El 2017 ha sido un año de avance interno. Como inicio de gestión había que desarrollar todo un trabajo de reflexión. Mi experiencia previa fue en los Elencos Nacionales donde había un trabajo institucional muy fuerte; entonces, mi análisis hacia el teatro fue en ese enfoque.  

El resultado de ello ha sido el fortalecimiento y la creación de áreas como marketing y producción en el Programa de Formación de Públicos, que era una iniciativa puntual. Ahora se ha convertido en el área de Públicos, que tiene a su vez dos enfoques: el enfoque educativo y el de comunidad.

Este año, comenzamos el proceso de reflexión identificando que toda la filosofía del GTN giraba entorno a la monumentalidad y su formato escénico. Claro, sin descuidar esos aspectos, comenzamos también a sentir la necesidad de hacer que ese Gran Teatro Nacional aterrice a su vez en un espacio que convoque.

Es ahí donde nace la idea de generar un enfoque de Público como parte de una filosofía general. Tuvimos una serie de procesos internos con el personal y como resultado lanzamos la programación con algunas estrategias basadas en que el teatro es un espacio donde se generan experiencias. Igual mantenemos los niveles de calidad que exige nuestra programación; además, impulsamos un espacio un poco más abierto, más cercano, generando una programación que conversa un poco más con la gente.

El logro más significativo para mí ha sido la posibilidad de crear un área, es la evidencia de la vocación que tenemos por los públicos. Otro buen resultado fue la articulación con el Ministerio de Educación, un punto en el que validamos, con una institución rectora, que nuestras actividades contribuyen significativamente en el desarrollo cultural de los chicos.  

Lo que me gusta mucho es que ha sido un año de mucho aprendizaje en función al contenido artístico incluido dentro del programa. Una de esas producciones exitosas ha sido “Barro”, que ha fortalecido la idea de crear contenidos específicos para nuestra programación. No queremos solamente ver lo que hay y convocar a los chicos, sino crear contenidos.

El año pasado tuvimos acercamientos con municipalidades distritales para ver si lográbamos otro tipo de articulación. La idea de los municipios es más bien entrar de manera territorial a un espacio. En el 2017, tres de los proyectos de función didáctica se ejecutaron en coordinación con las municipalidades.

Las funciones didácticas se manejan de dos formas: invitando a los chicos al teatro o visitándolos en sus colegios. Esto, en muchos casos, se consigue con el apoyo de una municipalidad porque algunas instituciones educativas no cuentan con muchos recursos o de pronto sus docentes no tienen el tiempo para manejarlo. Las municipalidades --con áreas de cultura y de educación-- están empeñados en colaborar, es lo que aprovechamos. Este año vamos a variar un poco la estrategia para trabajar de manera articulada una iniciativa del Ministerio de Cultura que se llama “Puerto Cultura”.

Ya tenemos un producto de impacto que es la Visita Guiada Virtual. Hemos creado una visita por el teatro en la que todos pueden acceder a las salas de ensayo o al escenario. Entonces, ofreceremos esta visita virtual más la función didáctica, es lo que queremos trabajar con “Puerto Cultura”.

Es una aspiración permanente. Luego de cinco años hay aspectos de nuestra gestión que se reconocen en el sector: la calidad técnica y de programación, el teatro mismo, no solo en cuestión de infraestructura e implementación, sino también en el equipo de profesionales que trabaja en el GTN. 

El Programa de Formación de Públicos también se ha convertido en un referente, en una motivación para desarrollar algo similar en otras instituciones educativas y culturales.

En realidad, los objetivos se logran generando modelos, compartiendo información, participando en redes y siendo un agente más del sector. Creo que se ha avanzado mucho y ahora estamos en una etapa en la que nos toca sistematizar, compartir y participar en iniciativas a nivel internacional para seguir aprendiendo.

Justamente, estamos dando ese gran salto. Antes nos preocupábamos que la programación sea absolutamente diversa, artísticamente rica y con bastante convocatoria. Nos dimos cuenta de que eso resulta fundamental, pero no es suficiente. También hay que ir al encuentro de nuestro público y plantearle mecanismos para sentir que su asistencia es real y concreta. Es ahí donde nace el tema de las experiencias.  

Son cinco experiencias: la primera relacionada a los niños, otra a la familia, a los adultos mayores, a los turistas y una final dedicada al componente musical para el disfrute de las personas con discapacidad visual. Creemos que la música puede ser un vehículo de viaje interminable para la gente que no tiene la oportunidad de ver un concierto, pero que a través de la música pueden realizar ese viaje. Éstas son nuestras experiencias para el 2018.

Las experiencias no se apoyarán únicamente en el espectáculo, también ofreceremos otras actividades que serán gratuitas. Las visitas guiadas, antesalas, el material didáctico, los servicios: todo se convertirá en un conjunto de elementos enfocados directamente al público para que su visita sea constante y memorable. Estamos creando atributos para que la experiencia sea integral. Brindaremos un paquete con facilidades básicas, como tener un programa de mano en sistema braille, cambiar la concesión de la cafetería con alimentos acorde al público mayoritario, descargar información desde nuestra página web, contar con acomodadores que hablen varios idiomas para la atención adecuada a turistas y recibir invitaciones para pasar un sábado entero en el teatro y gozar con las visitas guiadas y exposiciones. Es una idea que iremos construyendo y ejecutando con el tiempo.

