El pasado miércoles 4 de octubre, el Ministerio de Cultura firmó el acta de compromiso para la implementación del primer circuito accesible para personas con discapacidad visual en la zona arqueológica monumental Huaycán de Cieneguilla. En la actividad participaron Giancarlo Marcone, coordinador del Qhapaq Ñan-Sede Nacional, y Aurelio Benites, representante de la Unión Nacional de Ciegos del Perú. 

En la presentación, que contó con la participación de delegados de las principales organizaciones e instituciones de invidentes del país, asistió el primer Comité Inclusivo y del Proyecto Participativo e Inclusivo, que considera a la población con discapacidad visual en la puesta en uso del patrimonio cultural.

Asimismo, en el evento participaron la Asociación de Jóvenes Invidentes Promoviendo Talento y Cultura, Asociación “Yo soy sus ojos”, Institución Educativa Luis Braille, Institución Educativa San Francisco de Asís, sala de lectura para personas ciegas de la Biblioteca Municipal de San Borja, sala para invidentes Delfina Otero Villarán de la Biblioteca Nacional del Perú y la Unión Nacional de Ciegos del Perú.

En el acta (impresa en sistema braille y macrotipo) firmada por el representante de la Unión Nacional de Ciegos del Perú, Juan Pérez Salas, se reconoce los compromisos de las instituciones para conformar el Comité Inclusivo para la Puesta en Uso Social del Qhapaq Ñan en todas las instituciones y asociaciones participantes de este proceso para llevar a cabo la realización del proyecto y la participación en todas las acciones que comprende la intervención del proyecto.

Este proyecto constituirá un modelo que se repetirá en las otras zonas arqueológicas en las que trabaja el Qhapaq Ñan-Sede Nacional; siendo el primer proyecto, de este tipo, construido con las propias organizaciones e instituciones representativas de personas con discapacidad visual.

Finalmente, el Ministerio de Cultura indicó que las actividades del proyecto se iniciarán en los próximos días en el sitio arqueológico Huaycán de Cieneguilla (declarado Patrimonio Mundial de UNESCO) mediante talleres participativos donde se identificarán las necesidades para el acceso a bienes y servicios culturales gracias a una metodología participativa e inclusiva que involucrará a representantes de las organizaciones de personas con discapacidad visual.