Por: Natali Conde. 

El pasado miércoles 13 de marzo, en la Casa de la Literatura Peruana, se llevó a cabo la presentación del libro “La mujer que yo amaba” de Dino Rivas con el seudónimo artístico de “Coraza desierta”, quien recopiló en un solo formato sus poemarios. En la actividad también se contó con la presencia de dos poetas: Felix Matienzo y Miguel Soto como también del músico Marcos Loyola al culminar toda la exposición.

Pues como bien menciona Felix Matienzo al tener la palabra en la exhibición: “[...] todos tenemos un poema pendiente de escribir, como fue el caso de Coraza que tardó muchos años para hacerlo […] para mi publicar un libro es liberarse uno de toda la carga que tiene y poder decir lo que uno quiere y que uno lo lea para sentirlo a su manera […]”, refiriéndose como Rivas, autor del libro y amigo suyo, tardó muchos años para animarse a publicar gran parte de su poemario que retrata la parte triste del amor que el propio poeta sintió a lo largo de su vida.

Asimismo, el poeta Miguel Soto dirigió unas bellas palabras a la presentación, ya que al leer el libro se sintió identificado al recordar cuando que también había publicado hace unos años su primer libro después de un tiempo. Ya que para Soto “[...] no hay peor lucha que aquella que no se hace, y muchas veces pensamos que olvidar es la solución, pero ¡no!, él olvidar es solamente aplazar el dolor de los sentimientos, es una postergación de aquella cita al cual no faltaremos…simplemente renacerá […] pero será así hasta explotar nuevamente, pero está en nosotros en canalizar esa energía en arte, en algo que nos apasiones. Es así como nace este poemario”.

Como bien mencionan los dos invitados, este volumen representa las largas luchas que el autor tuvo consigo mismo para llegar a publicarlo, porque una parte del poemario original fue quemado y lo que se salvó es lo que se ha presentado: “La mujer que yo amaba”. Debido a que “[…] cuando un autor publica un libro nos entrega parte de su alma, se desnuda ante nosotros, nos muestra su esencia con temores y miedos, se arriesga mucho…pero lo importante es que lo haga [...] porque es un camino que dura toda la vida”, indicó Miguel Soto.

Entre el compartir de palabras también recitaron algunos de los poemas escritos en el libro como también de los propios poetas invitados. Después, Dino Rivas agradeció a sus amigos cercanos por acompañarlo y al público por asistir para luego dar pase a uno de sus amigos, Marco Loyola, quién deleitó con su música el espacio; y al concluir el propio Dino Rivas cantó una canción con el mismo título de su poemario recién publicado: “La mujer que yo amaba”.