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Mascarón en palco del teatro segura/foto por: robert laime.

Continúa la histórica restauración en el Teatro Segura

Obras, en el espacio cultural considerado el más antiguo de Latinoamérica, se encuentran próximas a pasar a la última etapa de los trabajos de restauración.

Publicado: 2018-10-01

Por: Selva Vargas

El equipo de TVRobles recorrió el Teatro Segura para registrar cómo se sigue el proceso de restauración realizado tras su cierre en el 2011. Este icónico lugar, que está próximo a empezar la última etapa del proceso de restauración, cuenta con el trabajo de hasta 150 artistas que buscan recuperar y poner en valor los 5,653 metros cuadrados de este Monumento Histórico del Perú.

foto por: robert laime.

Intervenciones

La creación de un espacio donde las artes escénicas cobran vida impulsó el movimiento artístico de la capital. Aquel espacio fue el Teatro Manuel Ascencio Segura que obtuvo dicha denominación desde 1929. Años después tuvo modificaciones en su estructura a cargo del arquitecto Héctor Velarde.

La última intervención importante del teatro se realiza entre los años 1998 y 1999 cuando se cambió la mayoría de los circuitos eléctricos, parte del tendido sanitario, remodelaron los sistemas de seguridad y realizaron una intervención arquitectónica, gracias al Fondo Metropolitano de Inversiones (INVERMET). Pero, es en el 2010, tras una evaluación más exhaustiva por parte del Centro Peruano-Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) y la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), cuando se determina que el estado de conservación de la estructura conllevaba un peligro inminente. Es así como, en febrero del 2011, la Municipalidad Metropolitana de Lima dispuso el cierre del Teatro Segura y la Sala Alcedo a fin de que se elabore un proyecto integral que permita iniciar la restauración arquitectónica y mejora de los sistemas de protección a través de Emilima, administradora del Patrimonio Inmobiliario de la Municipalidad Metropolitana de Lima.

Así empezaría esta restauración, tan histórica como tardía, sobre los más de 400 años de vida teatral que alberga la edificación y que, debido al descuido y el paso del tiempo, la memoria de lo que fue sucumbió en el olvido.

“Ha tomado cinco o seis años de estudios históricos, evaluaciones y de análisis arqueológicos incluso, antes de darle forma al proyecto de inversión pública […] al empezar la obra, no hicimos más que constatar ese estado de conservación, que era bastante deficiente, y empezamos a hacer las acciones. Primero consolidarlo estructuralmente para luego proceder con la restauración artística o estilística”, comenta Reinhard Augustin, arquitecto encargado de la restauración.

FOTO POR: ROBERT LAIME.

Con respecto a los parámetros teórico-prácticos que una obra como esta sugiere, nos comenta el arquitecto Augustin sobre la importancia al respeto de la autenticidad del teatro. “Los parámetros principales consisten en el respeto total e incondicional de la originalidad y la materialidad del edificio a fin de devolverle una personalidad que en algún momento fue perdiendo”, sostuvo.

Las obras

Las obras iniciaron el 15 de enero de este año y se han ido elaborando tres proyectos en conjunto que se vienen ejecutando: la restauración y el trabajo que se enfoca en la parte histórica; las intervenciones contemporáneas de obra nueva, como los trabajos en la nueva caja escénica; la ingeniería moderna con trabajos en las salas de ensayo, camerinos, baños, servicios, cafeterías, y demás complementos a la función del teatro.

El proceso de intervención en el Teatro Segura, como nos explica el arquitecto Augustin, está dividido en tres partes: la liberación, que constó en retirar todos los añadidos como elementos extraños o muchas capas de repintes sobre los soportes originales; la reintegración, donde se restituyen muchos de los faltantes perdidos en el proceso de restauración o a lo largo del tiempo; y la última etapa de consolidación, proceso de fijación de todas las intervenciones.

“En la segunda parte lo que hacemos es recomponer la estructura completa de estos elementos utilizando materiales afines […] Hemos empezado con el proceso de dorado y estamos entrando a la recta final de la restauración”, nos comenta el arquitecto.

