Por: José Villagarcía.

El pasado martes 18 de mayo, la Municipalidad de Pueblo Libre realizó un conversatorio dentro del ciclo Diálogos del Bicentenario dedicado a Túpac Amaru II conmemorando el 240° aniversario de la muerte del héroe nacional denominado “Impacto de la rebelión de Túpac Amaru en la Independencia del Perú”.

La actividad fue presentada por Juan Yangali, gerente de Cultura, Turismo y Educación de la Municipalidad de Pueblo Libre y contó con la participación del Dr. José de la Puente Brunke, historiador y Decano de la Letras de la PUCP y los actores Reynaldo Arenas y Zully Azurín, quienes interpretaron a Túpac Amaru II y Micaela Bastidas en la película Túpac Amaru de 1984.

El alcalde de Pueblo Libre, Stephen Haas, empezó agradeciendo a los invitados y manifestando: “El día de hoy se cumplen 240 años del sacrificio de Túpac Amaru y Micaela Bastidas. También quiero rendir un homenaje a Tomasa Tito Condemayta que también fue una estratega muy importante que estuvo al lado de Túpac Amaru y fue pieza fundamental para la victoria de Sangarará y también fue condenada a muerte un día como hoy por las huestes realistas”.

José de la Puente enfatizó que: “[...] la rebelión de Túpac Amaru es muy importante en la medida que es una manifestación de la importancia del sur andino que fue en la época del virreinato un espacio geográfico muy coordinado desde el punto de vista económico y social que luego de la independencia fue repartido entre diversos países. La rebelión incluyó diversos grupos sociales, entre mestizos y criollos, es un reflejo de un descontento social mayor, de una toma de conciencia de la idea de una comunidad”.

El reconocido actor Reynaldo Arenas manifestó: “Hablar del cine nacional es hablar antes y después de Túpac Amaru, la película fue una coproducción peruano cubana. Toda la parte de españoles fue representada por actores cubanos y la indígena por peruanos. Para mí fue todo un reto, me avisaron un año antes. Tuve que prepararme, fui al Sexto, a la prefectura, hablé con el coronel para ganar peso, en las tardes iba a San Marcos a estudiar historia y los sábados por la tarde iba al Potao para practicar equitación. Cuando se estrenó la película fue el más grande placer de mi vida, el público se paró a aplaudir diciendo ‘Perú’. Marcó una gesta, creo que hasta ahora Túpac Amaru cabalgando. Luego fui a festivales en el mundo”.