Por: Elizabeth Condori. 

El pasado miércoles 24 de octubre se llevó a cabo la clausura de la VII Bienal Intercontinental de Arte Indígena en las instalaciones del Centro Cultural de San Marcos. Los organizadores expresaron su agradecimiento a los artistas que participaron en la actividad que se celebró entre las ciudades de Lima e Ica.

Diversas ciudades y organizaciones que promueven el arte indígena celebraron por 13 días este encuentro artístico: 300 artistas de 22 países de América, Europa y el Norte de África mostraron el color andino, selvático y la tradición mezclada con la modernidad.

Dado el hecho de que existe una necesidad de promover y difundir el arte y la cultura de los pueblos. La Bienal de Arte Indígena promovió el espacio idóneo para poder expresar las diversas manifestaciones y creaciones culturales. En esta oportunidad, el cierre de la VII Bienal contó con tres tipos de presentaciones artísticas: canto, performance y danza; además de las premiaciones y menciones al mérito artístico.

Al interior del Centro Cultural de San Marcos, la ceremonia de clausura tuvo en la mesa de honor al productor y coordinador de la Bienal, Jorge Iván Cevallos; el magister Gerson Paredes y el coordinador general en el Perú de la Bienal, José Ruiz Tume; quienes fueron los encargados de realizar la ceremonia de premiación.

De esta manera, Mary Susan Campoverde (Piura) fue la encargada de comenzar la clausura con el canto El camino hacia el sol que se ha convertido en el Himno de la Bienal con un verso en el canto que refleja el sentimiento de la bienal “El pasado nos libera”, así lo expresó también Jorge Iván Cevallos: “El arte indígena ha estado presente, gracias por el lindo himno que le regalaste a la Bienal”, pero no fue a la única a quien agradeció: Juan Manuel Contreras, Olivia Silvano, Sandra Moreti, Katy Balladares, Marcos García y muchos más también fueron mencionados.

Gerson Paredes expresó su gratitud a las acciones que realiza la Bienal ya que “[...] están orientadas desde el camino del Qhapaq Ñam” y además de que “[...] han participado arduamente para abrir esos ojos, para que estén en relación a la existencia pura en el ñuqa kani, en el yo soy, en la esencia de uno mismo donde todo lo relacionado a la información del arte indígena está aquí”, refiriéndose a los diversos esfuerzos que se hicieron para realizar la VII Bienal Intercontinental de Arte Indígena.

Seguido de sus palabras, los asistentes pudieron apreciar el taller experimental de teatro, que vino desde el Ecuador, actores que realizaron en la puesta en escena la representación del sentimiento indígena mostrado en la ofrenda a la Pachamama con las palabras: “No nos queda más que creer en el suelo como símbolo de nuestro arraigo” y que “[...] el silencio solamente se encuentra de la piel hacia dentro”.

Terminada la actividad, José Ruiz Tume cerró la noche con el agradecimiento hacia las empresas públicas y privadas para poder desarrollar en Lima e Ica la Bienal y también a los artistas, quienes “Crearon sobre su mundo inmediato un objeto que refleja su mundo interno”, además expresó que si bien no sabía dónde sería la siguiente Bienal manifestó que “aquí estará el corazón para saberla llevar”.

Y así finalizó la VII Bienal Intercontinental de Arte Indígena, con un ¡Urra!, un ¡Viva la Bienal! Y un ¡Sí sabemos que será nuevamente con ustedes!