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detalle de Representación escultórica con escena de peregrinaje/Nasca (200 a.c.-650 d.c.)/Modelado y pintado/ 9x11x16 cm.foto por: robert laime.

Nasca: Cosmovisión, misterio y mito

Acerca de la exposición “Nasca” en el Museo de Arte de Lima.

Publicado: 2017-08-06

Por: Lourdes Huyra

El Museo de Arte de Lima-MALI presenta la exposición temporal “Nasca”, la cual nos ofrece una amplia información sobre la enigmática cultura que surgió hace dos mil años en sus cuatro salas. Formada por una sociedad sumergida bajo un universo místico, basado en rituales y culto a sus divinidades que protegían los inmensos valles, la vida y el origen se complementaba en una sociedad adaptada a su propio territorio.

Detalle de Manto ceremonial con adornos tridimensionales que representan seres zoomorfos/
Nasca (200 a.c.-650 d.c.)/Tela llana y bordado en algodón y fibra de camélido/121x286 cm.
foto por: robert laime.

Bajo la curaduría de Cecilia Pardo (MALI) y Peter Fux (Museo Rietberg), “Nasca” cuenta con una selección representativa de trescientas piezas que incluye cerámica, industria textil, fotografía, dibujos en óleo y metal. Además, la muestra incorpora recursos tecnológicos tales como proyecciones, simulación en 3D, animación, videos, mapping y composiciones musicales para una mejor visión y comprensión de la historia sobre los antiguos pobladores de la cuenca del río Grande.

Palpa y Nasca: los valles misteriosos

Quebradas secas, arena y ausencia de lluvias significó en la cultura Nasca un gran reto, pues les permitió desarrollar una solución ante el imponente ambiente a través de la articulación de una tecnología basada en redes de canales para administrar con eficacia la escasez de agua de los ríos. Además, la naturaleza donde se había situado aquella población sirvió de inspiración para representar lo conocido y transformarlo en seres antropomorfos que cobran vida a través de líneas sobre las amplias mesetas desérticas.

Cantalloc, Valle de Nazca/Edward Ranney (Chicago, 1942)/2001/Impresión en gelatina de plata
sobre papel/39.5x50.5 cm.
foto por: robert laime.

Los nascas habitaron la costa sur desde los años 200 a.C. hasta los 650 d.C. aproximadamente y uno de sus aspectos artísticos que ha captado la atención de diversos estudiosos son las llamadas Líneas de Nasca, cuyas formas se extienden sobre más de mil kilómetros cuadrados localizados entre los varios valles de la cuenca del Río Grande, teniendo a los valles de Palpa y Nasca como lugares de tierra árida, cuyas extensas gráficas revelan un espacio vivo y misterioso a través de los célebres geoglifos.

Entre las numerosas líneas que componen los geoglifos de Palpa y Nasca destacan figuras y campos geométricos visibles desde el aire, los cuales tuvieron su registro científico en 1926 al ser descritas por primera vez por los arqueólogos Toribio Mejía Xesspe y Alfred Kroeber. Aunque años más tarde, a través de los trabajos de María Reiche y Paul Kosok, se logró la protección y conservación de los geoglifos a partir de los años 50.

Los motivos presentes se ha clasificado en tres tipos: líneas rectas que abarcan de treinta metros a más de nueve kilómetros, de formas triangulares o trapezoidales de doscientos a quinientos metros con apariencia de animales, plantas o seres extraños. Aquellos enigmáticos vestigios constituyen uno de los legados culturales más importantes de la historia del antiguo Perú, siendo actualmente una de las discusiones científicas aún no resueltas, a pesar de haberse formulado numerosas hipótesis relacionadas con el culto a las divinidades o con cálculos astronómicos.

Valle de Palpa/Edward Ranney (Chicago, 1942)/2004/Impresión en gelatina de plata sobre papel/38.5x50.6 cm.
foto por: robert laime.

