Por: Sujhey Coronel.

El pasado jueves 27 de mayo se inauguró la exposición “Lucho Repetto: Una vida entre museos” mediante el Facebook Live del Centro Cultural PUCP. Por ello, la actividad se realiza en el marco del Bicentenario de la independencia del Perú y en el Mes de los Museos, pues rinde homenaje a Luis Repetto Málaga, promotor y conservador de la cultura y el arte popular de nuestro país.

La muestra contó con la participación de Ana Osorio, coordinadora del Centro Cultural de la PUCP; Bárbara David, representante de la Fundación BBVA; Gustavo Benza, historiador y sociólogo; Liliana Com, administradora y gestora cultural, Neydo Hidalgo, historiador y Jorge Linares, gerente de la Cámara Regional de Turismo de Loreto.

La exposición presentó un recorrido por las diferentes etapas de su vida y su trabajo a través de imágenes y videos, divididas en tres secciones: una sección dedicada a su trayectoria en la Pontificia Universidad Católica del Perú, otra sección, sobre su destacada labor en el Consejo Internacional de Museos (ICOM) y su dedicación a la protección del patrimonio monumental arqueológico e histórico peruano, la conservación de los cementerios patrimoniales, y su constante preocupación por el desarrollo de la museología en el Perú.

“En realidad, Lucho ha sido una persona tan importante en mi vida, que yo creo que esto que tengo de gestora cultural, también es debido a él, recuerdo muchas anécdotas de él, cuando fuimos a Ayacucho, él conocía cada rincón, cada espacio, cada monumento, cada artista, tallador, retablista y faltan palabras para decir, la magnitud de su trabajo, porque él no solo hablaba de artesanías, si no también hablaba de museos y todo lo que es nuestro”, recordó Com.

Luis Orlando Repetto Málaga fue un importante gestor cultural, comprometido con la conservación, protección y difusión del patrimonio cultural de nuestro país, dedicado a la protección del patrimonio monumental arqueológico e histórico peruano, la conservación de los cementerios patrimoniales, y su constante preocupación por el desarrollo de la museología en el Perú.

“Yo nunca le oído a él, hablar mal de nadie, él siempre hablaba bien de todos, era una persona que apostaba siempre por el bien, por el cariño, no odiaba a nadie, él solo veía las cosas buenas”, mencionó Benza.

Finalmente, la tercera sección culmina con una especial conexión con sus queridos amigos y amigas que lo acompañaron siempre, su complicidad para realizar diversos proyectos, y compartir sus pasiones como la marinera, los viajes, la comida peruana, la jarana criolla y celebrar la vida misma.