Por: Dra. Mónica Solórzano Gonzales. 

Directora de la Escuela Profesional de Conservación y Restauración de la UNMSM.

La emergencia sanitaria causada por la pandemia de la COVID-19, así como el estado de emergencia nacional dado para frenarla han evidenciado graves limitaciones en los servicios básicos de nuestras ciudades y prácticamente en todo orden de cosas, sin embargo, en la universidad pública ha impactado en distintas dimensiones. Las clases remotas mediante plataformas digitales no se aplican en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM de forma intempestiva y a causa de la pandemia. Como docente de la Escuela de Conservación y Restauración pude participar del proceso de capacitación para el uso del Aula Virtual desde octubre del 2015 y pude usarla paulatinamente a partir del 2016. Una segunda plataforma digital, esta vez gestionada por la universidad, se implementó el año 2018.

Cabe aclarar que, antes de las disposiciones de inmovilidad social, el uso de estos recursos era restringido a unas cuantas sesiones de asesoría y que ninguna de las dos plataformas dispone de las funciones y recursos necesarios que la tarea educativa en las actuales circunstancias requiere. Sin embargo, constituyó un primer paso en el proceso de inducción de estudiantes y docentes, y probablemente es una de las causas de la rápida adaptación de muchos de los docentes de nuestra escuela al sistema no presencial de clases.

En la Escuela de Conservación y Restauración se asumió un gran reto al programar prácticamente todas las asignaturas al modo remoto afín de causar el menor perjuicio al estudiante. Al tratarse de una disciplina académica a caballo entre el arte y la ciencia con un componente práctico y técnico fundamental, son varios los cursos talleres en los que el estudiante debe intervenir obras para detener su proceso de deterioro o para restituir sus formas originales perdidas. Los docentes vienen llevando a cabo una rigurosa tarea ideando nuevos recursos didácticos, grabando tutoriales para el manejo de instrumentos y materiales o para la aplicación de determinada técnica o reemplazando materiales difíciles de obtener por otros más asequibles. Para eso emplean no solo la plataforma del aula virtual, sino también las de videoconferencias y otras que permiten el trabajo en grupo, así como responder cuestionarios.

Es decir, los maestros vienen explorando distintos métodos procurando continuar con lo programado en los sílabos. Sin embargo, y a pesar del esfuerzo, ciertos aspectos son imposibles de hacer en las actuales circunstancias y tendrán que reservarse a las actividades presenciales que se programarán cuando las condiciones así lo permitan.

Si bien es cierto que la carrera de Conservación y Restauración de Bienes Culturales es una de las escuelas más nuevas en San Marcos, pues solo cuenta con cinco promociones de egresados, el equipo de docentes que gestionan su funcionamiento ha logrado su consolidación y viene persiguiendo la acreditación de la calidad educativa, proceso que se ha detenido solo por el momento.

No obstante la capacidad de adaptación al cambio y de resiliencia demostrada por los docentes y estudiantes de esta escuela, asistir a las clases remotas se complica para un sector que no dispone de un equipo apropiado o de una conexión de internet estable. Estas son herramientas imprescindibles en nuestros días para que la educación sea igualitaria y lo seguirán siendo después de la pandemia, no solo en el ámbito educativo. El nuevo reto para nuestra sociedad es que todos podamos contar con ellas. Lograrlo, sin duda, requiere del apoyo del Estado, de las autoridades institucionales y fundamentalmente del esfuerzo de los principales interesados.