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Joanna Reposi: “Yo creo que esta película es un retrato plástico”

Entrevista a la directora del documental “Lemebel”, a propósito de la edición 23 del Festival de Cine de Lima.

Publicado: 2019-08-15

Por: Selva Vargas.  

TVRobles conversó con Joanna Reposi, directora chilena de “Lemebel”, documental que repasa la trayectoria y vida del escritor, artista visual y pionero del movimiento LGTB en Latinoamérica Pedro Lemebel, donde propone un viaje íntimo y político a través de sus arriesgadas performances sobre homosexualidad y derechos humanos.

“Lemebel” ha ganado el Teddy Award como mejor documental de temática LGBT+ en el Berlinale en el presente año, el premio Maguey en Guadalajara (México) y ha participado en festivales como en el International Film Festival of Uruguay, DocLisboa International Film Festival (Portugal), entre otros.


Su documental ha participado en diferentes festivales y cuenta con premios como el premio Teddy en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Sin duda ha recibido una buena acogida. ¿Qué expectativas tiene con la audiencia en Perú?

Bueno, ya tuvimos la premiere aquí en Perú, en el Festival de Cine, y estuvo la sala llena, se agotaron las entradas, parece que temprano. Fue maravilloso. No hay nada mejor que mostrar una película y que se llene. He tenido muy buenos comentarios a la salida de la función, personas emocionadas queriendo conocer más sobre Pedro, queriendo leer mucho más sobre él. 

Había personas que ya lo conocían y quedaron mucho más emocionadas, y otros que lo conocían menos o que no lo conocían, queriendo leer su obra. Entonces, me parece que fue un primer encuentro hermoso y poderoso.

¿Cuánto tiempo duró su realización?
Doce años. Tuvimos ocho años filmando con Pedro en vida, desde el 2007 al 2015, cuando muere, y luego estuvimos cuatro años más terminando la película, haciendo entrevistas, buscando archivos, todo lo que es la investigación porque yo filmé con él ocho años, y cuando muere tengo la sensación de que me faltó conocer el contexto, etcétera, etcétera. Entonces inicio una investigación con sus cercanos. Empiezo a hacer entrevistas, empiezo a recopilar archivos de quienes estuvieron fotografiándolo en distintos momentos de su vida y luego hago estas proyecciones urbanas. Luego el montaje como un año.
Claramente la muerte cambió el rumbo del documental. ¿De qué manera presentas su muerte en tu trabajo?
La muerte de Lemebel parte al principio, en los primeros minutos que Pedro muere, que esta persona que vas a mirar murió. Yo creo que eso adquiere una dimensión del personaje mucho más poderosa. Es como que esa persona que estás mirando ya no existe, y eso también, en términos de juego visual, lo trabajamos a través de las proyecciones. Entonces sí le dio una profundidad a la película, un vértigo, una necesidad de contar mucho más poderosa por la sensación de que murió Pedro. Él es una figura que yo siempre quise, porque cuando yo me acerqué a él era una persona a quien yo admiraba mucho y creo que hasta el día de hoy es uno de los artistas más importantes en Latinoamérica y no solamente en Chile, o en Hispanoamérica. Es su historia y darla a conocer al mundo, me parece que era fundamental.
Ustedes tenían una relación muy íntima.
Sí.
¿Y esa relación ayudó a que, de alguna manera, la realización del documental muestre ese lado íntimo del personaje? Quizá a ese Pedro Lemebel que no se conoce mucho, su faceta como artista plástico y performer, ya que se le conoce más como cronista y escritor.
Exacto. Tuve el privilegio de conocerlo. En el 2000 lo conozco porque le hago una entrevista para la televisión cultural, de ahí surge una amistad porque además hago un videoarte sobre “Manifiesto” y apropósito de esto surge como un respeto por nuestro trabajo y desde ahí surge esa amistad. Entonces el 2007 le propongo “Pedro, hagamos una película, la película de tu obra visual” que hasta ese momento había explotado con el “Tengo miedo torero”, que era su primera novela, éxito de ventas, Planeta lo llevó a España, Bolaño habló de él, entonces era más conocido por la literatura, en cambio él antes de escritor era artista plástico y la parte de “Las yeguas” (intervención) , que fue a fines de los ochenta, fue algo bastante undergound, poco conocido, y a mí me llamaba la atención mostrar esa parte, esa faceta de Pedro menos conocida que estuvo siempre, vinculada a la literatura también. Pedro escribía con el cuerpo, su performance; y escribía con la literatura. Su pluma aguda estaba ahí presente.
Entonces la faceta que rescatas más en tu documental es justamente esa.
Sí. Yo creo que esta película en parte es como un retrato plástico. En parte es una conversación con Pedro en el living de su casa donde empieza a mostrar y hablar de su performance, no solamente en “Las yeguas” sino lo que comienza mucho antes cuando era joven, en su época de infancia, y permanece hasta el último día de su vida.
Si bien te ha tomado un largo camino terminar este documental, has recopilado muchísima información. ¿Cómo ha sido trabajar con el archivo de Pedro Lemebel?
Maravilloso. Yo tenía un archivo personal de ocho años con él, que es lo que está en la película, y luego cuando muere empiezo megalómamente a entrevistar a sus amigos cercanos y a recopilar ese archivo, y es maravilloso el archivo de Pedro, una persona muy lúcida muy inteligente muy vanguardista, muy visionario. Él habló a fines de los ochenta y hasta el día de hoy su discurso está en el presente. Entonces trabajar con ese archivo además permitía una plasticidad a la película porque a mí me interesaba hablar desde la imagen, y esa interpretación de ese archivo me permitió profundizar en la cinematografía que a mí me gusta, que es la experimentación con el archivo.
¿Y cómo fue tu relación con Pedro?
De amor y odio. Pedro no era fácil. Nos amábamos y nos odiábamos, por eso que las grabaciones duraron ocho años, por eso es que demoró tanto. Estábamos que nos queríamos mucho y de pronto un día terminábamos peleando y pasábamos un año que no hablábamos y después de un tiempo volvíamos a ser amigos. Era como una montaña rusa.
¿Cuál es el hilo conductor que enlaza esta obra?
El archivo. El archivo y él. Él habla desde su intimidad, él nos cuenta su vida desde sí mismo, y eso es un hilo conductor en la película, lo mismo lo hace en paralelo los archivos. Esta plasticidad que tiene la película. Van dialogando los materiales.
¿Cómo ha sido la experiencia de hacer esta película?
Alucinante. Han sido doce años de mi vida. Me casé, tuve un hijo, hice otras películas entre medios. Me acompañó durante mucho tiempo y me sigue acompañando. Y lo más maravilloso es que está explotando, está trascendiendo lo que un cree y llegando a todos los países, y eso ha sido, muy bonito.
Qué importante que se conozca más acerca de este Pedro, esta faceta que no era muy explotada.

Exacto. O sea una figura que para mí es el artista más importante de Latinoamérica, como una Yoko Ono, David Bowie, un nivel a ícono pop, súper poderoso y con contenido no solamente pop, sino que tiene política y cultura detrás. Para mí era fascinante su historia, su lucha política y su propuesta artística, y creía que esa persona debía ser conocida en el mundo. Creo que, con la película, de alguna manera, estamos logrando ese deseo.

La película está moviendo eso. A donde voy, donde no lo conocen, quieren leer sus textos, me preguntan dónde pueden encontrar literatura de Pedro Lemebel. Está empezando a moverse y eso es fascinante.

Gracias.
¡A ustedes!

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