Por: Abraham Rojas. 

Una noche de homenaje poético y literatura. El pasado viernes, en el auditorio de la Casa de la Literatura, se realizó un emotivo homenaje a una de las voces más importantes de la poesía social de la Generación del 50, Leoncio Bueno, destacado escritor quien a sus 96 años sigue siendo un referente de la lírica contestataria, irónica y afrodescendiente.

Ante un auditorio lleno, el poeta estuvo acompañado de su familia, amigos cercanos e intelectuales de las letras y con un ingreso triunfal Bueno arrancó vivas del público. La ceremonia estuvo presidida por la profesora sanmarquina de Literatura, Milagros Carazas; la directora de la Caslit, Milagros Saldarriaga; y el poeta Renato Sandoval. Al iniciar el acto se proyectó un documental que resumía la vida y obra del escritor trujillano.

Las palabras de reconocimiento y gratitud hacia Bueno empezaron con la participación de la profesora Carazas “Leoncio Bueno es un poeta que no esconde su procedencia. Al contrario, es irreverente y se hace llamar negro” enfatizó. Carazas destacó que esa irreverencia y además la ironía son una constante en su poesía. “Muy pocos poetas se atreverían a escribir poesía de este tipo. O son muy esteticistas o cantan bellamente o de repente son protestantes, protestan pero no lo hace con ese canto de rebuzno que tiene la poesía de Bueno. No es el canto musical, grato, […] sino contestataria, franca, exigente, voz de los marginados, esos obreros, trabajadores del campo, hombres de izquierda, de a pie, de la cárcel. Gracias a Leoncio Bueno a través de su poesía podemos escuchar el canto de estos personajes”, manifestó.

Acto seguido, Milagros Saldarriaga leyó una carta escrita por Arturo Corcuera para Bueno en el cual recordaba su cercana amistad y admiración hacia el vate. “Nació como todo poeta que se estime para alterar el orden, para perturbar la tranquilidad pública”. Luego de rememorar su biografía y su compromiso político, el texto de Corcuera resaltó el aporte de Leoncio Bueno hacia la literatura. “Ha incorporado un nuevo lenguaje, una nueva temática, un nuevo paisaje a la poesía peruana”, sentenciaba la misiva.

Siguió con la disertación Renato Sandoval. “Es un ejemplo ético y vital con la poesía con el quehacer literario, intelectual y con la propia vida”. Sandoval felicitó a la organización que la distinción Premio Casa de la Literatura 2016 se haga en vida y con justicia a un escritor que lo merece. “Su obra es producto del contacto con el campo, con la naturaleza, en el cultivo, en el taller […] pero al mismo tiempo ha sabido trascender su propia vida para calar y compartir sus experiencias y hablar de nosotros mismos. No aceptar el statuos quo que nos aplasta y que él con su inconformidad supo luchar”, destacó Sandoval.

Para consagrar la noche, la Casa de la Literatura entregó una escultura elaborada por el artista Carlos Runcie Tanaka como símbolo de gratitud y premio a Leoncio Bueno por su trayectoria e intensa sensibilidad lírica. Dicha escultura llevó inscrita unos versos de Bueno.

Finalmente, emocionado, contentísimo por los elogios y muestras de afecto hacia su obra, Leoncio Bueno tomó la palabra y expresó su agradecimiento. “Este premio tan importante lo recibo no para mí mismo en su totalidad, algo puse yo de mi parte, pero lo más importante, de la presencia y la obra de este hombre viejo pero feliz y siempre enamorado, le debo a mi familia por mantenerme vivo, también tengo que agradecer a mis amigos […] y al señor Miro Quesada que me alentó a publicar”, manifestó Bueno. Luego, el poeta relató sus experiencias como obrero, militante de izquierda y periodista. Finalmente, para concluir la noche compartió un poema inédito de crítica social que sensibilizó y deleitó a todo el público presente.