El Ministerio de Cultura anuncia un concierto de gala con la participación estelar de la Orquesta Sinfónica Nacional y el maestro uruguayo-estadounidense José Serebrier, quien dirigirá en calidad de estreno el “Réquiem prusiano” de John Powell, este viernes 10 de agosto, en el Gran Teatro Nacional. 

Los integrantes del Coro Nacional, dirigido por Javier Súnico; el tenor Omar Crook y el barítono Steven Pence sumarán sus voces al espectáculo musical interpretando un repertorio que incluye None but the Lonely Heart de Piotr I. Tchaikovsky (estreno en Perú) y la Sinfonía Nº 8 de Ludwig van Beethoven.

Resalta de manera especial la presencia del compositor británico John Powell, creador de bandas sonoras de taquilleras películas de Hollywood como Shrek, Stay Lucky, La era de hielo, Yo soy Sam, Kung Fu Panda, X Men: The Last Stand, Sr. y Sra. Smith, Face/Off, Stay Lucky, la saga de Jason Bourne, Robots, Han Solo: una historia de Star Wars, entre otras. Durante el concierto en Lima escucharemos su Réquiem prusiano, pieza notable que trasladará al público hasta la noche previa al estallido de la I Guerra Mundial.

Un mes antes –el 28 de junio de 1914– el archiduque de Austria Francisco Fernando es baleado por el nacionalista yugoslavo (serbio bosnio) Gavrilo Princip. Este asesinato fue utilizado por varios imperios de Europa como pretexto para aumentar su poder. El káiser de Alemania Guillermo II, amigo cercano de Francisco Fernando, era visto como un bufón que vestía con atuendos militares, pero no tenía instrucción bélica. Después que todos sus intentos diplomáticos se frustraron, el zar de Rusia Nicolás II y el rey de Gran Bretaña Jorge V se unieron contra el imperio alemán.

Al káiser se le presentó la posibilidad de negociar la paz, acción representada con ritmos de telegramas en código morse; sin embargo, fue el joven general prusiano Helmuth von Moltke quien se negó a cambiar sus planes de batalla iniciando la guerra. Bajo este concepto, la composición bien puede considerarse un réquiem del siglo XX por el terror que originó la soberbia y arrogancia de un hombre.

Aunque John Powell descarta esta denominación (“réquiem” significa misa de difuntos), el afamado compositor la estructuró en el sentido clásico con resonancias hacia su forma. En la Introducción, el protagonista central anhela románticamente la gloria y recorrer Europa repitiendo las hazañas heroicas de su tío Moltke el Viejo. Los momentos de duda desaparecen cuando la orquesta y el coro ofrecen el retorcido salteo de “La Marcha” donde las palabras irónicas son instrumentos rítmicos que celebran una industrializada guerra.

El desprecio que Helmuth von Moltke siente por la paz del mundo aumenta con los días, incrementando también su ego y la violencia. Cuando no puede acallar su temor por la gloria perdida, ambos imperios se desgarran en la simplicidad de una melodía con la que miles de jóvenes se brindan a sí mismos como “regalo para los dioses”. El final sin palabras trae de regreso a los combatientes y John Powell demuestra que el lenguaje no puede competir con la locura de una guerra devastadora.

Los tristes gemidos corales se imponen en el escenario y los dos prusianos se desvanecen en la historia y la oscuridad. Si la pieza es considerada realmente un réquiem, es por las víctimas globales como consecuencia de tantas escenas catastróficas. Epitafio apropiado.

Datos:

Gran Teatro Nacional. 

Lugar: Av. Javier Prado Este 2225, San Borja.

Día: 10 de agosto.

Hora: 8:00 p.m.

Las entradas están a la venta entre 15 y 60 soles en Teleticket y la boletería del Gran Teatro Nacional. Menores de 17 años, estudiantes de universidades e institutos superiores, jóvenes del Servicio Militar Voluntario, jubilados mayores de 60, docentes de instituciones educativas públicas y miembros del CONADIS tienen 50% de descuento.