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FOTO REPRODUCIDA POR: MAX ESPINAL.

Fotografía contemporánea local: De lo tradicional a lo conceptual

Acerca de la exposición “Cámara lúcida: Nueva fotografía peruana”.

Publicado: 2019-11-26

Por: Max Espinal Mendoza

Bajo la curaduría de Gerardo Chávez-Maza, el Museo MATE presenta la exposición temporal “Cámara lúcida: Nueva fotografía peruana”; la cual está compuesta por: fotografías, fotolibros, instalaciones, videoarte, y demás manifestaciones plásticas que fueron producidas por 23 artistas.

FOTO reproducida POR: MAX ESPINAL.

Una de las cualidades que se debe destacar de la muestra, antes de entrar en el ámbito artístico e incluso en el museográfico, es el papel de difusor e impulsor que toma el MATE con respecto al arte contemporáneo local. Con ello nos referimos a la convocatoria abierta que ha realizado dicha institución y que, a pesar de ser la primera, ha tenido una gran acogida; pues, según el curador, esta logró reunir más de 500 portafolios. Tras un proceso de selección exhaustivo, se logró escoger a las más destacadas producciones, las cuales el público podrá observar en esta exposición.

Ahondando en el ámbito artístico, se debe destacar la variedad plástica como cualidad principal de toda la exhibición. Dicha característica atrapará la atención del público desde el primer instante, pues, este encontrará: técnicas, formas, soportes y conceptos de diversa índole en cada de una de estas creaciones. Dentro de esta pluralidad, existen obras que bordean el carácter tradicional en su producción, como es el caso de “En la realidad que vemos las cosas se van”, obra de Ana Lucía Negri; mientras que otras, presentan un carácter experimental, aquí se pueden mencionar dos ejemplos: “La pistola de mi abuela”, obra de Janice Bryson que reflexiona acerca de la fragilidad de la memoria, y “Ceci n’est pas un dessin, ceci n’est pas une photo”, de la artista Amanda del Carpio, en la cual el proceso creativo forma parte del concepto principal de la obra.

Si bien las obras anteriormente mencionadas destacan por sus particularidades plásticas. No pasan desapercibidas aquellas en las que su concepto y forma radican en la apropiación de la imagen. En este caso, tomaré dos ejemplos: Deshistorizar, de Sheila De La Cruz; y Cargamontón (CM-9,32 y 33), de Rafael Soldi. A mi parecer, hay una mayor relevancia de la primera imagen sobre la segunda.

FOTO REPRODUCIDA POR: MAX ESPINAL.

En la obra de Sheila De La Cruz hay una intervención de mayor relevancia de por medio, hay una comparación e integración de las imágenes a través del hilo rojo; el cual, quizás es una representación simbólica de la sangre que se derramó durante dos momentos determinantes en la historia del Perú -la invasión española y el terrorismo de la década de los 80- y es precisamente, esa característica la que le da una mayor fuerza al concepto de la obra.

En el segundo caso, Rafael Soldi no realiza eso, solo recopila y extrae imágenes de archivos de metraje y les da retoques con filtros, los cuales están al alcance de cualquier persona que sepa utilizar un programa de edición o algún medio digital. Acaso, ¿Una producción se vuelve artística con tan solo el concepto de por medio? ¿Al ser una apropiación, no es necesario que haya una intervención para generar algo novedoso? Si bien estas cuestiones no son actuales, pues ya se ha reflexionado sobre este tema; todo ello me deja pensando sobre la calidad del arte local, y como esta puede verse envuelta en una practicidad básica, que incluso, llega a ser consensuada.

Entrando en otro aspecto, en el caso de la museografía, la ubicación de las obras es ordenada y pausada, le da espacio al público para poder apreciar una obra arte de una manera fluida. Por otro lado, si en una sala funciona el juego entre los colores azul y blanco, para darle énfasis a cada producción; ello cambia en la otra. Esto se debe a la ambientación que posee, pues, está planteada como si fuera un cuarto oscuro de revelado fotográfico, aquí resalta el color rojizo sobre toda la habitación.

FOTO POR: MAX ESPINAL.

Ahora, esto es un arma de doble filo. Si bien el público siente atracción por esta característica, y si tiene cierto bagaje, relaciona este aspecto de la sala con la actividad fotográfica, esto puede jugar en contra, pues, la retina tiende a fatigarse rápidamente; más aún, si las obras poseen poca iluminación. La idea no es que la obra quede relegada a un segundo plano sobre la museografía, sino todo lo contrario, es la museografía la que resalta la obra de arte, para que esta se pueda apreciar en las mejores condiciones. Un ejemplo de lo mencionado, es la poca iluminación que posee la obra de Sheila De La Cruz, Deshistorizar; en la cual solo se puede observar con claridad la segunda y tercera imagen -contando desde la parte superior- mientras que las otras imágenes se pierden en el ambiente rojizo de la sala, generando así que la apreciación de los colores y de la obra en sí misma, no sea óptima.

FOTO POR: MAX ESPINAL.

A pesar de estas pequeñas falencias, que dentro de este comentario he podido resaltar, es una muestra que vale la pena ir a visitar, pues, el público podrá enterarse y conocer cuál es el estado actual de nuestra fotografía contemporánea y como, algunos nuevos valores, van mostrando su producción poco a poco dentro de nuestro medio local.

FOTO POR: MAX ESPINAL.

La muestra puede ser apreciada en:

Sala Temporal 1 y 2 del Museo MATE.

Lugar: Av. Pedro de Osma 409, Barranco.

Horario: de martes a domingo de 10:00 a.m. a 7:00 p.m.

Hasta el 1 de diciembre.

Ingreso libre.


Escrito por

TVRobles

Medio especializado en el sector Cultura.


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