Por: Cinthya Alvarez Lock.

El pasado viernes 29 de enero, en el marco de la I Feria Internacional del Libro de Huánuco se presentó el libro Saltos en el charco desesperado del poeta Rodrigo Vila Larranaga. La actividad fue comentado por Walter Villanueva, Gerente de la editorial Manoalzada; Enrique Beo, poeta y comunicador audiovisual; y el autor.

“Tras la publicación y tras compartirlo en la plataforma de Peruebooks se consolidó rápidamente como el libro de más venta a nivel nacional”, expresó Villanueva. El poemario digital de Vila estuvo en el Top 10 de libros más vendidos en el país, estas últimas semanas; lo que se debe no solo a la calidad de su verso sino también a la armonía visual de las figuras en movimiento complementando el nivel textual.

“Como poetas nos ponemos en el guión lírico […] está construido a través de nosotros, nuestras aspiraciones, locuras, esperanzas”, explicó Beo sobre el proceso de consolidación que tuvo Vila. Beo, ha sido maestro de Vila y lo apoyó en su incursión por la poesía complementada con sus estudios audiovisuales.

“Me parece genial que este libro haya salido en versión digital, algo que en este contexto consolida bastante bien lo que muchos escritores venimos promocionando”, enfatizó Beo. La ventaja de las publicaciones digitales es la accesibilidad de compra y entrega del producto a los lectores, y más en la pandemia actual donde hay un confinamiento presente.

“Nos muestra muchas veces cómo nos salvamos nosotros mismo en pequeñas gotas de agua, en pequeños charcos”, explicó Beo sobre la metáfora central de libro. Los ‘charcos’ serían estos depósitos de esperanzas que en muchos casos no llegan; es por eso el proceso de saltar, que implica tratar de salir constantemente de esos charcos que termina desesperando.

“El fin de la poesía es poder hacernos que nos identifiquemos, que encontremos un espacio a partir de la palabra”, acotó Beo. La función del poeta se podría definir como encontrar las palabras exactas para expresar un sentimiento colectivo. Es decir, expresar lo que mucho también sienten, pero no saben cómo decirlo ni escribirlo, es ahí donde se forma una identificación con un poeta o poema. Vila también logra evidenciar en su libro la necesidad de comprender usando a la poesía como herramienta.

“No es una mirada fatalista […] sino más bien una voz de esperanza”, enfatizó Beo. Vila, en su poemario, expresa momentos desesperados y tristes, con el fin de visibilizar la existencia de momentos complicados de la vida, especialmente en nuestro contexto donde es imposible no sentirse sofocado, pero motivando a que se va a superar y no se debe perder la esperanza.

“Ese charco soy, muchas veces me siento estancado y creo que la única forma de salir de eso es saltar […] despegarte de esa sensación de inutilidad”, explicó Vila. La poesía, en ese sentido, es una herramienta de expresión para Vila, y trató de unirlo con lo visual, para impactar al lector y llenarlo de sensaciones.

Su poesía trata de fomentar la escritura en la gente joven, pues todos son capaces de ser poetas, y lo más importante es que no hay límites para la creación; además de concientizar sobre los sentimientos de uno mismo y lo que le rodea. “Lo que se trata de la poesía es sensibilizar y que llegue al corazón”, concluyó Vila.