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Natalia Villanueva: “Al pasar tiempo transformando un objeto, le adicionamos nuestro tiempo, nuestro afecto, nuestra sensibilidad”

Conversamos con la artista Natalia Villanueva Linares, quien está nominada a Mejor exposición individual en los Premios LUCES del Diario El Comercio, sobre su última exposición y su trayectoria artística.

Publicado: 2023-02-19

Por: Daniel Bernedo Chávez.

¿Alguna vez nos hemos preguntado qué historia hay detrás y dentro de los objetos? En el transcurso de la vida encontramos objetos, tan comunes y tan únicos a la vez, que atestiguan silenciosamente una infinidad de relatos en tiempos, lugares y momentos determinados. En nuestros hogares, desde su posición, dichos objetos miran, sienten, viven, y en su carga interior, ocultan, comparten y revelan instantes. El curso de una y mil historias yacen prósperas en el material, donde su generosidad y disposición se abren ante la curiosidad ¿Estamos dispuestos a dicha entrega mutua?

Con una afinidad, vida y obra en armonía con la materia, Natalia Villanueva Linares, artista nómade multidisciplinaria, viene practicando un arte en comunión y complicidad con los objetos. Peruana nacida en Francia, graduada con honores de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París. Desde hace más de diez años vive en Estados Unidos, donde fundó la organización cultural Yaku y la revista Ukayzine. Viene desarrollando su trabajo entre Perú, Estados Unidos y Europa.

De cálida humanidad y luminosa espiritualidad, la vida-obra artística de Natalia integra principalmente la instalación y performance. Para ello, emplea objetos cotidianos -papel, hilos y agujas- y naturales -cabello y tierra- como metáforas de entrega. Y, a través de texturas, color, tamaño y orden, pero fundamentalmente la unicidad y dualidad, explora la transformación del objeto y el encuentro de historias interminables. Sus instalaciones son monumentalmente emotivas y enigmáticas, y sus performances, participativas y distanciales, crean gestos únicos, reflexiones y encuentros.

TVRobles tuvo la oportunidad de conversar con Natalia Villanueva sobre su trabajo artístico y su última muestra individual en Lima, Se multiplican llamativas, las hermanas agudas, exhibida en el Museo de Arte de San Marcos, actualmente nominada como Mejor exposición individual en la categoría Artes Visuales de los Premios LUCES 2022 del Diario El Comercio.

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Buenos días, Natalia. Cuéntanos sobre tí, tu trabajo artístico y trayectoria en Perú.

Soy artista de origen franco-peruano. Vivo en Chicago donde trabajo en mi taller bautizado “Fortuna”. Soy contribuidora de la publicación de Sixty Inches From Center en Chicago con mi proyecto de traducción titulado Desde los Archivos y miembro del proyecto de crítica CANJE junto a otros artistas, poetas, escritores y editores. Mi práctica artística es internacional, se desarrolla entre América del Sur, del Norte y Europa, y principalmente en el arte de la instalación monumental, objetos transformados y mi práctica performativa, creando experiencias participativas e investigando el origen de la unicidad. Por lo general mis performances son públicas o las realizo en espacios de arte alternativo.

Tengo una afección magnética por las grandes colecciones de objetos cargados de historia. Con una relación animista por ciertos materiales, invito a los demás a sentir la magnitud de su generosidad, procediendo muchas veces a la destrucción de objetos para producir transformaciones, abriéndolos y permitiendo que la destrucción se convierta en un gesto de distribución. Mi trabajo habla de la “inmensidad” a través de tamaños colosales o la abundancia que se puede encontrar en algo diminuto.

