Por: Abraham Rojas.

El pasado jueves 29 de mayo se llevó a cabo la presentación del tercer número de la revista Fabulador, publicación dedicada a la Literatura Infantil y Juvenil, en el auditorio principal de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El evento tuvo como ponentes a la coordinadora del Integrado de Letras, Rosa Carbonel Apolo; al profesor de la Escuela de Literatura, Elías Rengifo; y al profesor de la Facultad de Educación, Miguel Inga Arias. Los comentarios estuvieron a cargo de Miguel Carhuaricra, miembro fundador de dicha revista. 

La primera exposición fue de la profesora Rosa Carbonel, quien saludó la propuesta de la revista en beneficio del debate educativo, el cual plantea acercar la lectura a los más pequeños. Más aún por tratarse de tres jóvenes estudiantes de Literatura que siguen llevando por buen camino este proyecto sobre la necesidad del quehacer literario como ente formador. Recalcó que “[…] la primera difusora de la lectura debe ser la familia y luego la escuela”, además de la importancia de la lectura como “generadora de sensibilidades”. “Se debe dar importancia a la escolaridad. En general, la escuela pública tiene muchas deficiencias”, subrayó. Por otro lado, Carbonel mencionó el escaso hábito de lectura que poseen los jóvenes actualmente y las consecuencias que esto acarrea: “Tienen problemas de comprensión y redacción. Hay un gran problema que se arrastra hasta incluso la etapa universitaria”. Luego finalizó dedicando los mejores deseos al grupo Fabulador: “Espero que todos valoren esta iniciativa para los docentes, creadores y más aún para los pequeños lectores”.

Luego, quien tomó la palabra, fue el profesor Miguel Inga. Se enfocó sobre cómo se debe abordar el texto literario en la escuela. “Primero hay que promover un gusto por la literatura y de ahí usar herramientas cognitivas para decir mucho más de lo que está ahí”, sentenció. Ante el público asistente, enfatizó sobre el logro de la revista sanmarquina. “[…] la pedagogía del conocimiento o pedagogía cognitiva, este número reflexiona con mucha claridad y atractivo” dijo animoso. El ponente coincidió con la profesora Carbonel sobre la problemática de la lectura. “Actualmente los jóvenes leen más pero el problema es qué leen y cómo leen. El docente (ante los niños y jóvenes) debe partir desde sus curiosidades y proponer textos continuos”, manifestó. Por último, hizo un llamado a la crítica literaria: “La crítica no debe ser solo hermenéutica sino también formadora.”

Quien concluyó la presentación de la revista Fabulador fue el profesor Elías Rengifo. El profesor de la Escuela de Literatura recordó a los presentes que este proyecto nació en las aulas de la Facultad de Letras, específicamente en el Taller de Editorial, quien actualmente lo dicta el profesor Mauro Mamani. Sus fundadores son los alumnos de Literatura, Jhoana Herrera Fabián, Karen Huachaca Avendaño, y Miguel Carhuaricra. A estos tres estudiantes les unió la necesidad por promover aún más la pedagogía y la literatura como espacio de diálogo y formador de sensibilidades en los niños.

La revista Fabulador tiene como público objetivo a los docentes, creadores e investigadores inmersos en una educación humanística y preocupada por la lectura desde temprana edad. Sobre el contenido, el profesor manifestó que los artículos de estudio de Fabulador “[…] destacan el rol del maestro y la enseñanza de lo literario” y que no debemos subestimar al niño que “[…] no es una tabula rasa pero tampoco son seres formados del todo”. “Todos empezamos desde pequeños leyendo fábulas, escuchando canciones, relatos […] no debemos perder ese hábito”, sentenció. Para finalizar, Rengifo abordó sobre la creación literaria (poemas, cuentos) y que no se debe menospreciar estos textos solo por estar dirigidos a un público infantil. “Como decía Borges, la sencillez es elogiable, lo más difícil es escribir sencillo”, acotó.

Al concluir la presentación, los asistentes pudieron adquirir ejemplares de la revista, desde el primer número hasta el actual, a precio módico.