Cabe señalar que “[...] la práctica de hacer geoglifos fue facilitada además por el fuerte contraste de color que se produce cuando se remueven las piedras de la superficie, con su color oscuro producido por la oxidación de los minerales, y cuando aparece la tierra arenosa de color más claro que se encuentra inmediatamente debajo”.[1]

Entorno y cosmovisión

Los motivos representados por los nascas son producto de su observación hacia la naturaleza, hallando por ejemplo en su cerámica una variedad cromática y diferentes figuras de seres marinos, aves, flores, anfibios, como escenas de agricultura y pesca, pero a su vez representan criaturas fantásticas que forman parte de su mundo cósmico y mítico. De hecho, para los nascas el mundo sobrenatural y el natural se complementan entre sí al estar conectados por medio de un mismo universo.

Cabe resaltar la presencia Paracas en el momento de aparecer en aquella cultura dos tradiciones paralelas, lo cual permitió que se extendiera por los valles de Ica y Nazca dando origen a la producción alfarera propia de la cultura Nasca. “Los ceramistas Nazca, al contrario de sus predecesores, produjeron piezas de terracota aplicando los pigmentos de color tras la cocción”[2]. Aquella influencia mantuvo viva la tradición Paracas reflejada en sus formas e imágenes a través de la cultura Nasca presentando en su cerámica diversos motivos que cobran vida por medio de la línea y el color.

Vaso con diseños de cabezas trofeo que cuelgan de postes/Nasca (200 a.c.-650 d.c.)/
Modelado y pintado/14.7x13x13 cm.
foto por: robert laime.

Un motivo nasquense de gran relevancia, que se va a desarrollar a lo largo de su producción alfarera, es el de las cabezas trofeos asociadas por lo general a los sacrificios rituales humanos. Un vaso nasca representa a su vez diseños de cabezas trofeos que cuelgan de postes sobre fondo crema, en la cual se puede apreciar los trazos delineados de color negro. Aquella decapitación forma parte del ritual asociado a las prácticas ceremoniales como culto a la fertilidad agrícola.

Detalle de Tambor ceremonial que representa a seres sobrenaturales en una escena de captura y sacrificio de seres humanos/Nasca (200 a.c.-650 d.c.)/Modelado y pintado/115x78x78 cm.
foto por: robert laime.

En el detalle de un tambor ceremonial se podrá también apreciar la representación de seres sobrenaturales en una escena de captura y sacrificio de seres humanos, cuya técnica empleada es el modelado y pintado sobre un fondo crema, mostrando así una ideología firmemente arraigada. Este, a su vez, está relacionado a una conexión con sus ancestros relacionados con las fuerzas de la naturaleza cuyo poder de vida y muerte se transforman en seres míticos antropomorfos, personajes híbridos, parcialmente humanos, parcialmente felinos.

Cuenco de doble cuerpo con diseños del Ser Mítico Antropomorfo en captura de cabezas/Nasca (200 a.c.-650 d.c.)/
Mate pintado e inciso/11x14x20 cm.
foto por: robert laime.

Por ejemplo, en un cuenco de doble cuerpo se puede apreciar la representación de un ser mítico antropomorfo capturando cabezas, en la cual el personaje presenta diademas y narigueras. En la cerámica se puede observar también una técnica de decoración realizada mediante el mate pintado y la incisión de diseños.

Textiles Cahuachi

El Museo Didáctico Antonini proporcionó temporalmente a la exposición “Nasca” cinco textiles procedentes de Cahuachi, centro ceremonial ubicado en la margen izquierda del río Nasca. Establecido en su segunda etapa, donde se inicia la representación de sus dioses tanto en la cerámica y como en los textiles, los pobladores de Nasca mantuvieron un fuerte vínculo con la tradición Paracas Necrópolis, lo cual se ve reflejado en su producción textil entre los que destaca la elaboración de mantos bordados con figuras naturalistas o geométricos, los cuales han sido encontrados en las tumbas de personajes que poseían un ajuar funerario de alto nivel.

