Ayer recibimos una noticia importante para el sector Cultura. Tras casi 4 años de litigio, el pasado viernes 13 de setiembre, el juez superior Wilber Bustamante del Castillo de la Corte Superior de Justicia de Cusco votó a favor de la demolición del Hotel Four Points by Sheraton, inmueble de 7 pisos que se construía en la cuadra 6 de la calle Saphi (Centro Histórico del Cusco) por la empresa inmobiliaria R&G S.A.C. 

La construcción que fue paralizada en el 2016 contravino el Plan Maestro del Centro Histórico del Cusco y afectó la Zona Monumental y Ambiente Urbano Monumental de la ciudad, considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Además, ocasionó un daño grave e irreversible contra el patrimonio cultural cuando se removió en plena obra andenes incas, razón por la que el juez Bustamante decidió que la empresa deberá restituir la parte afectada de la arquitectura prehispánica.

Esta medida tomada hace dos días, constituye un precedente judicial para la protección del patrimonio cultural. Saludamos la decisión pero no se debe dejar de notar el tiempo que ha tomado para llegar a ella. Urge que los procesos se lleven a cabo en tiempos cortos y que las investigaciones sean eficientes para que no se vuelva a repetir una crisis parecida.

Esperamos que el caso del Hotel Sheraton del Cusco sirva de ejemplo para que las denuncias de atentados contra el patrimonio sean atendidas con la celeridad pertinente. Conocemos de recientes sucesos como la construcción sobre muros incas de Ollantaytambo o los depósitos que se levantan en Barrios Altos (Centro Histórico de Lima) que deben ser tomadas en cuenta por las autoridades pertinentes y se sancionen a los responsables que dan las licencias para dichas construcciones. La salvaguarda de la memoria de la nación y el respeto por la identidad cultural es tarea de todos.