Por: Cinthya Alvarez Lock.  

El pasado jueves 21 de enero, se llevó a cabo la premiación del 2do Concurso Nacional de Narrativa Gráfica realizada por la Alianza Francesa de Lima, el cual fue organizado con la Casa de la Literatura Peruana; y además contó con el apoyo de la Embajada de Francia y del Ministerio de Cultura.

El acreedor del primer lugar fue Gonzalo Macalopú Chiu con su propuesta Relación de Antigüedades. Se realizaron menciones honrosas con el fin de reconocer la originalidad y calidad gráfica de los proyectos, se destacaron los trabajos de Jhonny Becerra con El mito de Inkarri; Mariella Kampoy con Orco rara, y Renato Chávez junto a Jorge Ossio con Crónicas de Santacruz.

“Creemos mucho en el hecho de que el Perú tiene mucho potencial al nivel artístico, al nivel gráfico […] es un país de mucha tradición gráfica”, expresó Nicolás Mezzalira, director general de la Alianza Francesa de Lima. La cooperación francesa realiza estos concursos como apoyo al desarrollo de la narrativa gráfica en el Perú, pues consideran que hay mucho talento y pretenden agregar los aportes de artistas peruanos al mapa del cómic mundial.

“A través de la industria cultural de cómic, de la narrativa gráfica, de la historieta, o el cine […] es una manera de contarse la historia a sí mismo”, enfatizó Mezzalira. Resalta la importancia de dar la palabra a una nueva generación que explora la narrativa gráfica de manera descentralizada, es también una forma de fomentar la lectura en el país, y la cooperativa usará todos sus medios que le sean posible para fortalecer este género.

La crónica de Joan Santacruz Pachacuti, Relación de las antigüedades deste Reyno del Perú y el Mito de Inkarri, fueron los referentes principales para los proyectos propuestos en este concurso. Se escogieron en conmemoración del bicentenario del Perú, pues evidencian nuestra sociedad contradictoria y conflictiva. “Propusimos estos textos para mirar otros lugares desde donde se relata e interpreta nuestra historia colectiva”, expresó Milagros Saldarriaga, directora de la Casa de la Literatura.

“En triste coincidencia ambos textos son también prismas para observar la catástrofe que vivimos ahora, donde la exclusión vuelve a encontrar forma”, indicó Saldarriaga. Sin embargo, también invitan a pensar en nuestros orígenes y vínculos actuales; reactivan y reelaboran nuestra memoria histórica, fortalecen la búsqueda de una renovación constante y un mejor futuro.

El concurso fue muy descentralizado, participaron desde Arequipa, Cusco, Abancay, Cajamarca, Ayacucho, Tarma, Lima y el Callao. Se realizaron talleres con los artistas gráficos peruanos Juan Acevedo y Miguel Det, para que los clasificados puedan acceder a una mejor formación y especialización, si bien premiar es parte del proceso como reconocimiento del esfuerzo, el concurso tiene el fin ayudar en la profesionalización de los artistas.

“Es importante […] un corpus de autores y autoras que puedan generar una dinámica en el ámbito de la narrativa gráfica, un posicionamiento dentro del ecosistema del libro y la lectura”, expresó Leonardo Dolores, miembro del Ministerio de Cultura. A partir de la aprobación de la ley de libro y el programa de estímulos para el fomento del libro y la lectura, las propuestas de narrativas gráficas han ido aumentando; lo que proyecta un buen panorama para el desarrollo pleno de este género en el país.