Por: Rosa Ramirez. 

En las salas del ICPNA de Miraflores se presenta la retrospectiva de la artista peruana Rosi Schwartzman, el cual incluye trabajos de 1978 a 2015. Su trayectoria artística tuvo varias etapas, siempre cambiante dependiendo del contexto y de su proceso de aprendizaje a lo largo su carrera. En esta exposición el curador Augusto del Valle selecciona las pinturas en etapas, de manera cronológica y temática.

La primera etapa transcurre a finales de la década del 70, su pintura asume un espacio urbano idealizado con predominio de formas geométricas en el paisaje. La segunda etapa denominada Aura fría en interiores y exteriores urbano, para inicios de la década de los 80 se caracteriza por un cariz frío que se manifiesta en los personajes de las pinturas; el curador comenta acerca de ello: “Los paisajes casi de fantasía, nos ofrecen algún elemento onírico puesto que la persona se distingue claramente por el color de su entorno”.

La tercera etapa hacia finales de la década de los 90 se denomina Ciudad y soledad en donde la artista explora sobre la soledad, entre el hombre y su paisaje urbano. Su viaje a China hacia 1993 es denominado China y el paisaje de la imaginación, esta etapa está marcada por el detalle de flores orientales y su protagonismo, finalmente su última producción se denomina Piel vegetal, la cual es una composición que pierde la predominancia por lo geométrico para conectarse con su etapa anterior en la que destaca la flor, las hojas y el tallo de manera que se exalta el virtuosismo de gamas de color.

Su obra ha transcurrido entre los paisajes urbanos de las ciudades de Estados Unidos y Lima. El estilo particular de Rosi Schwartzman se va formando desde la década de los 70, y a finales de esta década ingresa al mercado del arte; los rasgos de la cultura y entorno norteamericano, así como los de su ciudad natal, estarán presentes. Rosi Schwartzman siguió una larga formación artística entre la que destaca sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Lima.

Su pintura reflexiva tiene como eje a la propia artista, así, sus cuadros reflexionan sobre la soledad, el silencio de las casas, la ciudad, el paisaje y la naturaleza. La presencia del hombre frente a la ciudad se contrasta una de la otra en sus trabajos, ya que sus personajes aparecen en una gama de grises frente al gran colorido de sus paisajes. Las características técnicas que tiene en sus primeras etapas son los colores planos en bloques, así como el énfasis de la geometría y la línea, muy pensada y analítica. Sin embargo en la actualidad su pintura es mucho más emocional, concentrada en los detalles y en la flora.

El curador menciona al respecto que “Este rechazo de la planitud porta algo nuevo respecto a sus series anteriores, como un ojo capaz de tenerse en cada intersticio que surge, en cada silencio insinuado, en cada evocación”.

La muestra puede ser apreciada:

En la Galería Germán Krüger Espantoso del ICPNA de Miraflores.

Lugar: Av. Angamos Oeste 160, Miraflores.

Horario: de martes a domingos de 11:00 a.m. a 8:00 p.m.

Hasta el 14 de febrero.

Ingreso Libre.