La identidad de mi práctica es muy peruana, se revela instintivamente en mis obras, y me crea la necesidad de compartir mi trabajo y mantener una relación cercana con nuestra/s cultura/s. He tenido el honor de exponer junto a grandes artistas peruanos como Giuseppe Campuzano, Germa Machuca, Alan Poma, Janine Soenens, Christians Luna gracias a Jorge Villacorta en la muestra evolutiva llamada eX²periencia que realizó en la Sala Luis Miró Quesada Garland (2013). Mis exposiciones individuales fueron Soulutions V, la Biblioteca de gestos en la Alianza Francesa de Miraflores (2020) y Las Primeras Poemáticas con la Galería Wu en 2021. He sido finalista en tres ocasiones del Premio ICPNA Arte Contemporáneo, en 2019 curado por Augusto del Valle, en 2020 curado por Sharon Lerner y Giuliana Vidarte en 2022. Gracias a este concurso he podido descubrir el trabajo de artistas emergentes y establecidos de la práctica contemporánea actual, como Manuel Limay, quien me invitó a participar en el Séptimo Salón de Dibujo de Cajamarca en 2021. Contigo, Daniel Bernedo, asistente de dirección del Museo de Arte de San Marcos, he sido invitada a presentar una performance en el Centro de Estudiantes de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. He realizado performances en la Sala Winternitz de la PUCP, durante el seminario de Enrique La Cruz y para la celebración del Día Internacional de la Mujer en 2019, en el MAC.

De septiembre a diciembre del 2022 presentaste “Se multiplican llamativas, las hermanas agudas”, tu tercera muestra individual, en el Museo de Arte de San Marcos. Previo a la muestra ¿Cómo te animaste a presentar tu proyecto en el Museo?

Se multiplican llamativas, las hermanas agudas, es una colección de obras hermanas. Llevan un gesto familiar de escritura y entrega, relacionadas a la práctica de la costura. Mi intención de traer esta colección al Perú, era exponerlas en el lugar donde se originaron estas historias. El lenguaje de estos materiales es muy “nuestro”, nos vinculan.

Siempre busco oportunidades para exponer en el Perú. Antes de la pandemia comencé a conectar con instituciones ubicadas en la ciudad del Cusco. Fuí a tocar la puerta a la Universidad Nacional Diego Tito Quispe, a la Alianza Francesa y la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de San Antonio Abad de Cusco. Me interesa colaborar con instituciones nuevas que voy descubriendo en mi camino para apoyar el intercambio de lenguajes creativos y nutrir mutuamente nuestros entendimientos y conocimientos artísticos. Me intriga conocer nuevas audiencias o miradas nuevas sobre mi trabajo.

“COLORIAL” (Mega). 2022. 570 carretes de hilo, 130x200x50 cm./Foto por: eduardo hirose.

Cuando la oportunidad de postular para exponer en el Museo de Arte de San Marcos llegó, fue muy emocionante imaginar “tal vez” exhibir mis obras en la Sala Juan Acha. Tenía gran curiosidad por traer al Perú esta colección de obras. Este museo es una gran institución que yo venía siguiendo, dentro del Centro Cultural de San Marcos, un oasis ubicado en el corazón de la ciudad. Además, tenía ya conexiones con la universidad. He participado como artista invitada para el curso Técnicas Artísticas, mi experiencia con los estudiantes me marcó de manera muy positiva, y exponer en el Museo implicaba también descubrir más sobre la relación y apuesta que tiene con el arte contemporáneo.

¿Cómo ha sido la experiencia y trabajo, desde la selección hasta la inauguración de la exposición en el Museo de Arte de San Marcos?

Todo el proceso de selección estuvo muy bien organizado. Es agradable para los artistas sentir que las instituciones toman en consideración el tiempo que hemos invertido en postular. El museo mantuvo a los candidatos informados de los avances y resultados de la selección. Luego de recibir la gran noticia a mediados de abril de 2020 en pleno comienzo de la pandemia, la crisis sanitaria mundial y la gran incertidumbre lo congeló todo. Tuvimos que esperar juntos que la situación sanitaria cambiara para definir las fechas de la muestra. Todo el año 2022 trabajé con el entonces director Augusto del Valle, la gestora cultural Sadid Reategui, Karina Curillo, encargada de la investigación y catalogación, y el museógrafo Edwin Huancachoque, para discutir sobre la logística, instalación y programación de la muestra. Mi proyecto no incluía una curaduría y un tema fundamental para el Museo es mantener la muestra activa, viva.

