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Publicado: 2022-03-18
Por: María Zapata.
TVRobles tuvo la oportunidad de conversar con Marialejandra Lozano, artista visual, docente y egresada de la Escuela de Arte Corriente Alterna; y finalista del XVII Concurso Nacional de Artes Visuales “Pasaporte para un Artista”; organizado por la Alianza Francesa de Lima. Su obra ha sido subastada en el Museo de Arte de Lima, en el 2015, y además forma parte de colecciones privadas importantes de Lima, Barcelona, Londres, Buenos Aires y Nueva York. Actualmente, es una de las 28 participantes de la muestra colectiva Allin Warmi, realizada en Arcadia Art Gallery.
- ¿Qué efecto tuvo la pandemia sobre tu proceso creativo?
- Mi proceso creativo fue difícil y lento. Aparte de ser artista y trabajar con las galerías, en este tiempo, desarrollé la docencia e incluso realicé estudios de una nueva carrera. La pandemia me permitió manejar todas estas actividades desde casa, pues mientras tomaba clases seguía pintando cuadros. Sin embargo, al inicio, hubo momentos muy complicados, pues existía mucha incertidumbre. Mis abuelos son personas mayores de edad y mi madre sufre de asma, por lo que tuve mucho miedo de que algo pudiera pasarles. Cuando salió el cronograma de vacunación, mi estrés bajó mucho porque sentía que mi familia estaría más segura. Eso logró que pudiera trabajar con menos tensión y dedicarme a mi trabajo al cien por ciento.
- Tus proyectos artísticos se componen de la pintura, la instalación y el ensamblaje, ¿cómo nace tu interés por experimentar con estas técnicas?
- En la Escuela de Arte Corriente Alterna, de la cual soy egresada y docente, nos incentivan a estudiar de todo un poco. Luego de aprender lo básico, los artistas vamos experimentando con todo aquello que nos va gustando porque el arte es un proceso subjetivo. Yo me fui abriendo al camino de la pintura, pues es mi lenguaje simbólico. Sin embargo, también me interesé por el ensamblaje porque sentía la necesidad de trabajar objeto tridimensional, pero sin alejarme de la pintura y los parámetros de composición, color, entre otros. Todo lo que realizo: ensamblaje, instalación, video y cortometrajes pasan por este filtro estético, simbólico y pictórico de la pintura.
- ¿Un artista debe ser versátil con su arte?
- Considero que la versatilidad es importante mientras sea coherente con el artista. Algunos se dedican a desarrollar una sola técnica en sus obras de manera excelente y eso está genial. La experimentación tiene que ver con el lenguaje del artista y sus vivencias. En mi caso, me funciona ser interdisciplinaria porque estoy en una búsqueda constante por encontrar el medio que mejor comunique mi idea.
- ¿Cuál fue tu principal interés al trabajar con la recuperación de archivos?
- Yo viví en el extranjero por mucho tiempo, por lo que al volver al país busqué conectar con el territorio peruano a través de una serie de imágenes que mi abuelo poseía. Él trabajaba en Aerofoto realizando estudios topográficos; además, enseñaba geografía e historia, por eso tenía una gran colección de fotografías del territorio. Adicionalmente, investigué mucho sobre la historia del Perú y comencé a trabajar en un proyecto llamado ‘La Conquista’. De hecho, los primeros libros que recolecté y archivé para esta obra fueron los de historia y geografía que usaba mi abuelo. De esta manera, quise darles una nueva vida.
- ¿Qué significó para ti el desarrollo de la serie ‘La Constelación’?
- En el caso de ‘La Constelación’, pasé varios años investigando sobre las constelaciones, el trabajo del filósofo Walter Benjamin, los rizomas y la forma de crear de Jorge Eduardo Eielson, uno de mis artistas favoritos que comenzó a constelar sus pensamientos. Mi objetivo era que este proyecto resultase ser un modo de conocer tu identidad, ya que se conectan pequeños fragmentos de la memoria para armar un todo. Considero que esta obra fue un punto de partida para identificar dónde me encontraba en el mundo. ‘La Constelación’ continúa en proceso, pues está creciendo al igual que yo. La última vez que la mostré fue en 2016, por lo que en algún momento espero volver a exponerla.
- ¿Por qué era tan importante para ti representar los paisajes en los que transitaste de niña en ‘Retorno a lugares de la memoria’?
- ‘Retorno a lugares de la memoria’ es un proyecto artístico importante porque me permitió entender dónde había comenzado mi camino como artista. Soy un ser que absorbe sensaciones a través de lo visual y fue justamente en los paisajes que componen esta serie que me percaté de eso. Por mucho tiempo, pensé que me había inventado un árbol rojo porque soñaba mucho con él. Este árbol existía en un jardín japonés ubicado en Oregón, Estados Unidos. En algún momento fui al lugar, por lo que tenía ese recuerdo. Entonces, decidí viajar allí para dibujar en vivo y tomar fotos. Luego, volví a Lima para trabajar en la obra. Primero, partí de la foto. Después, pinté con mis recuerdos del espacio. Por esa razón, los cuadros presentan una estética difuminada. Los recuerdos no son tan claros como las fotos.
- Al crear ‘De lo viral a la plástica’ recolectaste una serie de imágenes provenientes de internet para proponer una reflexión sobre el consumo de información visual ¿A qué conclusión llegaste con este proyecto artístico?
- En la actualidad, consumimos una gran cantidad de información desde distintas plataformas. Este consumo es mucho más veloz y a veces bastante superficial. Por ejemplo: podemos estar observando imágenes desgarradoras sobre Ucrania y, dos segundos después, ver a un adorable gato realizando una pirueta olvidándonos de lo anterior. Esta exposición de alguna forma nos insensibiliza de lo que está pasando a nuestro alrededor. El que nuestro cerebro pase de un tema a otro rápidamente, hace que las cosas pesen menos de lo que deberían pesar. Esa es la reflexión de mi proyecto.
- ¿Qué sientes al participar nuevamente de una muestra presencial?
- Por un lado, me parece increíble, surrealista y bonito poder tener estos pequeños respiros de normalidad. No es lo mismo observar una pintura en vivo que en una figurita dentro de un libro. La escala de las obras te puede sorprender. Por otro lado, creo que el volver a las galerías es una oportunidad para reflexionar sobre las buenas prácticas que nos dejó la virtualidad. Yo enseño cursos prácticos a través de la computadora. Mis alumnos me suelen enviar fotos de sus avances y gracias a las plataformas virtuales puedo exponer sus trabajos en la pantalla para que todos puedan identificar sus fallos más pequeños. Por ejemplo: cuando diferimos sobre un color, uso el Photoshop para identificar su composición y reconocerlo.
- ¿Qué consejo le darías a las jóvenes que están empezando su carrera artística?
- Primero deben conocer qué es lo que quieren comunicar y cuál es el mejor medio para hacerlo. Luego, es necesario que se formen en ese camino. Después de que se adquieran los conocimientos básicos de la especialidad, se podrá experimentar tanto como se desee. Los artistas también debemos mostrar actitud. Si crees que tu trabajo es bueno y te apasiona, defiéndelo con garra. Si ya es bastante difícil ser mujer y existir en el mundo, lo es aún más si dudas del valor que posee tu trabajo.
- Las obras de Marialejandra Lozano giran en torno a la reinterpretación de conceptos que por lo general están asociados a la memoria, la identidad y el territorio; a fin de crear un recuerdo visual que perdure en el tiempo. Invitamos a todos a observar su trabajo artístico en la muestra colectiva Allin Warmi, realizada en Arcadia Art Gallery. Muchas gracias por la entrevista.
- A ti.