Detalle de Manto con diseños de guerreros míticos sosteniendo cabezas trofeo/Paracas-Nasca (200 a.c.-50 d.c.)/
Tela llana y bordado en fibra de camélido/142x286 cm.
foto por: robert laime.

Debido a su influencia con la cultura Paracas, la iconografía Nasca empleó en sus tejidos y cerámica símbolos de acuerdo a su cosmovisión y su entorno. Aquella continuidad de la tradición Paracas se puede apreciar en el detalle de un manto con diseños de guerreros míticos portando en la cabeza “[…] un tocado de plumas y trenzas postizas, vestido con unku y wara. Se trata del ‘cazador de cabezas trofeo’ que sostiene una lanza y una cabeza trofeo”[3]; cuyos personajes formados en los tejidos, mantienen un equilibrio entre el universo místico y el mundo terrenal en donde las fuerzas de la imponente naturaleza florecían bajo el silencio del desierto.

Los motivos presentes en los tejidos nasca son muchas veces imágenes asociadas al cielo con la representación de aves que tiene animales en el pico, pues según Bastiand de acuerdo a su decoración las imágenes están divididas en tres grupos “[…] Grupo I: imágenes que se asocia al mar. Grupo II: imágenes que se asocian al cielo y la tierra. Grupo III: imágenes que se asocia a sacrificio/ofrenda […]”.[4]

Detalle de Vestido con motivos de aves que devoran humanos, batracios, gusanos, aves y plantas/
Nasca (200 a.c.-650 d.c.)/Tela llana y pintada en algodón/137.5x116.5 cm.
foto por: robert laime.

Por ejemplo, en el detalle de un vestido nasca se puede observar motivos de aves que devoran humanos, batracios, gusanos, aves y plantas, una muestra clara asociada a la segunda clasificación que da Bastiand a partir de una extensa investigación sobre los tejidos nasca. La prenda fue hallada en Cahuachi, exactamente en un pozo de ofrendas, cuya elaboración está formada con la técnica de tela llana y pintada en algodón.

Detalle de Manto con diseños de seres sobrenaturales en vuelo/Paracas-Nasca (200 a.c.-50 d.c.)
Tela llana, bordado y anillado en algodón y fibra de camélido/274x138 cm.
foto por: robert laime.

Un manto con diseños de seres sobrenaturales en vuelo representan la cosmovisión de la cultura Nasca a través de una tela llana, bordado y anillado en algodón. Su variedad cromática puede ser vista en el fondo y sus personajes: seres antropomorfos que sostienen una vara en cada mano sosteniendo en su boca un animal.

Cabe señalar que los nascas empleaban técnicas variadas como la tapicería, gasa, telas pintadas, tejido tridimensional y bordados; como por ejemplo el detalle de un adorno tridimensional con motivos de aves.

Detalle de Adornos tridimensionales con motivos de aves/Nasca (200 a.c.-650 d.c.)/
Anillado cruzado en fibra de camélido/3x28.2 cm.
foto por: robert laime.

Música ancestral

Establecidos en centros urbanos, la población nasca además de producir cerámica, finos tejidos, ingeniería hidráulica y metalurgia, también tuvo inclinación por la construcción de instrumentos musicales. La música nasca, música del pasado y fuerza viva de la naturaleza se reúne en el MALI con la exposición de cuatro antaras, donde el arte del sonido y el silencio se transforma en mito, creando así una atmósfera ritual que nos ayuda a viajar por el tiempo y a reconocer la producción musical de la sociedad nasquence.

Las cuatro antaras en exhibición datan entre el año 200 a.C. y el 6.50 d.C. aproximadamente, cuyos sonidos y ritmos nos revelan un pasado ancestral y manifiestan su presencia en ajuares funerarios, tumbas, rituales, ceremonias y procesiones en sus centros ceremoniales, espacios donde los seres híbridos y antropomorfos cobraban vida desde la oscuridad para volar junto con la fuerza del viento.