“KILLA”. 2014, MILES DE CABEZAS DE ALFILER./FOTO POR: EDUARDO HIROSE.

La colección de obras “hermanas” necesitaba tiempo y gran minuciosidad para instalarla. Gracias al trabajo de Edwin Huacachoque, Luis Sovero y un gran equipo de asistentes, el montaje se hizo entre risas, chistes, música, lonches y mucho sudor. La obra “Colorial (Mega)” compuesta por aproximadamente 570 carretes de hilo nos tomó más de una semana de instalación. Es la primera vez que presento esta versión tan grande y se tiene que instalar carrete por carrete, mantener cada unidad tendida a la vez. Por ser también la primera vez que se hace a un metro y medio de altura, requiere cuatro personas instalando al mismo tiempo. Fue una experiencia meticulosa que vivimos en grupo y quedará en nuestras memorias como un recuerdo inolvidable.

“LLAMATIVA”. 2015. 100 CAMPANAS + REPISA DE MADERA, 40X50X12 CM./FOTO POR: EDUARDO HIROSE.

La inauguración estuvo llena de nuevas caras, un nuevo público, entre artistas, familiares, estudiantes, amigos futuros y otros de toda la vida. Se generaron conversaciones en torno a las obras de la muestra y las obras de la colección permanente del Museo, expuestas en el vestíbulo de la sala Juan Acha, sobre: la paciencia, el orden, los colores, la repetición y el tiempo. Con el equipo del museo vivimos esta inauguración con mucha curiosidad de la audiencia frente a esta serie de obras: instalaciones, performance con objetos, algunos, viejos, otros antiguos… sabios.

Tu trabajo artístico es participativo y comunitario, creando espacios de diálogo entre el público y los objetos, como la obra participativa “SVI”. Cuéntanos sobre ella.

Tengo una práctica performativa nómade, que reúne frecuentemente un gran número de personas para compartir una acción. Con la intención de revelar una multitud de gestos únicos, invito a los participantes a unirse y dejar un rastro de nuestra existencia en un objeto. Este proyecto se llama La Biblioteca de Gestos, y lo vengo realizando desde hace años.

Performance “SV.sII-1”/foto por: eduardo hirose.

La obra participativa SVI.s2 invita al público a cortar con tijeras, en pedazos muy pequeños, cintas métricas para crear un gesto de Desmedida.

Performance “SV.sII-2”/foto por: eduardo hirose.

Al pasar tiempo transformando un objeto, le adicionamos nuestro tiempo, nuestro afecto, nuestra sensibilidad que queda plasmado en un puñado. Considero esta acción como una performance distancial, la temporalidad ha sido añadida a un objeto de medición y se rompe la distancia entre los unos y los otros. Todos los puñados van a ser mezclados juntos. El conjunto de performances de La Biblioteca de Gestos revela nuestra generosidad y nuestra habilidad de compartir, entregarle tiempo a los demás: conocidos o desconocidos. Varias puñados han sido traídos de Francia y de Chicago para la exposición y muchos de los participantes no se conocían, nunca se han visto y nunca se conocerán, pero quedarán unidos a través de este gesto. Habrá más sesiones en el futuro y pueden encontrar aquí oportunidades para que la gente me envíe objetos o me envíe su información si quieren participar en futuras performances.

Ahora, sobre las visitas a la muestra ¿Cómo ha sido el sentir y experimentar la dinámica y recepción del público?

Me sorprendió sentir cómo se creó un vínculo tan cercano entre los visitantes, los materiales, el tema de la muestra y el proceso de creación. En cada visita descubrí más acerca de nuestra cultura e historias que tenemos en común creciendo en el Perú. Dos de las obras presentadas son libros escritos con gestos repetitivos, convirtiendo objetos en escritura. Estos relatos, sin usar la palabra, son Sister 0: Los hilos de 34 carretes de colores distintos fueron cortados juntos mechón por mechón hasta quedar totalmente vacíos. 120 páginas cuentan la historia de los 34 objetos, poco a poco, como una ofrenda, se transforman en escritura para que podamos leer toda su historia.

