Por: Cinthya Alvarez Lock. 

El pasado martes 24 de noviembre, en el marco de la Semana Tecnológica de la Escuela de Artes Gráficas de la SENATI, se realizó una ponencia a cargo de Hamilton Costa bajo el título de “El futuro de la industria gráfica en América Latina”.

“En mi libro del 2018, yo puse una hoja de ruta destacando seis puntos principales que ya tenían una influencia en el desarrollo de nuestra industria”, indicó Costa, los cuales serían: la digitalización y print, para la transformación digital; sostenibilidad, enfocada en el desperdicio del papel; personalización, para una comunicación dirigida, personal y relevante; conversión, etiquetas y empaques impresas; impresión funcional e industrial; y la orientación a servicios, más allá de la impresión.

“Lo que vimos en la pandemia es una aceleración de estas tendencias, es decir, la digitalización de los negocios de una manera muy fuerte”, expresó Costa, indicando que empresas de digitalización tuvieron que adelantar proyectos y realizarlos en menos tiempo; se incrementó el consumo consciente; y se exige una nueva imprenta más ágil, flexible y conectada al cliente.

“En pocos meses de este año 2020 se avanzó prácticamente 10 años en esta parte (comercio digital)”, expresó el ponente, añadiendo el sentido de urgencia que este hecho causó en la adaptación de las empresas, la comunicación con el mercado, la digitalización de procesos y automación de la producción. Lo cual motivó también a cambios en el consumidor, volviéndolo más selectivo, informado, personalizado y consciente.

“Sigue incrementando la preocupación (de las marcas) de hacer un empaque más sostenible […] con protección del producto, información y atractivo visual”, comentó Hamilton Costa, que los productores se enfocan en el ciclo de vida del empaque, desde el diseño hasta su reciclaje y reinserción. Para esto, el concepto de Economía Circular plantea la reducción, reutilización y recuperación de materiales y energía; como el papel, que es reciclable, renovable y biodegradable.

“La proyección de la impresión funcional e industrial para los próximos años es muy fuerte”, explicó Costa, esta área abarca la cerámica, impresión 3D, impresión digital textiles, etc. Este incremento va de la mano con las fábricas inteligentes y el gran pedido de nuevas máquinas automatizadas en América Latina durante la pandemia, y en los próximos años se proyecta en contar con aplicaciones de IA (inteligencia artificial) para la imprenta.

“Tenemos serios problemas de productividad en América Latina”, señaló Costa, pues el enfoque va al producto, no al cliente; la búsqueda es por precio, no por valor; y baja productividad, sea por los equipos, organización o la capacitación de los trabajadores. En este sentido, Costa propone para los próximos planes de industria, enfocarse en sus clientes, lo que busca y sus intereses.

El GIG (Grupo de Inteligencia Gráfica), conformado por Hamilton Costa, está trabajando en desarrollar alternativas y soportes para la industria gráfica en América Latina. Propone que la imprenta debe conectar al cliente con su mercado, proactiva y ágil, que ofrezca servicios (diseños, mercadotecnia, logística, etc.), con personal capacitado, entre otras; ese es el camino que mostró el ponente para la mejora de las imprentas en el futuro.

“Es difícil pero no imposible […] el paso esencial es tener la actitud […] cambiar la cabeza, quitar la mentalidad tradicional gráfica y tener la mentalidad digital, que es y será cada vez más parte de nuestro negocio”, finalizó Costa.