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Entre las renovaciones se ha desmontado la mayoría de las molduras, relieves, objetos decorativos y ornamentaciones; se han quitado despintes que cambiaban la figura y deterioraban los soportes del recinto, se han liberado múltiples capas de repintes inadecuados sobre los relieves, un ejemplo de esto son los trabajos realizados sobre los ángeles del escenario. “Los ángeles que hemos tenido en el escenario y en la fachada tenían tantos repintes que las facciones estaban cambiadas, tenían la impresión de ser casi como unas gárgolas, una cuestión muy deforme. Con el retiro de las capas pictóricas y repintes, esa escultura tiene ahora una mirada, tiene una personalidad que había perdido”, comenta el arquitecto Augustin.

Además, se han recuperado los colores y texturas originales de los frisos, molduras, capiteles de los Foyeres de ambos niveles y se procederá también al retiro de las rejas enrollables que existen, las cuales serán reemplazadas por puertas de madera apaneladas con tratamiento acústico.

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Si bien los trabajos realizados se encuentran en miras a la originalidad de las piezas, como se podrán ver en el machihembrado reemplazado del piso de las graderías de espectadores y toda la carpintería del teatro, también se han añadido otros elementos modernos, esto, como nos explica, a fin darles un funcionamiento acorde con los tiempos en que vivimos. El claro ejemplo de ello es la labor realizada en la caja escénica, la cual contaba con un tipo de escenografía, poleas, aparatos y de mecánica escénica bastante anticuada. “Incluso para el momento en que se inauguró en 1909, ya era bastante antiguo […] Lo que corresponde es dotarla de mecanismos y los elementos que puedan hacer de este un teatro con presentaciones a la altura de cualquier otro teatro del mundo […] los cambios en cuestiones técnicas de iluminación y montaje de escenografía no se hubieran podido dar con el tipo de escenario que tenía”, sostiene el arquitecto.

“Son tantas cosas las que suceden al mismo tiempo, es tanta información y es tanta responsabilidad que no he podido llegar a disfrutar como me gustaría […] El disfrute de este proceso vendrá después pero va a venir de todas maneras”, añade.

Los hallazgos

Sobre las diferentes capas cromáticas que se han ido formando a lo largo de los años, ha salido a relucir el originario color melón crema que vistió sus muros de quincha y adobe, una escasa combinación y austeridad decorativa que generó críticas en 1909 tras su inauguración, como nos informa el arquitecto Augustin. Serían estos colores los que le devolverán el aspecto original al teatro.

“La imagen original que debió tener el teatro no es una imagen tirada hacia los blancos como se pudo haber pensado, las evidencias nos han dado una paleta de colores que se acerca más a los colores tierra […] No se trata de aplicar los colores de acuerdo a gustos o preferencias personales sino de actuar y proponer en base a los criterios, evidencias arqueológicas e históricas encontradas […] Es un poco volver al aspecto original que debió tener este y muchos de los edificios de este periodo donde nos estamos alejando del barroco colonial para entrar al periodo republicano de Art Nouveau”, comenta Augustin.

Entre otros de los hallazgos más resaltes de este proceso, se han encontrado canales coloniales de servicio; plataformas de los escenarios anteriores, que pudieron pertenecer al coliseo de comedias o al corral de comedias; una serie de muros; materiales como boletos, programas, dibujos y bocetos que abarcan desde principios del siglo XX que, como nos comenta el arquitecto, fueron encontrados al liberar los muros, permitiendo que se acceda a lugares que estaban ocultos o que habían acumulados desperdicios.

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“Son cosas comunes que aparecen cuando intervenimos un edificio de esta antigüedad […] Lo que tenemos acá es una sobreexposición de elementos, de estructuras y de teatros, lo que va a conllevar, indudablemente, a ciertos hallazgos o la identificación de ciertos sectores que nos van a llevar directamente al pasado”, sostuvo el arquitecto.

Informó además que los hallazgos forman una evolución histórica, arquitectónica, y son también parte del qué contar en una intervención. “Todo este material será expuesto y difundido. El espacio aun no lo hemos determinado, puede ser aquí o en el Museo del Teatro […] De esta restauración sale mucha información para compartir y es lo que vamos a hacer”, añadió.

