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Alex Ticona: “Periplop es una manera distinta de ver el teatro”

Entrevista al director y actor de la obra “Periplop”.

Publicado: 2016-02-14

Por: Kimberly Acero

Previo al estreno de la obra teatral “Periplop” en el Centro Cultural Ricardo Palma, TVRobles conversó con Alex Ticona, miembro de la compañía La Tropa del Eclipse, que viene rescatando una antigua y olvidada forma de hacer comedia con payasos.

Periplop está inspirada en el aporte artístico de antiguos comediantes, que la agrupación ha tomado como referencia en su preparación teatral, y que les ha servido para que ahora nos muestren el resultado de su innovador aporte al teatro nacional.

La historia que narra Periplop es el velorio de un payaso, en donde concurren sus compañeros de carpa Sasha (Alex Ticona), Boriz (Henry Sotomayor) y Rufo (Diego Ticona) a recordar con dolor y alegría los momentos que vivieron juntos.

Dejemos que sea él mismo Alex quien nos cuente más.


Cuéntanos un poco sobre la técnica que utilizan para hacer teatro.

Bueno, la técnica es básicamente la del payaso clásico. Nosotros lo que estamos haciendo es una recopilación de hace mucho tiempo sobre la idea de las técnicas que se utilizaban antes en el circo; los circos eran antes mucho más grandes que los de ahora y los payasos no podían entrar a hablar o decir algo porque no los escuchaban y entonces lo que hacían básicamente eran números físicos, de física corporal. Y lo que nosotros hacemos es eso, recobrar esa idea de física corporal y también la idea de payaso escénico, y ponerlo en espectáculo. Esa es la idea. Entonces, no se habla, tampoco es mimo, nosotros somos payasos, pero en la línea clásica.  

El payaso clásico tiene más herramientas; porque hacemos música, pero no somos músicos, hacemos algún número de ilusión, pero tampoco somos magos, no hablamos, pero tampoco somos mimos. Es la historia del payaso que se manejaba en los años 30’s y 40’s.

¿Ser payaso clásico es ser un artista completo?
Tener un payaso que maneje música, que maneje malabares y un montón de técnicas hace que cuando esté en el escenario tenga un repertorio para poder mostrar y que la gente lo vea; pero no desde la idea de los números, sino desde la idea de la dramaturgia, por eso teatralizamos al payaso, o sea manejamos un payaso teatral. Algunos dicen que hacemos teatro de payasos.
¿Qué tan difícil es transmitir cosas sin decirlas?
Ya tenemos cierto tiempo en esto, la compañía tiene cerca de 17 años y en este rubro tenemos cerca de 10 o poco más haciendo actos no verbales. La compañía viaja mucho fuera del país, y tenemos público chino, alemán… y no tenemos el problema del idioma porque nosotros no hablamos; por eso, entiende el alemán, el japonés, el inglés. Lo que nos gusta es que nuestro espectáculo trascienda el idioma, que es lo más chévere porque es el idioma universal. Entonces la exigencia es fuerte porque comienzas a decir cada vez menos palabras sobre tu cabeza y de repente la mirada una posición una manera de mirar de ver... ya la gente lo entiende.
Ustedes hacen referencia al trabajo que hacia Chaplin con Charlot, ¿también tienen esa carga social que tenía Chaplin al mostrar la realidad en sus obras?

Yo creo que siempre un espectáculo de payasos de este tipo tiene ese concepto, no hacemos nada más que no sea real, trabajamos sobre una realidad. Nosotros estamos en un velorio, y es un velorio acá y en cualquier lugar, se maneja de diferentes maneras pero un velorio es un velorio, recuerda a la persona con la sensibilidad, la pena, la nostalgia; con la única diferencia que nosotros hacemos de este velorio, un velorio divertido, pero hay penas, hay dolor. Cuando hablamos de Chaplin, hablamos de la capacidad que él tiene para hacernos reír durante toda la película. Los momentos emocionales, como cuando se despide del niño en El Pibe, nos muestra también una cosa muy importante, que este payaso no es un sinónimo de risa sino de emociones, como un navegante de las emociones.  

Mucha gente piensa: Ah! es payaso, hazme reír. Pero el payaso como lo vemos nosotros no es necesariamente eso; también tiene que hacernos reír, tiene que hacernos llorar, tiene que dar pena, tiene que ser nostálgico. Es un mar de emociones que manejamos dentro del espectáculo y que en el espectáculo empiece a tener ese tipo de reacciones con la gente. La gente se sienta a mirar el espectáculo, se entrega a una historia que estamos contando que es una realidad, es un velorio; pero lo que está pasando en el velorio es lo interesante.

