Por: Kiara Barrios.

El pasado miércoles 17 de febrero, el Centro de Estudiantes de Arte de la Escuela Profesional de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) realizó un homenaje dedicado a la trayectoria profesional de Mihaela Radulescu. La actividad estuvo moderada por Ruby Villalva Castro, y se presentaron testimonios de estudiantes, docentes y amigos de la investigadora tales como Laura Huarhuachi, Jorge Vásquez, Cristian Sánchez, Marco Loo, Isela Ccoyllo, Teresa Arias, Rafael Llimos, Julio Huapaya y Patricia Victorio.

La mañana del miércoles 17 de febrero una triste noticia recorrió todos los sectores de la cultura y la educación cuando se confirmó por parte de familiares el deceso de Mihaela Radulescu de Barrio de Mendoza, filóloga rumana y curadora de arte, quien hace varios años radicaba en el país y se desempeñaba como docente e investigadora de la UNMSM y de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Su partida coincide con el 51º Aniversario del Museo de Arte de San Marcos, institución de la cual fue directora entre 1990-2001, y que se encargó de diversificar a través de la programación de conciertos, festivales, exposiciones de arte, entre otros. Su trabajo, extendido en Latinoamérica, tiene como líneas de investigación la semiótica visual, arte crítico peruano, arte, diseño e identidad, semiótica de la moda, semiótica del cine, gestión didáctica, TICs y video diseño.

La presencia de Mihaela Radulescu en la Decana de América inició en 1994, como docente de la Escuela Profesional de Arte, impartiendo los cursos de Seminario, Lenguaje Cinematográfico e Historia del Cine. Dentro de las aulas, señalan los alumnos, se extendió más allá de su rol como educadora y formó fuertes lazos con sus estudiantes, impulsándolos a crecer y potenciando sus habilidades artísticas e investigativas.

Jorge Vásquez, fotógrafo e historiador del arte egresado de la UNMSM, declaró acerca de la experiencia personal y docente que tuvo con Mihaela, a quien acompañó como asistente de cátedra durante sus años de estudio. “Fui y soy su alumno, tal como artistas, curadores, investigadores e historiadores del arte que nos consideramos aún sus eternos estudiantes, estoy orgulloso de haber pasado por su sabiduría, por haber tomado sus cursos durante mi pregrado, la línea de estudio de nuestra carrera cuenta con asignaturas electivas como Seminario de Arte, de la cual ella era docente, y que al final se convierte en una caja de Pandora, llena de sorpresas, Mihaela nos brindó un método distinto: la parte práctica al enfrentarse a la obra de arte”.

“Así se forma un diálogo, y a través de este recorrido visual, conocimos a los artistas, discutimos en el hemiciclo, gracias a ella se forjaron relaciones con la posibilidad de conocer al componente humano detrás de la creación. […] Mihaela ha sido dadivosa con su trabajo, ella fue nuestra facilitadora del aprendizaje. Sus incontables artículos y libros han sido de provecho para nuestra formación, nunca se guardó nada, y, en todo caso, ella no impartía clases, sino momentos de autoaprendizaje. […] Estas fotos son un registro muy importante de como Mihaela nos ha ayudado a exteriorizar nuestra curiosidad con el arte, el no tener miedo a tocar la escultura, comprender el material, leer los signos de la obra. Uno de los puntos más memorables que tengo como participante fue el del collage que realizamos en Seminario de Arte, que luego se convirtió en una exposición dentro del aula que duró menos de una hora, con ella rompimos la teoría y pasamos a la práctica, elevó nuestro potencial creativo, y eso es algo que en nuestra carrera no debe perderse. Estoy seguro de que seguiremos aprendiendo de ella, porque su legado no se detiene hasta ahora”, finalizó el amigo y alumno de Radulescu.

Como parte de su vida docente en la casa de estudios tomó la palabra Patricia Victorio, directora de la Escuela Profesional de Arte, quien ante la pérdida decidió leer una fraterna carta dedicada a Mihaela. “Una persona tan vital, alegre y solidaria, capaz de transmitir su pasión por todo aquello que hacía, en especial, enseñar, y hacerlo de una forma tan particular, con el ejemplo. Tus alumnos, Mihaela, siempre van a recordar la dulce sonrisa, tu manera empática de educar, que te convirtió en una de sus favoritas. Todos querían estar en tus clases, pues cada semestre buscabas impartir algo nuevo y atractivo”.

“Mihaela, hasta el último semestre ha demostrado un alto sentido de responsabilidad pues siempre fue una dedicada maestra como lo atestiguan todos ustedes, también ha sido una curadora especializada en nuevas inquietudes artísticas y que nos deja un legado académico extenso. Tengo un especial cariño hacia Mihaela, pues cuando asumí la dirección del departamento académico de arte y propuse la realización de los Congresos Internacionales de Arte ella fue la primera en apoyarme, y además de manera entusiasta. Hasta la fecha, solo hemos podido realizar tres congresos, porque desde el año pasado esto se ha visto interrumpido por la pandemia, pero estoy segura de que será un compromiso de que el siguiente congreso, el Cuarto Congreso Internacional de Arte Peruano, lleve su nombre. A partir de ahora aprenderemos a compartir un recuerdo lleno de sus enseñanzas, no hubo tiempo para agradecerte, pero se, Mihaela, que estarás presente en nuestra memoria y en las aulas de nuestra escuela. Tus alas estaban listas para volar, pero nuestro corazón no estaba listo para verte partir. Vuela alto Mihaela, vuela alto y libre, esto es un hasta siempre”, agregó Victorio.