Por: José Villagarcía.

El pasado lunes 3 de mayo, el Ministerio de Cultura presentó la mesa “Cuidar las colecciones en tiempos de pandemia”, la actividad estuvo moderada por la historiadora del arte Aránzazu Hopkins, encargada del equipo especial en Conservación y Restauración de Bienes Culturales Muebles de la Dirección General de Museos.

Aránzazu Hopkins presentó a los invitados y destacó que “[...] los especialistas se han dedicado el año pasado a investigar y ejecutar protocolos y lineamientos que han favorecido de manera acertada el manejo de sus colecciones. La manera en que hoy en día se relacionan las colecciones, las investigaciones, la difusión en nuestros museos ha cambiado muchísimo pero eso no ha demeritado las labores que se han estado realizando hasta el día de hoy, que aunque no se puedan hacer 100% presenciales se han estado realizando actividades”.

La doctora Lourdes Gallardo, restauradora del Museo del Templo Mayor de México, empezó el diálogo académico: “Nosotros en México, más o menos hacia el 25 de marzo tuvimos la declaración oficial de la emergencia sanitaria y todos los museos se tuvieron que cerrar. El cierre se postergó cuatro veces el año pasado y dos este año. Nosotros continuamos con nuestros proyectos de conservación lo más que pudimos y nos adecuamos a los nuevos cambios e hicimos protocolos para la vuelta al museo pero no hemos vuelto desde el año pasado. Desde el área de conservación estamos conscientes que nuestro trabajo es eminentemente presencial, tenemos trabajadores técnicos en la zona arqueológica de nuestro museo de sitio. Para ellos creamos el proyecto Quehaceres y saberes en la conservación en el Templo Mayor, para documentar esta parte más antropológica de la vivencia de los trabajadores en la pandemia”.

La magister Angélica Isa, conservadora del Museo de Sitio de Pachacamac, continuó el diálogo: “A nosotros nos dijeron el 15 de marzo del año pasado que empezaba un cierre total. Pachacamac está a 30 km al sur de Lima, la mayoría de nosotros no vivimos cerca, fue una situación complicada, dejamos cosas a medias. Tenía cerámicas a medio proceso de desalinización, no podía ir a sacarlas de los baldes de agua ni a medir las sales que estaban saliendo, solo podía ir el personal de seguridad. Ahora nos estamos asegurando de tener los agentes del deterioro a raya, se hecho el mantenimiento de la bomba de agua, del sistema eléctrico, hemos tenido que actualizar y crear nuevos protocolos que no teníamos, y en el proceso, autocapacitarnos”.

La conservadora y restauradora María Catalina Plazas, del Museo Nacional de Colombia, prosiguió: “Nosotros empezamos haciendo una lista de chequeo, identificamos zonas vulnerables y su ubicación, para que servicios generales y el personal de vigilancia hicieran el recorrido respectivo. Ellos están poniendo el pecho y asistiendo, nos han ayudado en todo el proceso. Verificamos las luminarias, reduciendo el periodo de rotación y evitando un gasto energético. Vimos el manejo de equipos, si los deshumidificadores tienen alguna alerta, su manejo, ubicación y mantenimiento. El uso de un WhatsApp fue un canal de comunicación muy homogéneo, no era tan escalonado, todo fluyó por ahí. Ya teníamos un software para llenar los estados de conservación y las actas de manera remota y usamos firma virtual. Otra solución para nosotros fueron los comisariados virtuales, hemos recibido piezas con acompañamiento virtual”.

El arqueólogo del Museo Cao, Rubén Buitrón, explicó la ubicación de su museo: “El Complejo Arqueológico El Brujo es un programa de la Fundación Wiese con un convenio interinstitucional con el Ministerio de Cultura, que viene investigando por más de 30 años. El complejo se ubica a 50 km de Trujillo, adyacente al mar, se encuentra bastante aislado. Si había dificultades para el acceso, la distancia sí fue un verdadero reto. La pandemia ha golpeado duramente a todos los museos, sin embargo creo que en realidad ha visibilizado las debilidades y ha mostrado nuestras fortalezas, de alguna manera se ha convertido en un catalizador de procesos que no hacíamos y que se han vuelto muy importantes. El monitoreo remoto, el tema de la generación de contenidos se ha ido incluyendo en esta nueva versión del manual de gestión de colecciones. Ya habíamos implementado amortiguadores térmicos con extractores sin uso de energía, evitaron usar aire acondicionado”.