Por: Selva Vargas. 

El pasado viernes 6 de julio, el Museo Convento San Francisco y Catacumbas de Lima inauguró la nueva iluminación de sus espacios de exposición, tras la culminación de un proyecto que se inició el año pasado.

La instalación de nuevas luces involucra la totalidad de las salas del museo y las criptas sepulcrales, realzando las texturas de los artesonados de las techumbres de las galerías decoradas con lienzos, la cúpula principal, las criptas sepulcrales y una variada serie de obras entre lienzos y esculturas que forman parte de la colección del museo.

La inauguración estuvo a cargo del director del museo, Fray Ernesto Chambi, y del ministro provincial de la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú, Fray Nicolás Ojeda. Además, se contó con la presencia de representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y Ministerio de Cultura.

“Con este trabajo mejoramos el guión museístico poniéndonos a la altura de otros museos a nivel internacional […] Hemos avanzando en esta tarea de a pocos gracias a las exigencias de hoy en día para los museos, al igual que para las obras de arte y puestas en valor de diferentes manifestaciones que se encuentran también en este museo”, sostuvo Ernesto Chambi.

“Esta nueva iluminación contribuye a la conservación del museo ya que la tecnología que se está utilizando no es agresiva hacia la obra de arte, no emite ningún tipo de radiación ultravioleta y no genera calor […] el proyecto de conservación y restauración tiene, aproximadamente, 12 años y nos faltaba algo para mostrarlos y que sean más visibles, para que se puedan disfrutar mejor. Sin duda, esta nueva iluminación lo ha logrado”, comentó Carlos Ponce, encargado de la curaduría del museo, en una conversación para TVRobles.

Asimismo, el público asistente pudo recorrer los ambientes emblemáticos del museo, entre los que destacan: la cúpula, la biblioteca, el coro, la sala capitular, sala de profundis, la sala de la penitenciaría, el refectorio, las catacumbas y la antesacristía; pudiendo disfrutar así los renovados juegos de luces y sombras en dichos espacios.

La actividad culminó con la presentación del Coro Nacional de Niños, quienes interpretaron una selección de piezas de música sacra de diferentes autores, entre los que destacan obras que datan del siglo XVIII como Hanaq pachap kusikuynin, conocida como la primera obra polifónica del “Nuevo Mundo”.