Por: Abraham Rojas.

En estas fechas navideñas las calles del Centro de Lima se ven atestadas de transeúntes y familias enteras que van en buscan del regalo ideal y de los coloridos adornos propios de la festividad. Sin embargo, no puede faltar el más importante de ellos: el Nacimiento del niño Jesús, representación icónica por excelencia de la tradición católica. Es por ello que la Municipalidad de Lima, a través de la Gerencia de Cultura, y el Instituto Cultural Teatral Social -ICTYS presentan la exposición del XI Concurso Nacional de Nacimientos 2015 “Navidad es Jesús” conformada por 25 nacimientos hechos por artistas plásticos, artesanos de distintas regiones del país como Puno, Cusco, Arequipa, Piura, Andahuaylas que tienen como espacio la Casa de las Trece Puertas.

Esta muestra es una buena oportunidad para visitar y apreciar las distintas obras que, en un armonioso sincretismo, mezclan la cultura andina y occidental a través de formas variadas como la cerámica y el mate burilado. 

Como sabemos, la costumbre de construir nacimientos durante las fiestas de Navidad, también llamado belenismo, ha estado muy arraigada desde hace siglos por el cristianismo. La primera celebración navideña en la que se montó un belén para la conmemoración del nacimiento de Jesucristo fue en la Nochebuena de 1223, realizado por San Francisco de Asís, en una cueva próxima a la ermita de Greccio (Italia). La escena del nacimiento de Cristo no fue representada con figuritas y miniaturas de objetos cotidianos, como hacemos actualmente, ni con personas, aunque para la ocasión San Francisco sí utilizó animales. Recién, a partir del siglo XV se generalizó la costumbre del belén. En 1465, en el Renacimiento, se fundó en París la primera empresa fabricante de figuras de belén.

En el caso de América, a partir del siglo XVIII, durante el reinado Carlos VII, se difundió la práctica de elaborar nacimientos. En nuestro país, fueron los franciscanos quienes utilizaron los belenes para evangelizar a los indígenas y difundir la doctrina católica. No obstante, los artesanos indígenas reelaboraron y adaptaron estos nacimientos a su contexto local dotándolos de un paisaje y una fauna americana pero que recuerdan el carácter rural de la escena. Además, esta región del planeta se encuentra en verano por lo que el clima y los productos agrícolas sudamericanos son muy diferentes a los europeos y palestinos.

Uno de los nacimientos que plasman ese sincretismo entre lo occidental y lo andino es la obra de William Ramírez Nolasco, “Pacha Kuyusek. El salvador de los temblores”. El autor, proveniente de la región de Ayacucho, nos presenta un nacimiento en colores ocres en la cual se observa a la Sagrada Familia en el pesebre. Detrás de ella una iglesia típica de la serranía con sus dos relojes, encima de ella el ángel de Belén, y a los costados las casas con sus tejados.

Lo más resaltante del nacimiento es que en la parte inferior se observa la representación de la cabeza emergente del dios de Pachacamac, el dios de los temblores de la cosmovisión andina. Y, esparcidos sobre la tierra, varios pobladores del lugar tirados afectados por el movimiento telúrico del dios. Cabe recordar que la imagen del Señor de los milagros está asociada con este dios andino.

Otro nacimiento destacable, muy creativo y de forma no convencional es “Virgen en espera del niño Jesús” del autor ayacuchano Cristian Sánchez Aparicio. Esta obra de una sola pieza y de gran dimensión representa dos momentos del relato bíblico. La pieza de cerámica completa de colores ocres representa a la Virgen María en la dulce espera con atavíos propios del lugar. En la parte inferior, en las faldas de la Virgen, dentro de una abertura se encuentra el Nacimiento de Belén con todos sus personajes representados. En el interior es notable el detalle de las estrellas en el cielo azul oscuro.

El nacimiento “Warma Kusichicuq” de la autora Nicolaza Ataucusi de Ataucusi nos representa un retablo ayacuchano de un solo piso en el cual se representa el nacimiento con lujo de detalles en su escenificación. El detalle de las puertas y en la parte superior del retablo destaca la flora de la región simbolizando la fertilidad. El interior es rico en representaciones de la imaginería andina. El dios Inti (Sol) y la Mama Quilla (Luna) en los extremos superiores y en el medio el Espíritu Santo derramando bendiciones en un cielo colmado de flores de todos los colores.

Mención aparte merece el nacimiento propiamente dicho donde se puede reconocer distintos personajes del mundo andino como del mundo occidental. San José vestido de ilustre español y la Virgen María de noble indígena tomando en brazos al niño Jesús. Luego tenemos a los personajes secundarios que ofrendan regalos. Una limeña con vestido de la época colonial, una ñusta ofreciendo mantos incaicos, un inca sosteniendo el vaso ceremonial Quero, y un trovador español empuñando la guitarra. Tal representación suntuosa y recargada nos demuestra la mezcla de ambas culturas.

Finalmente, no podemos dejar de reconocer a la ganadora del primer puesto del concurso Roxana Curo Manyavilca con su obra “Cusicuy Punchau (Día de la Alegría)”. Esta imaginería representa al nacimiento solamente con sus personajes principales. Un hombre y una mujer de los andes. Y en los brazos, el niño Jesús arropado en frazadas blancas de lana. Es altamente destacable el detalle de rostros, cuerpo y ropajes en la que la autora ha trabajado con esmero. Nos contagia de alegría las expresiones de júbilo de los padres del Niño Jesús al contemplar al recién nacido.

Tómese un respiro en estas agitadas fechas y dese una vuelta por la Casa de las Trece Puertas. Admirar el talento de nuestros artesanos peruanos y la sensibilidad que transmiten a través de sus obras nos llena goce estético, paz y reflexión. Recuerde que el verdadero significado de la Navidad es el nacimiento del Mesías, en el cual no deja como enseñanza el amar y compartir unos a otros.

La muestra puede ser apreciada en:

Casa de las Trece Puertas

Lugar: Esquina de Jr. Lampa y Jr. Áncash, Centro Histórico de Lima.

Horario: de lunes a sábados de 10:00 a.m. a 6:00 p.m.

Hasta el 6 de enero del 2016.

Ingreso Libre.