El folklore y el indígena: la importancia de lo autóctono
Acerca de la exposición “Diego Rivera y Carlos Mérida en el Museo de Arte de San Marcos. Colección de Reproducciones Pictóricas”.
Por: Max Espinal.
El Centro Cultural de San Marcos a través del Museo de Arte San Marcos presenta en sus últimas fechas una colección especial que conserva con gran cuidado y recelo. Dicha serie de obras pertenecen a una muestra de antaño que fue creada en el año de 1951 y que posee como título “Colección de reproducciones pictóricas de San Marcos”. Carlos Mérida y Diego Rivera son los protagonistas de la exhibición, artistas latinoamericanos que, a pesar de sus diferencias formales, rescatan algo en común: la importancia de lo autóctono.
Reivindicando el lugar del arte precolombino a través de su quehacer artístico, cada uno de ellos refleja un estilo personalizado pero que -de una manera u otra, por el contenido social e interés por el pasado- logran formar parte del movimiento muralismo mexicano, a inicios del siglo pasado. Personajes muy reconocidos de la época como: David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, quienes junto a Diego Rivera, serían considerados como los más grandes exponentes de esta corriente artística mexicana.
Ambos artistas tomarían rumbos totalmente distintos respecto a la representación. Por un lado, Diego Rivera, a través de sus carpetas Acuarelas (1935-1945), apela al reconocimiento de la imagen indígena y al anhelo de una revolución social reflejándolo en formas cotidianas y comunes con tonalidades bajas, usando sobre todo los colores tierra. Mientras que Carlos Mérida presenta en sus formas la importancia del folklore popular autóctono que desemboca en una famosa serie de obras, conocida como: Trajes regionales mexicanos. A diferencia del anterior artista, Mérida emplea en sus producciones tonalidades de mayor claridad y formas, destacando los detallismos de los trajes como discurso artístico.
De esta manera, la colección vuelve a exhibirse al público en general, tomando como lugar las instalaciones del Centro Cultural de San Marcos tras una prolongada temporada de letargo en la que se vieron inmersas las imágenes a finales de 1970, década en la cual cumplieron una función difusora y educadora que logró aceptarse en diversos colegios de nuestra capital e interior del país con gran éxito gracias a la acogida del público.
La muestra puede apreciarse en:
La Sala Víctor Humareda, Patio de Jazmines del Centro Cultural de San Marcos.
Lugar: Av. Nicolás de Piérola 1222, Parque Universitario, Centro Histórico de Lima.
Horario: de lunes a sábado de 10:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 2:00 p.m. a 5:00 p.m.
Hasta el 1 de octubre.
Ingreso Libre.