Detalle de Antara con motivos de vencejos/Nasca (200 a.c.-650 d.c.)/Modelado y pintado/20x10.8x18 cm.
foto por: robert laime.

Las antaras eran construidas “[...] formando los tubos con pequeñas varillas de caña de longitud determinada. Luego se dejaban secar y se quitaban las varillas. Seguidamente, se moldeaban las embocaduras y se unían los tubos con la misma arcilla. Por último, se formaba el ala y se procedía a la cocción”.[5]

Además de producir las antaras una música compleja, según Bolaños “[...] otras referencias que proporcionan estos instrumentos son sus colores con los que identifican un determinado grupo complementario […] ya que en la tumba CQT-5 se hallaron antaras cuyos colores parecen indicar esta posibilidad”[6], teniendo no solo la participación de un instrumentista, sino también la participación de grupos compuestos de seis antaristas.

REPRESENTACIÓN ESCULTÓRICA CON ESCENA DE PEREGRINAJE/NASCA (200 A.C.-650 D.C.)/MODELADO Y PINTADO/9X11X16 CM.
POR: ROBERT LAIME.

Un ejemplo de ello se puede observar en la tableta escultórica de cerámica que representa una escena de peregrinaje. El instrumentista toca una antara y presenta en su cabeza dos antaras más; además de llevar bajo el brazo un perro, su ayudante se encuentra en la parte posterior indicando una costumbre de los artistas: presentar dos o más antaristas como ayudantes del intérprete; pero además de reconocer aquellos personajes, la tableta refleja no solo al intérprete y su ayudante sino también a un grupo popular que acompañan la peregrinación.

En conclusión, la exposición cuenta con una gran variedad de obras que nos llevan hacia un tiempo desconocido por muchos, sin embargo, a su vez nos introduce en el misterio del desierto de la costa sur, donde pobladores del antiguo Perú forjaron una sociedad que ha trascendido en el tiempo pese a las dificultades naturales. Sin duda alguna, es una agradable experiencia personal y cultural que el Museo de Arte de Lima proporciona a todos los ciudadanos nacionales y extranjeros.

Detalle de Diseño textil basado en cerámica Nasca que muestra cabezas trofeo/Elena Izcue (1889-1970)/
Ca. 1928-1936/Tejido de seda natural estampado a mano/81.5x31.5 cm.
foto por: robert laime.

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Notas:

[1] Reindel, M.,Isla, J.,&Lambers, K. (2006). “Los geoglifos de Palpa: Documentación, análisis y perspectivas”. En Boletín de Lima: Revista Cultural Bilingüe. Lima: Editorial El Pino E.I.R.L. p. 76.

[2] Longhena, M & Alva, W. (2008). Perú Antiguo. Historia de las culturas peruanas. Barcelona: Ediciones Folio. p. 34.

[3] Buitrón, D. (2000). “Los tejidos Paracas”. En: Boletín del Museo de Arqueología y Antropología UNMSM, N° 6. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. p. 13.

[4] Bastiand, M. (2010). Los textiles rituales de Nasca en Cahuachi. Tesis Doctoral en Ciencias Sociales, Especialidad de Antropología. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, p. 118.

[5] López, S. & Cano, Y. (1999). “La expresión musical Nasca”. En: Boletín del Museo de Arqueología y Antropología UNMSM, N° 5. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. p. 15.

[6] Bolaños, C. (1988). Las antaras Nasca: historia y análisis. Lima: Programa de Arquemusicología de Instituto Andino de Estudios Arqueológicos. p. 26

Datos:

El público en general podrá visitar la exposición en las Salas 1, 2, 3 y 4 del Museo de Arte de Lima (Paseo Colón 125, Parque de la Exposición, Lima) hasta el 1 de octubre.

Para más información de costos, visitas guiadas y más actividades complementarias, ingresa a la página web del MALI.


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