En pos de la seguridad

El ingeniero Luis Almonacid, miembro del equipo de trabajo en el teatro, comentó que la restauración incorpora elementos de refuerzo, tanto en los muros y columnas como en la cúpula cuya estructura está en base a madera y los trabajos con enmallado antisísmico, las cuales reemplazarán a las carcomidas cañas que sostenían el teatro. Para ello se ha realizado un diseño estructural en miras al reforzamiento sobre las zonas que muestran deterioro partiendo de los diagnósticos y las exploraciones realizadas. Tal como se había hecho en 1960, cuando el arquitecto Héctor Velarde incorpora elementos de refuerzo en concreto armado, ladrillo, y de estructuras metálicas a las estructuras originales de adobe y quincha, en busca de mejoras estructurales. “Este proyecto tiene un diseño de funcionamiento con mallas geosintéticas que estabilizan mejor el comportamiento estructural del teatro”, añade Almonacid.

“La estructura original es parte del valor histórico y arquitectónico de este edificio […] Garantizar la seguridad del público es tanto más importante como garantizar la parte histórica”, comentó por su parte el arquitecto Augustin.

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Esta búsqueda de la originalidad que sostiene el arquitecto Augustin se ve reflejada en los trabajos realizados al escudo ubicado en la fachada. Como nos comenta el ingeniero Almonacid, dicho escudo habría estado al borde del colapso. “Habíamos encontrado, en el último nivel, el escudo por desplomarse. Tenía una inclinación de 10 centímetros y lo que hemos hecho es un reforzamiento estructural, pero sin perder lo que era. Solamente reemplazamos elementos estructurales y aumentamos ciertos refuerzos de madera para una fachada estabilizada”, comenta.

El presupuesto

Son cerca de 60 millones de soles presupuestado para las obras. Monto financiado con recursos del Fondo Metropolitano de Recaudación Urbana y estipulado tras un expediente técnico y estudio de preinversión elaborado por un equipo de Emilima, y aceptado por la Gerencia de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Lima, responsable de formular y evaluar planes urbanos específicos dentro de la ciudad.

En una conversación con Janet Silva Peredo, jefa de proyectos de Emilima, afirmó que el dinero presupuestado ha sido suficiente para los trabajos de restauración y no se ha requerido de un aumento. “Hasta la fecha llevamos un 70% de avance y no hemos tenido problemas económicos y por lo que veo no lo vamos a tener salvo se presente alguna contingencia”.

La mano de obra

Actualmente el proyecto cuenta con el trabajo de 90 artistas restauradores de los 150 que se han dispuesto para las diferentes especialidades como carpintería, ebanistería, yesería, doradores, escultores, pintores, talladores y todas las ramas del arte.

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“Se convocaron restauradores del ámbito limeño y un restaurador cusqueño, a través de él se hizo el contacto con hasta quince restauradores cusqueños […] tenemos un conjunto de restauradores con los cuales se conversa, se analizan los procesos entre todos, y se toman decisiones”, nos comentó el arquitecto Reinhard Augustin.

La obra cuenta con un staff de profesionales residentes a cargo del ingeniero Luis Almonacid y especialistas en restauración a cargo del arquitecto Augustin. “Se han convocado profesionales que son artistas”, afirma este último.

foto por: robert laime.

Recuperación de la memoria

Se han dejado atrás las graves deficiencias en su infraestructura y pronto revivirá sus molduras doradas, su historia y su memoria, tras una recuperación que ya se muestra próxima a su fin gracias al trabajo realizado para su recuperación que promete devolver la majestuosidad al teatro. Sin embargo, la inacción de las autoridades podría dejar inactiva la posibilidad de convertirla en un punto de encuentro cultural como lo fue en sus años dorados pues aún no se han pensado en las medidas que se tomarán para el mantenimiento sostenible del recinto ni se cuenta con un programa de actividades para su reapertura.


Escrito por

TVRobles

Medio especializado en el sector Cultura.


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