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fuente: fotografía de municipalidad de lima.

Basílica de María Auxiliadora de Lima: Un símbolo de nuestra sociedad y cultura

Sobre el origen e historia de la única basílica republicana del Perú y su trascendencia como santuario de la religiosidad nacional.

Publicado: 2021-07-05

Por: Franz Linares.

Una de las iglesias más singulares y significativas que embellecen a la ciudad de Lima es el santuario conocido como la Basílica de María Auxiliadora. Ubicada en el distrito de Breña, el templo es una de las mayores joyas y obras maestras del periodo republicano de nuestro país. Como ícono de honores y festejos, su presencia y mención han sido ya trascendentales para la historia del Perú en fechas pretéritas. Teñida de encumbrada historicidad, es un referente crucial para definir no solo una parte de nuestra historia, sino también un aspecto fundamental de nuestra sociedad y cultura.

FUENTE: FOTOGRAFÍA DE MUNICIPALIDAD DE LIMA.

Un homenaje por el Centenario

La Basílica de María Auxiliadora es de vital importancia dentro de la historia del Perú por diversos motivos.

En primer lugar, hemos de tener en cuenta su excepcionalidad debido a que en el Perú existen doce santuarios que ostentan el rango oficial de “Basílica”, el cual es otorgado por el Sumo Pontífice de Roma, y que once de los cuales son de estirpe virreinal. Por lo tanto, al de María Auxiliadora le corresponde ser el único en su categoría de construcción e historia netamente republicanas.

Construido entre los años de 1916 a 1924, el santuario es el principal templo de la Congregación Salesiana en el país; y su edificación estuvo condicionada desde sus inicios para ser considerada como “Homenaje Nacional por el Centenario de la Independencia del Perú”. El historiador Franco Córdova escribe que “[...] la importancia de este monumento religioso se originó desde su propia concepción, cuando fue diseñado para ser el templo de gratitud a Dios por el Centenario de la Independencia, a celebrarse en 1921”.[1]

Fue por esta razón que, aunque inconclusa, su inauguración formó parte de los actos oficiales por el Centenario, y fue bendecida por el presidente de la República Augusto B. Leguía el 29 de julio de 1921, e inaugurada solemnemente un día después.[2]

La construcción del templo seguiría su curso en los años posteriores para finalmente ser reinaugurada en su totalidad monumental el 8 de diciembre de 1824, conmemorando así otra fecha histórica de gran importancia en la historia peruana: el centenario de la batalla de Ayacucho.

Hito de la arquitectura religiosa

El templo es de estilo “románico-bizantino”, y es considerado un hito dentro de la arquitectura religiosa del Perú gracias a que, por su característico diseño, es un elemento representativo del paisaje urbano limeño. “Su torre de 56 metros, a pesar de la proliferación de edificaciones que la superan en altura, es aun visible desde varios kilómetros a la redonda. Fue por varios años la estructura más alta de Lima”.[3]

Además, su arquitectura marcó una línea fronteriza entre las ya clásicas construcciones virreinales y decimonónicas de estilo retablo escoltada por dos torres, para abrir paso a un arte nuevo y renovador, tal como lo concebiría su arquitecto, el Padre Ernesto Vespignani, quien a la postre sería reconocido posteriormente como el arquitecto salesiano más importante de la primera mitad del siglo XX.

Con su frente “monocuspidal”, sus tres naves y su imponente torre principal hacen de la María Auxiliadora una de las joyas de la arquitectura limeña republicana. Asimismo, el ingenio de Vespignani no sería menor, ya que con el transcurso de los años el edificio se convertiría en modelo de notoria influencia para la construcción de otras iglesias dentro de la ciudad, tales como la iglesia de San Francisco en Barranco, la de Santa Beatriz en Lince, y hasta la del Señor de Luren, en Ica.[4]

FUENTE: FOTOGRAFÍA DE MUNICIPALIDAD DE LIMA.

