Por: Patricia Delgado Páez.
A pocos días del final de la actual gestión de la Municipalidad de Lima, Pedro Pablo Alayza, Gerente de Cultura de la Municipalidad Metropolitana de Lima, nos cuenta cómo se ha desarrollado la gestión durante estos 4 años, cuáles han sido los resultados y qué le ha brindado esta experiencia como gestor cultural.
Cabe destacar que Pedro Pablo Alayza estudió Artes en la Pontificia Universidad Católica del Perú y antes de haber sido Gerente de Cultura enseñaba Historia del Arte y Arqueología en la Escuela Académico Profesional de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos como profesor nombrado manifestando de manera entusiasta que regresará a las aulas el próximo semestre en la Decana de América.
- ¿Qué nos deja su gestión como política cultural? ¿Qué documentos plasman esos resultados?
El documento mayor es la Memoria que muestra los últimos cuatro años de trabajo en la Municipalidad de Lima. En este documento están resumidas todas las acciones que se han tomado en estos años; las estadísticas generales del público que ha sido atendido, que ha participado en las actividades; las diferentes herramientas de gestión que se han desarrollado aquí como ordenanzas, una serie de documentaciones y proyectos que se han implementado en estos cuatro años.
Las cosas más resaltantes es, primero, la creación de la Gerencia de Cultura y de las tres subgerencias; la ordenanza de Cultura Viva Comunitaria, que hace que el programa tenga un perspectiva de vida prolongada; el Fidecomiso de Cultura, para manejo del teatro municipal; como grandes herramientas de gestión: la deprecatoria de Lima Milenaria Ciudad de Culturas, y así hay varios documentos que se han plasmado y han sido publicados y, se han ejecutado.
- Coméntenos sobre los resultados de los programas cultura viva, Lima milenaria, y la Noche de los Museos. ¿Cuánto se ha invertido en ellos?
- En los últimos cuatro años hemos invertido alrededor de cincuenta millones de soles (S/. 50 000 000). Cuando comenzamos, el promedio de la inversión de la antigua subgerencia de cultura llegaba a los más o menos dos o tres millones por año (S/. 2 000 000 o S/. 3 000 000). En el año que nos tocó trabajar aquí a nosotros, llegamos a los alrededores de seis o siete millones de soles (S/. 6 000 000 o S/. 7 000 000) y luego eso se duplicó al año siguiente y se quedó más o menos en ese rango alrededor de los 15 millones al año (S/. 15 000 000) que es lo que se ha invertido en el área de cultura de la Gerencia de Cultura de la Municipalidad de Lima.
- ¿Ha sido dificultoso conseguir esta financiación?
- Toda ampliación presupuestal requiere de una justificación. Lo difícil siempre es preparar los proyectos adecuadamente, que estén sustentados en sus presupuestos y también en una perspectiva de beneficiarios, es decir, cuánta gente va a asistir. Todo eso se debe hacer con paciencia y eso ha permitido que nos hayan facilitado más posibilidades económicas para la Gerencia de Cultura.
- ¿Cómo ha respondido el público ante estos programas culturales mucho más inclusivos?
- Un programa que es bien gráfico es la Noche de los Museos. La primera noche de los museos asistieron 3 mil personas y en la penúltima noche asistieron casi 40 mil personas. Eso hace que cuando hay una política sostenida de trabajo la gente asista más.
- ¿Cómo se los ha incentivado a participar de ellos?
Es una confluencia de factores. En primer lugar, cuando una persona comienza una actividad de ese tipo cultural, algo que no se haya hecho antes, el público va donde le parece que le va a ir bien, el público no va a cualquier sitio, cualquier hora, cualquier día, no nos sigue cualquier persona en la ciudad a cualquier actividad. Siendo así, había que demostrar que valía la pena que se haga esta actividad y que el público asistente salía satisfecho de ella. Al suceder eso en la Noche de los Museos, no solo se multiplicó los museos participantes, sino que, también se multiplicó por más del doble el número de gente que participó.
Entonces esos tres factores: la calidad del producto, la satisfacción de los asistentes y la cobertura de medios hicieron que esto creciera exponencialmente cada vez. Es un conjunto de actividades, no es solamente un hecho aislado. No hay una varita mágica para que un evento cultural funcione solo.
- ¿Qué ha significado el reconocimiento de Lima como Plaza Mayor de la Cultura Iberoamericana 2014 para nuestra ciudad?
