Por: Kimberly Acero.
El Teatro Ensamble vuelve a abrir sus puertas para presentarnos la segunda obra de la Temporada Ópalo 2016, “El Dragón de Oro”, escrita por Ronald Schimmelpfennig y bajo la dirección de Jorge Villanueva.
Como ya pudimos ver con “La Noche Árabe”, el alemán Schimmelpfennig es un gran referente del teatro contemporáneo por su visión de la realidad y la simbología que representa a través de sus actores y las situaciones que atraviesan, además de introducir al espectador en la historia mediante las técnicas de diálogos y narraciones múltiples en los personajes.
De la mano de un gran director teatral, los actores Marcello Rivera, Laura Armburú, Claudio Calmet, Carlos Victoria y Graciela (Grapa) Paola hacen un despliegue de intensa dramaturgia durante los 90 minutos de espectáculo. Para comprender más sobre cada personaje y su rol dentro de la excelente historia de Schimmelpfennig, TVRobles conversó con los actores y a continuación compartimos con ustedes este interesante intercambio de ideas.
Si aún no has podido ver “El Dragón de Oro” y quieres saber sobre esta obra, no puedes perderte la siguiente entrevista:
- Para empezar, ¿Podrían presentarse y mencionar qué personajes representan?
Carlos Victoria: Yo soy Carlos Victoria, hago el personaje de uno de los chinos, el chino mayor; luego el hombre joven, y luego soy la aeromoza Eva.
Laura Aramburú: Hola, yo soy Laura Aramburú, yo hago del chino con dolor de muelas y el hombre con la camisa a rallas.
Claudio Calmet: Yo soy Claudio Calmet, hago del grillo, hago el personaje del abuelo, y un personaje femenino también, que es la azafata.
Marcello Rivera: Yo hago uno de los chinos en la cocina, hago la mujer del vestido rojo y una de las aeromozas también.
- ¿Cómo es representar a varios personajes en una misma obra de teatro?
Carlos Victoria: Bueno, en esta obra sobre todo es algo complicado, porque en el mismo texto, de pronto, pueden hablar dos o tres personajes. Entonces, hay que saber dosificarlos, y hemos contado con la ayuda indudable de la excelente mano de dirección de Jorge (Villanueva).
Laura Aramburú: Lo bueno del teatro es que hay muchos ensayos y ayuda mucho con eso, los ensayos sirven muchísimo. Y, claro, un excelente director.
- Una de las curiosidades de esta obra es que los varones hacen de mujeres y viceversa, y los jóvenes de ancianos y viceversa. ¿Por qué se realiza de esta forma y qué creen que causa en el público?
Carlos Victoria: Es lo que ha pedido el autor alemán, Ronald Schimmelpfennig; ha pedido 5 actores: 3 actores y dos actrices; 2 actores jóvenes, 2 actores mayores y un actor mediano. Pide que los papeles femeninos sean hechos por los actores y los papeles femeninos sean hechos por las actrices, los personajes jóvenes por los actores mayores y los personajes mayores por los actores jóvenes. También pensamos que puede ser una forma de trabajar la inclusión dentro del teatro.
Claudio Calmet: Que el público mismo tenga la capacidad de meterse en los zapatos del otro.
Laura Aramburú: Una de las cosas que decía Schimmelpfennig era que justamente él había pensado esta obra para actores alemanes y la idea con la que había jugado era que los europeos occidentales no se pueden poner en la piel del otro, por eso quiso ver a los actores alemanes interpretar de chinos. Y con esa premisa dijo, bueno, ahora por qué no mujeres hagan de hombres, hombres hagan de mujeres y así.
- Hemos visto que los actores también hacen de narradores. ¿Cómo es cambiar de personaje a narrador y de narrador de nuevo a personaje?
Claudio Calmet: Hay tres niveles de lectura aquí; uno es lo que el narrador cuenta, le cuenta directamente al público; lo que el personaje piensa, a manera de pensamiento en voz alta, abstracción; y lo que los personajes se dicen entre sí, en la interrelación entre ellos. Hay tres niveles de lectura desde el punto de vista del público.
Laura Aramburú: Bueno, también es la misma propuesta del autor. En alguna entrevista que escuché de él decía que esta era una manera para distanciar al público del drama, porque es un drama fuerte lo que se cuenta. Entonces el hecho de tener estos rompimientos hacía que alejara un poco, distanciara un poco del drama.
Claudio Calmet: Y para el actor es riquísimo hacerlo también…
Laura Aramburú: Sí, es muy bueno porque en un momento de mucha tensión te puedes relajar un momento, puedes respirar un momento y ya luego entras nuevamente. Es un juego.
Claudio Calmet: Es un buen reto, de hecho.
Carlos Victoria: A parte que es una forma de describir de Ronald Schimmelpfennig, que además está tremendamente influenciado por Bertolt Brecht, rompe la cuarta pared constantemente.
- He notado, personalmente, que puedo diferenciar cada uno de los personajes que hace cada uno, reconozco cada uno de sus personajes. ¿Eso debe ser algo complicado, saber cómo tratar a cada personaje?
Laura Aramburú: Sí, bueno, supongo que hemos hecho bien la chamba, entonces… Jajajaja
(Risas generales)
Esa es la idea, porque hacemos personajes diferentes, distintos. Y la chamba está ahí, en cómo se hace eso, pero obviamente, como decía Carlos en algún momento, la mano del director es muy importante también, y tener nosotros como actores claros cuáles son los personajes que hacemos, porque son muy diferentes uno del otro.
