El alcalde de Lima, Jorge Muñoz, entregó la obra de mejoramiento y puesta en valor del histórico Hospicio Bartolomé Manrique, que demandó una inversión de S/23.5 millones y es parte de los trabajos de recuperación que viene realizando la comuna limeña en el Centro Histórico.

La obra ejecutada por la Municipalidad de Lima, a través de Emilima, incluyó la intervención en columnas, paredes, carpintería y techos, así como pisos y elementos decorativos del inmueble, ubicado al lado de la plaza Francia, entre el jirón Rufino Torrico y la cuadra 9 de la Av. Garcilaso de la Vega.

Asimismo, se han implementado nuevos ambientes destinados a diversos usos, como la Pinacoteca Municipal Ignacio Merino y espacios para salas de lectura, información turística, y de exposición y difusión cultural. En tanto, en los primeros niveles del inmueble de 2,721.25 m2 se contará con las oficinas de trámite documentario y el Archivo Central de la Municipalidad de Lima.

“Esta es una obra que nos llena de alegría porque es un trabajo que se ha realizado con Emilima, Prolima y otras áreas, a fin de recuperar espacios públicos para el ciudadano y tener una plaza Francia totalmente remozada. Comenzamos con la recuperación de las esculturas, la iglesia de La Recoleta y ahora este histórico hospicio, áreas verdes y una mejor ornamentación”, señaló el burgomaestre.

La remodelación y restauración de esta infraestructura, construida en 1866, se efectuó de acuerdo con las condiciones de habitabilidad y confort estipuladas en las normas nacionales de edificación y conservación del patrimonio arquitectónico, tal como lo señala el Ministerio de Cultura, y en estricto cumplimiento de los protocolos de bioseguridad establecidos por el Ministerio de Salud.

De esta manera, la Municipalidad de Lima continúa comprometida con los trabajos de recuperación del Centro Histórico, a fin de devolver la identidad a nuestra ciudad.

El área donde hoy se sitúa el Hospicio Bartolomé Manrique fue parte de la extensa huerta de San Jacinto, perteneciente a la casa de la Recolección Dominica de la Bendita, fundada en 1606.

A mediados del siglo XIX, estando aún en funcionamiento la Recoleta Dominica, fue vendida a Pedro González de Candamo, quien traspasó la propiedad de estos terrenos a Bartolomé Manrique, el cual generosamente construyó este albergue para niñas y mujeres.