Por: Kiara Barrios. 

El pasado sábado 11 de julio, la Pontificia Universidad Católica del Perú rindió un sensible homenaje al gestor cultural Luis Repetto Málaga, quien fuera director del Museo de Artes y Tradiciones Populares del Instituto Riva-Agüero (IRA) de dicha casa de estudios. Su fallecimiento dejó un gran vacío en el sector cultura y en todas las personas que tuvieron el honor de trabajar a su lado.

El homenaje fue moderado por Magally Alegre, coordinadora de la Casa O’Higgins, y junto a ella diversas autoridades de la reconocida universidad, tales como Carlos Garatea, rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú; Aldo Panfichi, Vicerrector de Investigación; José de la Puente Brunke, decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas; Claudio Mendoza, jefe del Museo de Artes y Tradiciones Populares del IRA; Adriana Scaletti, subdirectora del Instituto Riva-Agüero; Alicia Morales, ex directora del Centro Cultural PUCP, Amalia Castelli, docente y ex coordinadora de la Casa O’Higgins y Víctor Repetto, hermano del conductor del programa “Museos Abiertos”.

“Estoy convencido de que su partida es una pérdida enorme para la universidad, pero si abrimos el horizonte y hacemos justicia a sus intereses, a todo lo que hizo por la cultura, se hace evidente que se trata de una pérdida para todo el país. Debemos tener presente ese alcance cuando recordamos hoy a un ser auténtico y profundamente comprometido con la cultura peruana, y creo yo, un hombre convencido de la importancia de la cultura y de la sensibilidad artística en la formación universitaria. Ayer, por cosas del azar, conversé con un amigo que lo conoció mucho mejor que yo y le pregunté: ‘¿cuál crees que sería una de las características más distintivas que tuvo Lucho?’ y sin pensarlo mucho me respondió ‘su impresionante capacidad para hacer mil cosas con pasión’, es una linda respuesta, porque refleja el temperamento, vocación e intereses y va claramente a contracorriente de la frialdad, la pasividad y la frivolidad que en ocasiones se imponen en nuestro país, pero de todos estos intereses y de esas mil cosas quiero resaltar una: la pasión de Repetto por el museo, a secas y en mayúsculas, todavía hay quienes piensan que un museo es solo un espacio, una suerte de habitación bonita con objetos valiosos, inmóvil y estática, creo que Lucho demostró en muchas oportunidades que un museo es algo vivo, dinámico y plural, cuando hay sensibilidad e inteligencia de por medio es en realidad una invitación a descubrir y vivir la riqueza de la cultura y de lo que significa la libertad y la creación como expresiones humanas y sociales. Sobran pues razones para que nos reunamos hoy a recordar a Lucho Repetto y para que al final de esta ceremonia nos comprometamos a que siempre esté en nuestra memoria y nuestros corazones”, fueron las palabras Carlos Garatea Grau, rector de la PUCP.

A continuación, el Dr. Aldo Panfichi brindó el siguiente discurso: “En mis breves palabras quería recordar una anécdota, de cuando conocí por primera vez a Luis Repetto, cuando empecé a indagar en una historia familiar vinculada a Los Altos, especialmente a la Plaza Italia, me dijeron ‘tienes que hablar con Lucho Repetto’ él conoce las historias de las calles, museos, eventos, de todas las expresiones de la música criolla, de la Virgen del Carmen, sin él vas a tener más dificultades en esta indagación familiar. Fue así como llegué donde Lucho Repetto, con él camine en Barrios Altos, la Plaza Italia, Jr. Junín y ahí me di cuenta rápidamente que él era un investigador, no obstante, no me hacían referencia de él como tal sino como alguien que conocía mucho el centro de Lima y la historia de la cultura criolla a inicios del Siglo XX. Hoy, décadas después, cuando la vida me lleva a tener un cargo de vicerrector de investigación y con la tarea de incorporar la investigación artística como parte del quehacer de la investigación universitaria no tengo más imagen fuerte que evocar a Lucho Repetto y junto a los grandes reconocimientos que en su fructífera vida ha tenido. Quiero resaltar su pasión por la investigación histórica y artística, y por todo este proceso de creación que se plasma en las distintas impresiones culturales que están en los museos. Lucho Repetto fue un gran investigador del Perú”.

Al finalizar se dio pase a la presentación de la pieza musical “Todo y nada” de Serafina Quinteras, interpretada por Rosa Guzmán, a quien Repetto insistió en variadas ocasiones realizar esta canción para la elaboración de su disco, convirtiéndose en la pieza preferida del gestor.