“aguda”/foto por: eduardo hirose.

El segundo libro se llama Aguda y es una historia escrita a la aguja. 50 hojas de papel amarillentas brillan a la distancia, descubrimos al acercarnos una presencia minuciosa en las delicadas líneas metálicas codificadas con aproximadamente 15 000 agujas. El vaivén de cada aguja cuantifica el tiempo de medición del sastre o costurera/o/e. Una gran cantidad de visitantes se identificaron mucho con estas dos historias, muchos compartieron anécdotas sobre sus propias experiencias teniendo madres, abuelas o padres trabajando en costura o sastrería como yo. Muchos también aludieron al tejido por los colores y el tiempo del trabajo. He sentido que el lenguaje sensible de esta serie de obras tiene un lazo de familiaridad con nuestra(s) identidad(es) cultural(es) gracias a la diversa presencia del público estudiantil y el público en general.

Tienes una relación con San Marcos desde 2019, que se realiza la performance “Kill me, honey” en el Centro de Estudiantes de Arte, y que luego se ha desarrollado como artista invitada en el curso Técnicas Artísticas. ¿Cómo definirías ese vínculo tanto en el ámbito artístico y social como académico?
He participado en dos ediciones de Técnicas Artísticas invitada por el profesor Oscar Infante y en Arte Latinoamericano del Siglo XX, dictado por la Dra. Nanda Leonardini. He quedado muy impresionada con la calidad de investigación y de argumento en el discurso artístico de los alumnos con los que he trabajado. Siendo tan jóvenes se les inculca una reflexión sobre las obras, las exposiciones, los artistas y la historia del arte que demuestra una educación admirable. Me da esperanza trabajar con personas que estarán a cargo de escribir y contar nuestra historia contemporánea con objetividad, dejando siempre espacio para la poesía, la sensibilidad. A menudo yo estoy situada en otras ciudades cuando participo como artista invitada y muchos de los estudiantes provienen de distintas regiones del Perú, existe una curiosidad mutua que enriquece nuestros intercambios. Durante nuestras entrevistas nos encontramos conectados a través de obra, y la historia de la obra se nutre, se llena con los cuestionamientos y la perspectiva única de cada estudiante.

Visita de los estudiantes del curso Técnicas Artísticas de la Escuela Profesional de Arte, UNMSM./foto por: daniel bernedo.

Finalmente, Natalia ¿Qué futuros proyectos tienes en mente?

Me gustaría poder encontrar ocasiones para exponer obras de manera más participativa. Ahora estoy trabajando mucho con la colección Dual, que presenté durante Las Primeras Poemáticas en Wu Galería, y es un proyecto compuesto de distintas formulaciones. Me gustaría poder compartirlo, a mayor escala. Siento que en el Perú tenemos un alma participativa y generosa que podría aportar muchísimo al proyecto.

Me interesaría traer mi Desmedida, una obra compuesta con patrones de ropa atados los unos a los otros utilizando únicamente alfileres. La costura hace parte de nuestras costumbres y tenemos un vínculo con la sastrería y la confección. Hay muchas celebraciones en nuestra cultura que requieren tradicionalmente de vestimentas y la costura hace parte integral de estas experiencias.

La instalación Desmedida entraría en la continuidad de esta exposición, tiene que ver con la costura, los colores y texturas, y el espacio. Está compuesta de patrones de ropa usados, vistos de lejos parecen papiros antiguos que han sido alimentados de tiempo de uso o guardado.

También me interesa mucho la noción del color, porque veo esos patrones como mapas arquitecturales del color, es por esto que me interesa traerla al Perú algún día. La monumentalidad hace gran parte de mi lenguaje artístico, he tenido anteriormente la oportunidad de presentar con White Spirit, pero quisiera habitar un espacio de otra manera. Tal vez sería interesante presentarla en la Sala Miró Quesada Garland, u otro espacio que sea accesible a todos.

Muchísimas gracias Natalia.
Gracias a tí.

Escrito por

TVRobles

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