Nosotros siempre decimos que cuando hacemos un espectáculo se muestra otra manera de ver el payaso, porque este payaso nada se parece al tradicional. Es recobrar la idea de la gente del payaso, recobrar ese payaso fino, ese payaso blanco que no necesariamente necesita hacer chistes sexuales o dar cachetada para que la gente se ría. Entonces la gente se lleva un espectáculo bonito, poético, lindo, bien producido.

¿Es la primera vez que presentan esta obra en Perú?
Es la primera vez que hacemos una temporada de este espectáculo, ha estado a nivel internacional pero esta vez vamos a hacer una temporada. Hemos hecho acá anteriormente una o dos funciones y la gente se ha enterado, pero es la primera vez que hacemos una temporada.
¿Cómo lo ha recibido la gente?
La gente lo recibe de diferentes formas, hay diferentes reacciones. Cuando termina el espectáculo la gente no sabe si llorar, reírse, aplaudir, pararse e irse a pensar. Porque hay mucha gente que nos ha dicho, por ejemplo: Me hicieron recordar cosas que pasaron en el velorio de mi mamá. Hacemos cosas que no son extrañas en un velorio y la gente participa. Entonces cuando nosotros terminamos agradecemos a la gente haber compartido ese velorio con nosotros, porque además es sentarse y llegar al velorio, no es sentarse a ver un espectáculo. Eso es lo interesante, también porque nosotros no manejamos a la gente como simplemente espectadores sino que la gente se siente como parte del espectáculo. Entonces, esa idea de tener al público y a los actores se rompe totalmente; porque es ver al público como parte del velorio, ellos están llegando al velorio junto con nosotros.
¿Cómo nace la idea de Periplop?
Yo creo que es como poder hacer un homenaje a una serie de maestros que nos han ayudado a nosotros. Nosotros no seríamos nosotros como payasos si no hubiéramos tenido a Chaplin, a Charlie Rivel, a Robin Williams, a Chespirito, a Cantinflas; todos esos personajes que te menciono son payasos que nos han dado justamente ese bagaje de comicidad. Uno no nace siendo payaso porque sí, uno puede nacer teniendo quizá una facilidad para alguna cosa, nosotros como que teníamos la facilidad de ser cómicos y empezamos a investigar a los verdaderos cómicos y a manejar la comicidad. Hemos investigado todos estos payasos y todos ellos nos han dado todas estas herramientas. No es una cuestión de payaso, sino de la vida. Uno es como una gran bola de muchas cosas que te van dando los valores, en cada profesión es lo mismo, nosotros lo que hacemos es recoger todo lo que nos dieron los maestros y ponerlo en escenario, en este espectáculo y a la vez rendirle homenaje.
Entonces, ¿podemos decir que al que están velando es Chaplin, es Cantinflas y todos los otros actores cómicos?
El espectáculo está en memoria de un amigo que es un director de teatro en Colombia, de un grupo colombiano. Él, por ejemplo, fue una persona muy importante dentro el teatro callejero de Colombia y él es una de las personas que está en la foto. Nosotros mantenemos la idea de que él es el de la foto, entonces, es un homenaje a todos, él representa todos. Pero en algún momento del espectáculo, aparecen todos y es el momento más complicado, más dramático; porque hay momentos dramáticos, momentos alegres, la gente se ríe y se ríe.
¿Se dan momentos de improvisación dentro de la obra?
Tanto como improvisación no. Está todo el espectáculo bien marcado, pero como hay participación de la gente, esos son los momentos de improvisación porque uno no sabe cómo va a reaccionar la gente. Ahí es donde nosotros de alguna manera u otra tenemos que improvisar cosillas.
¿Cuál ha sido la motivación para que ustedes empiecen a trabajar como La Tropa del Eclipse?
La Tropa siempre ha buscado una línea de payasos donde encontremos la manera diferente de contar historias, entonces creo que este espectáculo comenzó con esa idea de poder hablar al revés. Nos planteamos la idea y nos dijimos: Podemos hacer una alegoría al amor o a la vida, pero porque los payasos no hacen una alegoría a la muerte. Y también porque tenemos un poema que nos marcó el inicio de este espectáculo, es un poema de Javier Heraud, que es “yo nunca me río de la muerte, simplemente sucede que no tengo miedo de morir entre pájaros y árboles”. Para nosotros, ese poema nos llevó a un primer paso porque justamente es eso, todo el mundo le teme a la muerte. En una ciudad de Estados Unidos, cuando te mueres van tocando Jazz y van cantando y bailando; acá en Ayacucho, cuando llevan a la virgen en el anda la llevan bailando; o la gente que va a los cementerios a tomar con sus seres queridos; yo creo que toda esta historia de ritual de muerte es una idea muy interesante, la idea de la alegría de la muerte que les toca. Nosotros le tocamos al muerto, le tocamos en vivo, le hacemos una canción. Es como eso, encontrarse con ese bagaje de cosas que hace que tú puedas reflejarla en un espectáculo y que la gente entienda que es un velorio, tú llegas y encuentras el velorio, no hay más que decir.
