Por: Michel Pando.

Cherry (2021) es uno de los recientes estrenos de Apple TV Plus. Protagonizada por Tom Holland esta película tiene una duración de 141 minutos, más de dos horas de narración basados en el libro de Nico Walker: “Cherry” (2018). El film fue dirigido y producido por los hermanos Anthony y Joe Russo; la hermana menor Angela Russo-Otstot y Jessica Goldberg adaptaron dicho libro para el guión. Además tenemos a Henry Jackman en la música y Newton Thomas Sigel como director de fotografía. Todo este trabajo conjunto pone en escena de la forma más artística posible, la desgarradora historia de un veterano de guerra con TEPT (Trastorno por estrés postraumático).

Para entender mejor la trama en la película, hay que conocer la procedencia de su historia y la veracidad de esta. El libro homónimo es de corte autobiográfico y cuenta el descenso hacia el infortunio de Nico Walker. El cual se inicia con la adición a las drogas sistemáticamente y desencadenando a partir de ello, una serie de malas decisiones que terminarán en su encarcelamiento. En la película vemos un relato progresivo y prolongado que se divide en actos como una ópera. Al estar narrada en primera persona, la historia genera un acercamiento empático con el personaje principal y un sentido de realidad. Esta asertividad narrativa es palpable en el libro como en la película; sirvió para abordar de forma intimista un tema tan delicado como es el TEPT en la sociedad estadounidense y que afecta a la gran mayoría de ex soldados.

Hay que recalcar las circunstancias del autor como soldado de primera generación en Iraq. No es de extrañar que tuviera un mal diagnóstico para su salud mental y que el gobierno americano dejará de lado a los primeros veteranos de guerra. Aunque no sea justificación, estas falencias son parte importante de la trama y demuestra cómo la vida de Walker se vio sumida en la desgracia después de su servicio. La novela guarda una poderosa crítica social a través de la vida del protagonista, donde los estragos de un mal diagnóstico psicológico y un mal seguimiento del estado para con sus soldados, es una grave falta a su nación. Lo cierto es que Nico Walker es la cara más cruda de la guerra después de la guerra; una realidad innegable que merece y necesita ser visibilizada. Razón que llevaría a una rápida exposición de la novela en las pantallas grandes con una adaptación un poco atropellada de parte de sus directores.

En suma los hermanos Russo no dejaron nada al aire, y por eso la película es extensa y minuciosa. Tiene matices musicales entre las escenas finales de cada división que recaen en los clásicos. Los juegos de cámara con un recurrente cenital y colores rojo carmesí siempre presente, es como teñir de sangre la paleta del filme, una marca característica en este trabajo. Por otro lado, la película está forzada a la grandiosidad, quedando cursi en su esfuerzo. A pesar de ello, su novedad se halla en la verdad de los hechos, muy sorprendentes para un solo ser pero posibles en las películas, a excepción de esta donde “la realidad supera a la ficción” y sin duda lo hace en la vida de Nico Walker.