Shinikawaru, palabra japonesa que puede traducirse como “el morir y renacer convertido en otra cosa” es el nombre de la exposición fotográfica de Amanda Del Carpio que se inaugura este viernes 1 de mayo en el Centro Cultural Peruano Japonés.

Se trata de collages a manera de haikus visuales, compuesto cada uno por tres imágenes que son tomas de la naturaleza y que en conjunto buscan transmitir la visión oriental de la vida y la muerte. Ellos están acompañados por un video y escultura que buscan hablar del mismo tema pero a partir de nuevas formas de representación.

Desde el budismo, señala la artista, “[...] se considera a la vida y la muerte como un todo único. Todo lo que existe y ocurre en el universo está vinculado, tiene un origen dependiente; es decir, la vida es una energía vibrante que fluye a lo largo y ancho del universo, y no ha tenido principio ni fin”.

Haikus visuales .

Es a partir de ello que Amanda Del Carpio introduce y une la idea del haiku. “La fotografía en sí es muerte para el momento capturado en cuanto el obturador es presionado, pero a su vez es revivido al usar aquella imagen para crear algo nuevo, aunque en el proceso se siga reviviéndola y matándola (durante el acto del collage manual), poniéndola en el continuo y dinámico ciclo de vida del que habla el budismo”, indica.

Cada collage juega con los característicos tres versos que tiene el haiku, y une las instantáneas de a tres, siendo así que se toma a cada instantánea como una línea del haiku, ordenándolas de manera horizontal en vez de vertical en signo de que sí, se habla de una visión oriental, pero desde una mirada occidental. Además, lo capturado es meramente naturaleza, paisajes, por el hecho que es el tema base de los haikus.

“Se trata de instantáneas en base al significado de caducidad, desvanecimiento pronto, ya que se busca transmitir el mensaje de que el paisaje fotografiado en algún momento desaparecerá y se convertirá en algo que desconocemos. Con ello busco compartir la idea de que hay otras miradas hacia la existencia de las cosas, que no todo desaparece al morir, sino que renace en algo nuevo”, precisa Del Carpio.

Tres imágenes, una lectura .

En esta muestra, señala el artista Rhony Alhahel, “Amanda Del Carpio se propone reconstituir una visión de paisaje como remanente emocional de lo acontecido, apuntalando la memoria de lo vivido a través de unas imágenes cuidadosamente seleccionadas en su andar”.

Asimismo, Alhahel agrega que “[...] al final del recorrido, una pantalla nos ofrece frases secuenciadas sobre un fondo negro donde el carácter de ese no ser imaginado constantemente se torna en paisajes posibles, en el sabio residuo de lo vivido, en una experiencia estética en torno al andar. Un vanitas fotográfico formado por una fina capa de plata que baña nuestra mente”.

Sobre la artista.

Amanda del Carpio Rodríguez (Lima, 1996) estudió Comunicación y Medios Interactivos en la UPC y Fotografía Profesional en el Centro de la Imagen, donde se graduó en julio de 2017. Su trabajo ha sido expuesto en muestras colectivas en El Ojo Ajeno (Lima) y Callao Monumental: Ecuaciones Latentes (Callao).

Influenciada por la ilustración, la literatura, la y cultura oriental, su trabajo se enfoca en mostrar diferentes modos de ver al mundo al público que la observe. Cuenta con trabajos que hablan sobre el ciclo de la vida, así como de nuevas formas de creación de imágenes y relación entre imagen y texto (que está escrito en un idioma inventado/propio).

Datos:

Galería de Arte Ryochi Jinnai del Centro Cultural Peruano Japonés. 

Lugar: Av. Gregorio Escobedo 803, Jesús María .

Día de inauguración: 1 de junio.

Temporada: del 2 al 24 de junio.

Hora: 7:30 p.m.

Ingreso libre.