- Uno de los temas que se toca en la obra es la cultura china, la diversidad de culturas, la inmigración
Carlos Victoria: Claro, pero más que la cultura china, que está representada aquí, yo creo que estos chinos, tailandeses, vietnamitas, están representando a los inmigrantes en general.
Laura Aramburú: Sí, a todos estos millones de personas que viven en condiciones paupérrimas…
- No solamente chinos...
- Laura Aramburú: No solamente chinos, efectivamente. El autor decidió China, pero pudo decir Tailandia, pudo decir Vietnam…
- Incluso peruanos en el extranjero.
Laura Aramburú: Claro, sí, sí.
Carlos Victoria: Hay un momento en el texto que dice: “el avión está lleno de chilenos, argentinos, bolivianos…”
Laura Aramburú: “… con rostros de indios” Pudo haber escogido cualquier lugar, escogió china porque también China es la población más grande de mundo, debe ser por eso.
- Y ¿en el dolor de muela? ¿Qué representa la muela, por qué es como un personaje?
Marcello Rivera: ¡Sabe bien, sabe bien!... jajaja
(Risas generales)
Carlos Victoria: A mí me representa esa situación en la que se encuentra el inmigrante constantemente, el inmigrante indocumentado, que Ronald Schimmelfennig lo usa como pretexto también, el chino no puede ir al dentista porque está indocumentado. Es eso, la indocumentación, el no comprender que es lo que está pasando, como ocurre en este momento con los inmigrantes turcos, inmigrantes del Medio Oriente escapando de la terrible guerra que hay.
Marcello Rivera: Además, creo que la simbología de la muela presenta pues las raíces de todo ser humano, precisamente.
Laura Aramburú: ¡Claro! Te quitan tu raíz, los inmigrantes en otros países, como que ellos mismos dicen: “tengo que ser diferente, para encajar”. Entonces tienen que sacar sus raíces, o desaparecer sus raíces; de repente tiene que ver con eso también. Muchos se sienten así, que ya están en otro país y tienen que comportarse de esta otra manera porque si no los van a discriminar, es complicado, es una cosa así.
Marcello Rivera: Yo creo que una de las genialidades que propone este texto, de Ronald Schimmelpfennig, es precisamente tener otra mirada de estos personajes y para esto hace cambiar los géneros de los personajes y cambiar las edades. Por eso es que busca que los actores, digamos, mayores interpreten a los jovencitos, los actores más jóvenes interpreten a los mayores y hombres interpreten mujeres y mujeres, hombres. Creo que eso hace que situaciones tan cotidianas, como la conversación entre los esposos que terminan o la pareja de chicos que ella está embarazada, esas cosas que son cotidianas y que suceden a cada momento uno los vea desde otra perspectiva, y tome más consideración en base a la situación que están viviendo los personajes. Esa es una, a mi criterio, genialidad del texto de Schimmelpfennig que hace que sea muy rica esta obra.
- Lo que empieza siendo una fábula, del grillo y la hormiga, termina siendo parte de la misma historia.
Claudio Calmet: La obra está llena de simbologías como esta.
Laura Aramburú: Son las paradojas de la vida, estás al costado de alguien y puedes no verlo nunca. Esas cosas horribles que pasan, y en este caso pasó con estos personajes.
- Y al final, la muerte, ¿Cómo se interpretaría, termina liberando al personaje chino que regresa a china?
Carlos Victoria: La muerte es una liberación completa, al final es donde vamos a terminar todos y esa liberación te transforma en otra cosa, en otro pensamiento.
Laura Aramburú: Sí, buen, se me acaba de ocurrir ahora pensando un poco… Claro, el chino regresa a su casa, todo el mundo debería quedarse en su casa, pero en buenas condiciones. Ósea, no debió irse para buscar una mejor condición, trabajo, o en este caso a su hermana; la casa es muy importante para todos, que bueno sería que en la casa todos tengamos las condiciones adecuadas para vivir.
Marcello Rivera: Es una metáfora maravillosa, además, esto de presenciar a una persona que muere en escena y regresa a su lugar de origen…
Laura Aramburú: … ¡A sus raíces! Hablando del diente.
Marcello Rivera: A sus raíces, ¡Claro!, regresa a este lugar.
Carlos Victoria: La muerte es un cambio.
Laura Aramburú: Tal vez, si él no salía de china, vivía, de repente.
- O se curaba la muela.
- De repente, quién sabe, son las paradojas que te enfrenta esta obra. Como el hecho de que la persona estaba al costado y nunca la vio, la sentía cerca, pero este dolor también le impedía a él buscarla. ¡Es fuerte!
- Por último, una invitación a todo el público de TVRobles a que venga a ver la obra.
- Estamos aquí en el Teatro Ensamble de jueves a sábados a las 8 de la noche y los domingos a las 7 de la noche. El Teatro Ensamble está ubicado en la Av. Bolognesi 397, en Barranco, y estamos hasta el domingo 26 de junio. Son 4 semanas de temporada, ya transcurrió la primera que fue del estreno y nos quedan 3 semanas de temporada, 12 funciones para todo el público. Es una obra importante que vale la pena ver, debemos presenciarla. ¡Invitados todos!
- ¡Muchas gracias y felicitaciones a todos!
- ¡Gracias!