas públicas en esa dirección”. Y por último Álvarez Calderón invitó a los ganadores de las categorías Creatividad y Trayectoria, a integrar la comitiva peruana de la Feria Internacional del Libro de Bogotá a inicios de mayo de 2014; como también una invitación a su despacho personal a los representantes de la Asociación Contisuyo para tratar la posible financiación de un nuevo local que proyectan construir en Moquegua.  
EL FINAL
Entonces había terminado las palabras de las autoridades pero faltaba la “foto oficial” para lo cual, la moderadora invitó amablemente que posaran en el centro del escenario todos los que estaban en ella; después de unos segundos escuchamos la invitación a degustar los bocaditos que los bien uniformados chefs hacían esperar en la salida del teatro. Esta crónica tiene que terminar por aquí porque contar sobre los bocaditos puede provocar antojos indebidos del cual no estamos dispuestos a responsabilizarnos.