Por: José Villagarcía.

El pasado lunes 17 de mayo se llevó a cabo la conferencia “El taller de restauración en los museos” organizada por el Museo Pedro de Osma y el Centro Cultural de la Universidad del Pacífico. La actividad organizada en el Mes de los Museos fue presentada por Pedro Pablo Alayza, director del Museo Pedro de Osma y moderada por Luis Adawi, jefe de colecciones del Museo Pedro de Osma.

La magister Aránzazu Hopkins, coordinadora del equipo especial en Conservación y Restauración de Bienes Culturales Muebles de la Dirección General de Museos del Ministerio de Cultura empezó la conferencia: “El taller es un espacio interesante donde se involucran diferentes disciplinas para poder lograr la intervención correcta. Hay un impulso desde estos espacios, taller, laboratorio, gabinete, para lograr una reflexión teórico-práctica. En el Perú hay talleres privados y públicos donde se trabajan materiales de diferente índole. Los talleres en 80% cumplen una función itinerante, se identifican con las posibilidades de formación y complementación con las DDC (Dirección Desconcentrada de Cultura) que son las unidades ejecutoras del Ministerio de Cultura, tienen esta cualidad muy dinámica de poder acercarse a las diferentes regiones. Los laboratorios de conservación mantienen enfoques desde los procesos preventivos y tienen un fuerte componente metodológico de acuerdo a parámetros internacionales. Un taller y laboratorio de conservación tiene que tener una compenetración entre diferentes tipos de especialistas porque nuestro patrimonio conlleva muchas miradas”.

Andrea San Martín, gestora del taller de conservación del Museo de Arte de Lima, continuó mencionando que “[....] desde el inicio de la emergencia sanitaria y con el fin de garantizar el bienestar del equipo y la preservación de las obras se planteó otra rutina de trabajo vía remota. Al inicio comenzamos a trabajar con el equipo de seguridad para hacer el monitoreo de las salas, así elaboramos protocolos de emergencia. Tuvimos el comisariado virtual, que muchos museos han aplicado. Hicimos la limpieza de obras como Los funerales de Atahualpa de Luis Montero, que no habíamos podido hacer desde 2015, necesitábamos un equipo más grande y un tiempo significativo para hacerlo. Fue una limpieza mediante brocha y aspiradora. Hicimos la limpieza de las salas de arte colonial, vitrinas y sala permanente de textiles”.

Continuó Arianne Vanrell, conservadora-restauradora del Museo Reina Sofía: “Yo creo que todos los museos hemos hecho un esfuerzo inmenso en actualizar las colecciones y hacer las cosas que por cuestiones logísticas o falta de tiempo no habíamos hecho. Después de quince días de encierro y gracias al departamento de informática del museo pudimos conectarnos con la base de datos. Tuvimos que ir al museo con salvoconductos, empezamos a trabajar en la supervisión de nuestras colecciones, revisiones e informes. Nuestro taller cuenta con un área importante dentro del edificio histórico, posee dos alturas, área de restauración de pintura, escultura, laboratorio de química, arriba el área de restauración de la obra sobre papel y fotografía. Tenemos la suerte de contar con luz natural, algo que entre restauradores sabemos, es algo muy importante”.