Importancia cultural

Pero el templo mariano no solo está teñido de belleza arquitectónica y material, sino que es un centro de culto de copiosa religiosidad y de eminente importancia cultural.

En primer lugar, la basílica está reconocida oficialmente por la Santa Sede y por su categoría posee un otorgamiento especial de indulgencias para sus feligreses. Además, su valor religioso radica en que “es el principal epicentro en el Perú de la devoción a la Virgen María en su advocación Auxiliadora de los cristianos desde hace un siglo”.[5]

Asimismo, cuenta con la constante actividad filantrópica de la comunidad salesiana presentes en el Perú desde 1891.

Por otro lado, su trascendencia en el imaginario colectivo conserva un episodio histórico extraordinario que la ha coronado de un gran prestigio entre los fieles. A saber, el terremoto ocurrido el 24 de mayo de 1940, el seísmo de mayor magnitud que azotó Lima en todo el siglo XX, le otorgó al templo un carácter milagroso después de que, ocurrido el siniestro, y a pesar de que el edificio sufriera múltiples daños y rajaduras, todos sus congregantes resultaran ilesos.

“A pesar que el templo era el lugar con mayor aglomeración de personas en toda la ciudad, y el pánico generado por las rajaduras de las bóvedas, no se registraron víctimas ni heridos entre los feligreses que se encontraban en la misa. Al año siguiente el Cabildo Eclesiástico de Lima reconoció este hecho como un signo evidente de la protección de María Auxiliadora sobre sus fieles”.[6]

Esta milagrosa protección motivó a que el Papa Juan XXIII le concediera el título de Basílica Menor en marzo de 1962.

Finalmente, cabe resaltar que en su interior alberga una riquísima colección de lienzos, esculturas, vitrales, símbolos, altares, instrumentos musicales, y otras reliquias; además de sus ricas pavimentaciones marmóreas, sus impresionantes campanarios, la imagen policromada de María Auxiliadora de los talleres salesianos y muchas ricas y varias joyas y obras del arte europeo y nacional del siglo XX.

Patrimonio Nacional

Es por estas razones que el Estado peruano ha honrado a este monumento con la categoría oficial de Patrimonio Cultural de la Nación. Y así se ha celebrado mediante Resolución Viceministerial en abril del presente año, bajo auspicio del Ministerio de Cultura, y con el apoyo del equipo encargado dirigido por la viceministra de Patrimonio Cultural Leslie Urteaga Peña.[7] En palabras expresas, la funcionaria señaló que: “Es un reconocimiento que entregamos en nuestro bicentenario. Esta declaratoria es un motivo de felicidad para la comunidad salesiana. El Estado reconoce la protección y preservación del edificio y lo que contiene. Este trabajo es fruto de la unión de las autoridades, sociedad civil y comunidad religiosa para poner en valor y dar relevancia a nuestro patrimonio”.[8]

Reconociendo de esta manera que, a un siglo de su construcción, la basílica de María Auxiliadora se ha consolidado no solo como un hito de la arquitectura religiosa, sino también como el principal repositorio del arte religioso del siglo XX en Lima.

FUENTE: FOTOGRAFÍA DE MUNICIPALIDAD DE LIMA.

Notas:

[1] Franco Córdova, David. (2016). Basílica María Auxiliadora de Lima. Lima: Editorial Salesiana.

[2, 6] Agenzia Info Salesiana. (2018), Perú: Basílica María Auxiliadora de Lima. (Ver enlace)

[3, 4, 5] Basílica María Auxiliadora de Lima: 100 años (1921-2021). 56 fascículos. Colección Digital Salesiana. (Ver enlace)

[7] El Peruano. (24 de mayo de 2021). “Basílica de María Auxiliadora de Lima recibe reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Nación”. (Ver enlace)

[8] Expreso. (27 de mayo de 2021). “La Basílica de María Auxiliadora de Lima es Patrimonio Cultural”. (Ver enlace)


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Medio especializado en el sector Cultura.


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