Vengan de la cultura que vengan, van a entender.
Sí, y eso es lo bueno. Dentro del bagaje, en la tropa siempre hemos tenido un público muy internacional, te pongo un ejemplo: un joven que estudiaba en el Colegio Franco Peruano vino a ver uno de nuestros espectáculos y de pronto se trajo a su primo, porque había llegado recién de Francia y no entendía nada castellano; pasó la voz y empezaron a venir colonias de gente de China, de Francia, de Alemania a vernos porque entendían todo. Otro día vinieron cuatro personas de una familia de extranjeros: dos esposos y dos niños, y vinieron 6 veces a vernos porque a los niños les encantaba el espectáculo, ellos nos decían: lo que pasa es que ellos van a todos lados a jugar, y cuando los chicos les hablan no entienden y acá entienden todo; se sentían liberados. Esa es un poco la idea, de liberarse de estar escuchando, acá no escuchas nada, acá miras y es bien chévere.
¿Cómo empezaron a salir de Perú?
Nosotros somos peruanos todos, ahorita en la compañía tenemos a 15 personas. Este espectáculo es de corto formato; hay espectáculos de corto, medio y gran formato. El de mediano formato tiene entre 6 y 7 personas y el de gran formato tiene 12 personas. Entonces dependiendo de eso vamos manejando la idea de las salidas también, nosotros ahorita terminamos acá y nos vamos para Colombia. Desde el año 1999, hace casi 17 años, que vamos saliendo del país hacia afuera. Lo chévere es que cuando sales, de pronto, te ve un productor y te dice: vamos a República Dominicana. Esta idea de trabajo es como decirle a mucha gente: tú trabajas, yo me divierto.
¿Ha tenido mucha acogida a nivel internacional?
A nivel internacional tenemos un rating muy bueno. Felizmente siempre se sorprende la gente con nosotros, porque no es normal ver lo que nosotros hacemos. Encontramos una línea que de alguna manera u otra es interesante y a la gente le gusta, y le gusta porque se divierte, se entretiene, encuentra una historia y sale feliz, con los niños. Este espectáculo no lo ponemos para niños, lo ponemos para jóvenes y adultos, pero no significa que no puedan ir los niños, sino que vayan padres con sus hijos. Que sus hijos les pregunten y que los padres les expliquen. Eso también es chévere porque propiciamos una comunicación. Para adolescentes no hay nada de malo, pero sí creemos que a veces los niños se quedan en una penumbra porque todavía no viven esas cosas.
¿Cómo están viendo a futuro la agrupación?
Nosotros este año tenemos varios proyectos ¡es más!, nosotros hemos empezado el año con todo copado y eso es súper bueno. Tenemos ahorita esta temporada en el Centro Cultural Ricardo Palma, luego nos vamos a Colombia, después regresamos y preparamos la temporada de julio y agosto, vamos a hacer un espectáculo que se llama Gromelot y Periplo, es de gran formato y parece que lo vamos a hacer con carpa de circo. Porque nosotros manejamos todo lo que es circo, lo haremos en Lima. De ahí viajamos, en octubre y noviembre vamos a estar acá en Lima con otro espectáculo que estamos manejando y que por ahora no tiene nombre todavía, pero es un concierto. Todos nosotros en la compañía, todos los payasos, tocan música y en el gran formato la hacemos en vivo. No es que los músicos sean de la agrupación, es que todos somos músicos. Entonces no es que necesitemos una banda como es tradicional, sino que nosotros somos la misma banda, es súper completa la agrupación.
Por último, una invitación para que el público se anime a ir.
Vayan de jueves a domingos a las 8 de la noche en el Centro Cultural Ricardo Palma, Avenida Larco, Miraflores. Vayan porque se van a divertir, van a encontrar un espectáculo muy poético, muy bonito, muy diferente; y como digo, es una manera distinta de ver al payaso.
¡Muchas gracias!
¡Gracias a ti!

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