A falta del respaldo y las propuestas desde el Estado para atender a la crisis del sector Cultura durante el estado de emergencia sanitaria, están surgiendo diversos pronunciamientos de grupos como el del Movimiento de Teatro de Grupo Independiente, la Red de Creadores y Gestores del Perú y la iniciativa ciudadana Más Cultura, Más Perú, los cuales solicitan al gobierno que se declare al sector Cultura en emergencia y se instale una mesa de trabajo para diseñar un plan de salvataje cultural. 

En nuestro país, una de las mayores desventajas del sector Cultura es que se encuentra mayoritariamente disgregado y trabaja en un terreno donde se considera que cada uno vela por su propio interés. En contraste, la iniciativa mencionada anteriormente puede servir de base para que todos los involucrados como artistas, docentes de educación artística, gestores culturales, curadores, críticos de arte, arqueólogos, periodistas culturales e investigadores independientes se unifiquen en una sola voz para hacerle llegar al Estado sus demandas. Sin embargo, aún hace falta mayor empatía para solucionar los problemas de fondo que han sido expuestas por la crisis actual.

Las medidas que se deben tomar deben ser consensuadas entre todos los actores del sector. Se deben aprovechar los canales de comunicación virtual: ahora no hay excusas para trabajar a puertas cerradas sin llegar a consensos. Se deberían estar preparando protocolos de bioseguridad para reiniciar las actividades culturales en el país y así poder retomarlas con aforos reducidos durante este año, una vez la pandemia haya reducido su nivel de contagio.

Esperemos que las mesas de trabajo anunciadas por la ministra de Cultura, Sonia Guillén, para la tercera semana de mayo sean un espacio de diálogo para todos los involucrados. El Estado, al ser representante de los todos los peruanos, debe escuchar y respaldar todas las iniciativas lo más pronto posible para que el sector pueda salir de la agonía en la que se encuentra.