Ya es un espacio de referencia en la región. El trabajo continúa porque es a largo plazo, dependerá mucho de la participación que tengamos en festivales, circuitos y redes internacionales. Se ha avanzado bastante en el posicionamiento del Gran Teatro Nacional como un espacio de circulación internacional de artistas. Por ejemplo, existen agencias extranjeras y agentes que identifican al teatro como parte del circuito de exhibición sudamericana. Esto quiere decir que los artistas que antes llegaban directamente a Bogotá, Buenos Aires o Santiago de Chile ahora consideran a Lima como parte de sus itinerarios.

Tenemos muchos contactos para trabajar los circuitos internacionales; de hecho, muchas de las compañías de espectáculos vienen a la capital porque están de gira por la región. Por otra parte, estamos desarrollando más alianzas desde que participamos en la red de teatros OLA, una Red de Ópera Latinoamericana que tiene entre sus miembros al Teatro Colón de Buenos Aires, Teatro Municipal de Santiago, Teatro Bicentenario de Argentina, Teatro Colón de Bogotá y el Teatro Mayor en Bogotá. Es una red donde se articula la ópera de Europa con la de América, a raíz de esta vinculación es que actualmente estamos coproduciendo con el Teatro Mayor de Bogotá espectáculos de gran formato para abaratar costos, integrarnos artísticamente y aprovechar al máximo nuestros recursos.

En los últimos cinco años hemos creado varias producciones exitosas, pero debemos aprovechar también las que se realizan en países hermanos. Como parte de la red OLA nuestra programación ya tiene ese vínculo internacional clave.

Es difícil opinar sobre un concepto universal, pero lo que sí te puedo asegurar es que trabajamos todos los días para ello. Somos conscientes de que cualquier programa o proyecto que realizamos está dirigido hacia ese objetivo. Yo creo, sin ánimo de magnificar al GTN, que hemos aportado mucho en el desarrollo de las artes escénicas del país. El nivel de su infraestructura, el hecho de que sea un teatro estatal, que se mantenga en condiciones favorables y a disposición del sector, la incidencia que tiene en el crecimiento de los Elencos Nacionales y al convertirse en una plataforma de artistas locales articulada a circuitos internacionales, hizo que el panorama cultural se beneficie considerablemente.

El Gran Teatro Nacional tiene el objetivo de subrayar que los teatros deben tener un modelo de gestión con programación propia. Durante mucho tiempo los teatros fueron solamente lugares de alquiler, pero actualmente las ciudades anhelan espacios escénicos con administración sostenible, postura independiente y producciones propias, que otorguen voz y una imagen definida.

Justamente, el aporte fundamental del GTN consiste en validar y ejecutar un modelo de gestión pública que contribuya al incremento de la oferta cultural, el consumo masivo de espectáculos, la búsqueda de nuevas audiencias, el reconocimiento a la innovación y la creatividad, y el fortalecimiento del arte como herramienta básica para el desarrollo de un país. El tema es complejo, pero se puede evidenciar mediante un análisis exhaustivo o estudios estadísticos. Intuitivamente te puedo decir que sí.

Que difícil, todo me encanta. En principio, destacaré tres proyectos de articulación del teatro con importantes festivales en Lima. El primero es el Festival Temporada Alta organizado por la Alianza Francesa. Una compañía presentó hace pocos días “Guerra”, espectáculo que fusiona la danza contemporánea con acrobacias. Pronto recibiremos al Festival de Artes Escénicas de Lima FAE Lima 2018 con una compañía coreana que pondrá en escena “La Tempestad” de Shakespeare. Es una versión muy particular y local, un aporte sumamente interesante. En el marco de este festival, el GTN presentará dos espectáculos para el público adolescente: “Barro” e “Imagina Shakespeare”. Finalmente, para el Festival Danza Nueva del ICPNA estamos invitando a Paul Taylor Dance Company. Estos tres festivales deben ser imperdibles para el público.

Igualmente, en la programación anual tenemos una coproducción con el Teatro Mayor de Bogotá titulada “Carmina Burana”. Estrenaron el año pasado en Bogotá y aquí se presentará de manera conjunta con la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú y el Coro Nacional de Niños. En el ciclo extraordinario de la Sociedad Filarmónica destaca un concierto de la Sinfónica Nacional Rusa, además vienen dos prestigiosas artistas como la pianista Yuja Wang y Anna Netrebko, considerada una de las figuras más importantes de la lírica mundial.

Pienso que hay mucho público que de repente vendrá al GTN por primera vez, atraído por un artista en particular o un determinado espectáculo. Pero después de esa experiencia queremos conectarlo al teatro y convertirlo en un visitante permanente… Esa es la idea.