- Ha sido un reconocimiento muy importante e interesante porque este tipo de declaraciones internacionales no tienen en realidad un presupuesto, un valor real, ya depende de quién reciba ese título de que explote y sea una oportunidad para que diferentes actores de la ciudad sientan que es el momento de hacer actividades culturales. También le da visibilidad a actividades nuestras. Además hay también el tema de que se vuelve una atracción a nivel mundial o a nivel iberoamericano según el caso de la nomenclatura que tengamos.
- ¿Cómo se ha empezado a quebrar las barreras del Espacio público?
- Irrumpiendo en el espacio público. El espacio público hay que tomarlo, no se puede dejar abandonado. La frase es simple: Una plaza vacía es insegura, una plaza llena es segura. Si uno ve un terreno baldío, un parque abandonado la gente tiene miedo de atravesarlo. Cuando la gente asiste a las actividades y asiste donde está la agente. Hemos potenciado el espacio público al máximo en cierto casos, como en Lima Vive Rock, un festival de rock gratuito, ha ido muchísima gente, los eventos que se han hecho en otras zonas de Lima en Cultura Viva Comunitaria también ha tenido mucha acogida. Por el lado de la municipalidad también se ha invertido en restauración de plazuelas, plazas, se ha habilitado el corredor Ica-Ucayali que es peatonal. Se ha dignificado el espacio público y eso automáticamente la gente lo siente.
- ¿Cuál es la relación con el Estado y el Ministerio de Cultura?
- Es muy difícil administrar los bienes del Estado. Es difícil desarrollar ciertos proyectos, no porque no sea posible sino porque el Estado tiene sus normas y ciertas restricciones que hacen que sea complejo una operación. Al comienzo es difícil porque no tenemos tiempo pero luego a partir del segundo año se preparaba todo con mucha anticipación, se mandaban los planes de trabajo, estratégicos y todo salía mejor. Con el Ministerio de Cultura hemos firmado un convenio de cooperación, hemos hecho restauración de monumentos arqueológicos y hemos participado en festivales.
- ¿Cómo ve su futuro próximo en el campo cultural? ¿Participaría en alguna otra actividad política?
Voy a descansar un poco (risas). Yo me voy muy contento y satisfecho porque hemos avanzado en las áreas de gestión pública con lo que se ha ido implementado aquí. Contamos con profesionales de gestión cultural, un equipo joven con mucho entusiasmo y muy profesional. La experiencia de gobierno que hemos tenido acá es como haber hecho un gran postgrado en cualquier otra parte del grupo. Lo que hemos hecho acá nos ha permitido tener una visión mucho mayor.
Toda acción profesional es inclusive política. Yo no soy una persona de partido. Soy un especialista en lo que hago, me comprometo con ciertas cosas que me interesan más que otras y yo he encontrado en el trabajo de Susana Villarán una inspiración para trabajar con ella porque ha tenido una visión que desde el comienzo fue muy clara en relación con la utilidad, la vigencia y la necesidad de una gestión de cultura en la ciudad de Lima.
- ¿Cómo ve el resultado de la gestión desde su visión profesional?
- Creo que ha sido un éxito. Yo creo que lo que hemos hecho ha sido un momento que espero se repita. Puedo decir que ha sido una primavera cultural para Lima. Yo trabajo en eso más de 30 años sé lo que se ha hecho en Lima en cultura desde el lado público y no recuerdo nada similar.
- Finalmente, ¿Cómo hacer para que el avance en el sector cultural se extienda en la siguiente gestión municipal y no sea desmantelado o detenido? ¿Cree que la ciudadanía defenderá el acceso a la cultura?
- Lo que la ciudadanía haga es un tema de ciudadanía. Yo supongo que como es natural que defienda lo que le conviene como siempre y haga lo que tenga que hacer para que lo útil o bueno que hemos hecho sea defendido por el ciudadano. Lo que hemos hecho es algo más complejo que hacer eventos. Hemos creado una estructura administrativa, no es tan sencillo desmontarla tan fácilmente. Eso es un tema político y de visión. Si las nuevas autoridades deciden que hagamos menos teatro o más visitas a huacas o menos cultura viva depende un poco de ellos, la sociedad civil, medios de prensa y beneficiarios. Creo que la gente sí está satisfecha con lo que hemos hecho y para mi es suficiente. Que siga o no ya no depende de nosotros.