Celebran el 58.° aniversario del Museo de Sitio de Puruchuco
La ceremonia contó con la presencia del Grupo Tacume de la Universidad La Cantuta.
Por: Lourdes Huyra.
El pasado viernes 21 de diciembre, el Museo de Sitio “Arturo Jiménez Borja”-Puruchuco celebró sus 58 años de fundación junto con la Asociación Cultural “Pachamama” y el público presente para dar la bienvenida al solsticio de verano, un ritual de agradecimiento y espiritual que nos permite conectar con el mundo de nuestros ancestros y nuestra propia cultura.
Clide Valladolid, directora del Museo de Puruchuco, presidió la ceremonia con unas palabras de bienvenida a toda la comunidad, haciendo hincapié en la fecha de celebración y su importancia. “Aprovechando el Solsticio de Verano, celebramos nuestro aniversario junto con el intercambio de semillas que es el segundo año que tratamos de enseñar a la sociedad a consumir algo sano [….] Hay mucho individualismo, no hay mucha vivencia en comunidad; las semillas son la fuente de vida y nosotros también lo somos, somos semillas de seres humanos”, culminó.
Acto seguido, Gladys Escudero, representante de la Asociación Cultural “Pachamama” enfatizó el caos que está viviendo el mundo, el uso de los transgénicos y el daño que realizan los grupos de poder con sus industrias, en la cual el ser humano es testigo y no organiza un lazo de conciencia para culminar con este futuro desastre, nuestra propia extinción.
“Nosotros hemos olvidado lo esencial de la vida por imposición de nociones extranjeras […] La principal célula que debemos cuidar son las semillas de la madre tierra para vivir bien, pero qué estamos haciendo con las semillas que nos nutren […] Recapacitemos hermanos, hermanas; es hora de decir no a los centro que destruyen nuestras huacas y qué ingratitud del mundo entero que nos manda semillas envenenadas para confundir al campesino”, puntualizó.
Finalmente, la ceremonia andina estuvo presidida por la participación de la Asociación Cultural “Pachamama” y el grupo Tacume (Cantuta) quienes al compás y el ritmo de las zampoñas y pututos realizaron el ritual por el solsticio de verano, agradeciendo por el año que se va y pidiendo al dios Pacha nuevas bendiciones para el bienestar de la sociedad, así como también la conciencia del ser humano con su madre naturaleza que día a día nos bendice con buenas semillas.