Continuando con el homenaje la coordinadora de la Casa O’Higgins, Magally Alegre, presentó a José de la Puente Brunke, Adriana Scaletti, Mendoza, Alicia Morales y Amalia Castelli, figuras que trabajaron de la mano de Luis Repetto, para brindar sus palabras sobre el también presidente de la Red Peruana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales y todo su legado. En estos cinco testimonios se rememoraron los esfuerzos de Repetto por la promoción de la cultura, se resaltó su gran capacidad para conseguir auspicios y su identificación con el centro cultural y sus primeros acercamientos con el arte popular, además de silenciosos sollozos por el prematuro adiós que le dio Repetto a la vida.

“Lucho Repetto era un hombre vital, entusiasta, apasionado por la cultura artística viva del Perú, su legado es inmenso. En principio, el Museo de Artes y Tradiciones Populares, que me enorgullece anunciar ahora, desde hoy lleva oficialmente su nombre en esta, su casa, Riva-Agüero, con una colección riquísima, basta. Los cientos de museos locales que potenció e impulsó en todo el país, las vidas de jóvenes que enriqueció haciendo de mentor e inculcando en sus miradas el interés de trabajar por el patrimonio del Perú, así como a los millones de personas a las que llegó con su trabajo de difusión cultural en televisión y en cuanto medio tuvo a su alcance, tenemos presente que es una pérdida gigantesca”, señaló Adriana Scaletti, subdirectora del Instituto Riva-Agüero.

Scaletti agregó además que “Lucho fue el amigo entrañable, el curador experto, el patrimonialista incansable, era embriagador conversar con él, se terminaba con una sensación de optimismo, todos querían su aporte para fomentar, difundir y mejorar. […] Hay todavía hermanos muchísimo que hacer, si podemos vamos a seguirle el paso y aunque como me decía Lucho hace poco más de un mes ‘toda buena acción tiene su castigo’ inmediatamente cuento con que su memoria sea una estrella sobre nuestro propósito de seguir trabajando por todo lo que vale e inspira la gente y la cultura del Perú. Desde el Instituto Riva-Agüero, su casa histórica, hacemos nuestro su inmenso legado, vamos a tratar de que donde nos esté mirando nos reconozca muchos años más como herederos de su entusiasmo, su entrega y su acuciosidad”.

Las palabras más sensibles, y probablemente las más difíciles de compartir en este homenaje fueron las de Alicia Morales y Amalia Castelli, amigas muy cercanas de Luis Repetto, cada una con una historia diferente sobre cómo él llegó a sus vidas, pero compartiendo la misma faceta de su gran amor por la cultura y por el Perú. No solo la pasión que Luis tenía por los museos fue transmitida, sino el infinito agradecimiento, y profundo vacío que ha dejado en las personas más cercanas a él.

Finalmente, Víctor Repetto Málaga, hermano del homenajeado, brindó unas breves, pero importantes palabras. “Quisiera agradecer, a nombre de todos mis hermanos, el homenaje que están haciendo. Ustedes ya han nombrado detalles de su trabajo, es cierto. Cuando éramos niños, regresábamos del colegio con nuestro hermano mayor y él nos hacía ir a las ferias artesanales, siempre se detenía en el camino y con su propina compraba huaquitos, llamitas, y a nosotros nos tenía esperando para ir a la casa, ahí empezó, seguramente, su pasión por el arte. Sus viajes, regresaba en cualquier momento del día, estaba muy poco en la casa, mi hermano siempre estaba trabajando. Cuando yo entraba a su casa le decía ‘¿Lucho, tantos libros has leído, tantas piezas artísticas?’ porque todo estaba lleno, y él me dijo ‘Cuando yo me muera todo esto se va a ir al museo, se irá a la Pontificia Universidad Católica, al Instituto Riva-Agüero, ahí lo voy a donar todo’. Así me dijo, por eso es que ahora, voy a decirles que tienen a su disposición la casa de mi hermano, cuando quieran yo les abriré las puertas, todo lo que sea necesario para que se cumpla su deseo. Estoy muy agradecido con la PUCP, como siempre me decía Lucho ‘Le debo todo a la Universidad Católica, por eso todo se irá con ellos’. Es un dolor haberlo perdido, estamos orgullosos también por todos los logros que ha tenido en el trabajo, realmente él ha disfrutado así, no esperó a la vejez para disfrutar la vida”.

Cabe señalar que la actividad culminó con un video realizado por los amigos de Luis Repetto y una despedida, dentro de la virtualidad, como hubiera deseado el hombre de los museos. Pueden apreciar el homenaje a través del siguiente enlace.