Al rescate de la Casa Hacienda Punchauca
Oswaldo Sosa, director del colectivo Patrimonio de Todos ha iniciado una campaña de limpieza en la histórica hacienda.
Por: Kiara Barrios.
El 17 de abril de este año se realizó una jornada de limpieza en la Casa Hacienda Punchauca, escenario de la entrevista entre el virrey José de la Serna y el General Don José de San Martín por la independencia del Perú, en coordinación con la Municipalidad Distrital de Carabayllo, el Proyecto Especial Bicentenario y la agrupación cultural Patrimonio de Todos.
Antes de esta intervención la hacienda se encontraba en un estado total de abandono, registros visuales evidencian que desde la llegada de la pandemia el lugar había pasado a ser ocupado por personas de mal vivir hasta convertirse en un depósito de desechos. La iniciativa parte del director del Colectivo Patrimonio de Todos, Oswaldo Sosa, junto a quien daremos un recorrido histórico sobre la importancia del recinto inmortalizado por Juan Lepiani y su posible futuro inmediato en el marco del bicentenario de nuestra independencia.
Sobre la hacienda
En el km. 25 de la carretera a Canta, cerca del río Chillón, junto a un magnífico complejo agrario y entorno agrícola se erige uno de las casas haciendas más antiguas de la región, la Hacienda Punchauca fue declarada monumento de la Nación por resolución ministerial del Ministerio de Educación Nº 0928-80-ED del 23 de julio de 1980, sin embargo, el cuidado aplicado de forma intermitente desde el 2013 ha causado un gran deterioro de toda su infraestructura.
Según el arqueólogo y magíster en Gestión del Patrimonio Cultural, Rolando Arciga Soto, la importancia que tiene el monumento es la de ser un ejemplo rural de tipo casa hacienda de la época colonial, con limitadas modificaciones. Los muros de la casa fueron construidos con adobes usando el sistema de ordenamiento de aparejos inglés, piso de baldosa hidráulica y ladrillo, el techo era entablado en madera y la cobertura de la capilla fue de bóveda de medio cañón. El especialista de la UNMSM también señala que en la casa hacienda existieron un total de 19 recintos: pasadizo adintelado, capilla, sacristía, cuarto del harinero, cocina, cuarto del doctor, sala, terraza, baño, cuarto de tránsito, dormitorio, patio, tópico, comedor, enfermería de hombre y mujeres (ambos separados), corral y cepo.
Los documentos que existen alrededor de la Casa Hacienda Punchauca son pocos, por lo que el conocimiento sobre su evolución arquitectónica es limitado, por lo menos desde antes del siglo XVIII. Según el director de Patrimonio de Todos y también docente de Ciencias Sociales, Oswaldo Sosa se corre peligro de que se pierda este valioso monumento histórico. “El bien no se protege de manera adecuada, y aunque colectivos como el nuestro se dediquen a su limpieza esta acción no puede estar sobre nuestra salud. Se necesita que las entidades estatales coordinen y gestionen el tratamiento de Punchauca ya que su puesta en valor también representa el crecimiento económico de todos los ciudadanos que habitan en el distrito”.
El saneamiento físico legal
Según Sosa este es el principal problema de la hacienda, ya que, ante un incompleto o nulo proceso de saneamiento físico legal, es decir, la regularización de la propiedad del predio, las acciones que se llevan a cabo para su cuidado no pueden ser más intrusivas. Se sabe que, durante los primeros años del siglo XIX, la hacienda fue vendida a Jacinto Jimeno y su esposa Mariana Domínguez, quienes ofrecieron el recinto a José de San Martín para la icónica entrevista de Punchauca, y posteriormente arrendaron a José Ausejo. Años después la hacienda fue rematada por deudas pasando a ser propiedad del senador Nicolás de Olivera.
En la investigación que realiza el historiador Edgar Quispe Pastrana en “Hacia el Bicentenario del Perú. Año 2021. Un enfoque histórico de Lima Norte. El caso de la Casa Hacienda Santiago de Punchauca” se indica también que la hacienda fue el hogar de Manuel Candamo Iriarte, presidente del Perú en 1985 (como Junta de Gobierno) y de 1903 a 1904 (constitucional). Ya en los primeros años de este nuevo siglo se inicia un proceso de lotización que altera el entorno agrícola y a partir del 2012 la Municipalidad Distrital de Carabayllo y el Ministerio de Cultura firman un convenio de cooperación interinstitucional para salvaguardar la Casa Hacienda Punchauca, sin embargo, al no existir constancia en este proceso la casa se ha visto cada vez más deteriorada con los años.
Una década atrás la historiadora Mariana Mould de Pease indicaba que la casa hacienda era aún patrimonio arquitectónico recuperable, declarando para un medio de la ciudad de Trujillo que existen 3 pasos para realizar la gestión cultural por la recuperación socio arquitectónica del monumento y señalando que este es un símbolo de la identidad de Lima Norte. “El primer paso es aglutinar, a través de medios electrónicos, a las personas naturales y jurídicas que de una u otra manera ya han expresado su interés en salvaguardar los valores hispano-andinos representados en Punchauca. El segundo paso es dirigirnos a las respectivas oficinas del MINCUL, el Congreso de la República y la Municipalidad de Carabayllo para definir competencias y responsabilidades en el indispensable saneamiento legal de la casa hacienda, así como su área de protección. Finalmente, es necesario conseguir el apoyo económico para su restauración arquitectónica y cultural mediante programas de apoyo y responsabilidad socio-cultural-empresarial”.
El Colectivo Patrimonio de Todos, una lucha por la revalorización
De la misma manera en la que Mould de Pease señalaba que existen tres puntos cardinales para el esbozo del cuidado de la Casa Hacienda Punchauca existe otro pilar que ha permanecido en manos de la ciudadanía: el involucramiento. La agrupación cultural Patrimonio de Todos nace de la mano de Oswaldo Sosa y un grupo de jóvenes entusiastas que se dedican a la difusión de la cultura y la historia de nuestro país para promover la concientización y sensibilización del patrimonio.
Conforman el colectivo Kevin Pachas, Jorge Araya, Blanca Sifuentes, Sebastián Paredes, Sebastián Fernández, Viviana Encalada, Angie Camacho y Antone Quiñones; ellos escogieron junto a su director la Casa Hacienda Punchauca porque es parte de la historia de nuestra independencia y, gracias a su participación en el programa Defensores del Patrimonio del Ministerio de Cultura se capacitaron para organizar este bicentenario una puesta en escena representando la reunión entre San Martín y La Serna.
Así mismo, su preocupación por la próxima pérdida de este monumento histórico los hace convocar a la ciudadanía para que estén al pendiente del cuidado patrimonial de toda la riqueza que se alberga en el país. El colectivo funciona de manera auto sostenida, y aunque Sosa indica que han conversado con la Municipalidad de Carabayllo para futuras limpiezas en Punchauca y que les faciliten el vestuario necesario para la representación de su obra histórica, están abiertos a recibir donaciones. Para comunicarse con ellos y unirse a la noble labor de cuidar el patrimonio pueden visitar su página oficial en el siguiente enlace.