Por: Julio Zúñiga Pastor.

El jueves de 14 y viernes de 15 de marzo, Andahuaylas, la provincia más grande de Apurímac, organizó desde la Municipalidad Provincial el mega evento carnavalesco más concurrido en la tierra natal del Tayta Arguedas.

Se desplegó una logística organizativa y comunicativa a la altura de eventos internacionales. TVPerú pudo cubrir, transmitir y difundir a la enorme variedad de manifestaciones culturales del país reunidas en una sola ciudad. Nativa televisión hizo lo propio junto con medios digitales, comunicadores de redes sociales y hasta transmisiones particulares, recogieron imágenes en todos los ángulos y formatos. La propia Municipalidad, con el equipo de imagen, transmitió por más de 36 horas todos los pormenores del Pukllay 2024.

Con un presupuesto que asciende a más de 70 mil soles, solo en premios económicos, además de los trofeos, el evento más esperado de Andahuaylas convocó a agrupaciones, comparsas y grupos cultores de carnaval originarios de todo el país. Así, llegaron delegaciones de Puno, Ayacucho, Huancayo, Huaraz, Lima, Cusco, Huancavelica, Ucayali, Junín, entre otros departamentos. Igualmente, las delegaciones de la región Apurímac, desde los distritos más lejanos como Tumayhuaraca o Huaccana hasta los declarados como patrimonio de la nación, como el carnaval de Sacclaya dieron color y baile en los dos días del evento. Se tuvo como mínimo de participantes 60 bailarines, por ello algunos, como las delegaciones de Puno, trajeron hasta 300 integrantes junto con la banda de músicos.

A diferencia de los años anteriores, el pasacalle y el día de la presentación cambiaron de escenario. El primer día, todas las delegaciones recorrieron a todo esfuerzo y en medio de un público que los recibía en cada casa o tramo con litros de chicha de jora, agua, refresco y hasta bebidas locales y emblemáticas como Hidromiel para animar a los bailarines. Las comparsas bailaron en un tramo de más de dos kilómetros en las principales arterias de la ciudad para demostrar no solo ante el jurado sino ante el público todo el poder de la cultura carnavalesca de su localidad o comunidad. El pasacalle inició a las ocho de la mañana en el sector de Tejamolino y terminó en el parque Arguedas al promediar las once de la noche.

En todo el trayecto se instalaron micros, altavoces, animadores, carpas, estrados y las propias calles con una decoración llena de colores para motivar y animar a las diferentes comparsas para que ejecuten el carnaval originario de sus pueblos.

Asimismo, el día de la presentación tuvo como escenario el campo ferial con más de siete cuadras. En los años anteriores era en el estadio Los Chankas que ahora alberga la Liga 1 del fútbol peruano. Curiosamente, el mismo día 15, el único equipo de la región de Apurímac en la Liga 1, “Los Chankas CyC” jugó su partido frente al Atlético Grau. El Pukllay con todo su color y sabor a media cuadra del estadio y en el recinto deportivo con toda la hinchada, hicieron temblar la ciudad de música y barra.

Además de las autoridades políticas, como el alcalde Abel Serna, acudieron al evento importantes personalidades del mundo de la cultura, como el conductor de TV, Manolo del Castillo; la actriz y conductora Mayella Lloclla; el cantante quechua de rap, Liberato Kani, entre otros, que no solo cubrieron el evento, sino que promocionaron en sus propias redes sociales. Los medios escritos locales y nacionales también cubrieron y publicaron diversas notas, reportajes y crónicas sobre el Pukllay 2024, edición Bicentenario.

Desde su fundación en el año 2003 por el músico y antropólogo Isaac Vivanco Tarco, el mega evento Pukllay se ha convertido no solo en ventana de exportación y promoción del carnaval originario, sino que es el principal motor económico de la ciudad en el mes de marzo. Comercios, transporte, hoteles, turismo, gastronomía, souvenirs y otras actividades secundarias se han beneficiado ampliamente con el movimiento económico de la ciudad.

Pukllay se caracteriza por dar oportunidad a los pueblos y comunidades originarios que cultivan aún costumbres y tradiciones ancestrales, algunos, incluso, declarados patrimonios. Asimismo, los pueblos pueden competir por montos económicos que se premian a la originalidad, tradición y la capacidad de mostrar las historias propias de dichos pueblos. Muchos de ellos, casi nunca al año, no tienen oportunidad de mostrarse ante una enorme cantidad de público foráneo, por lo mismo su valoración y la puesta en escena son escasos.

Por otro lado, la excesiva mediatización de la cultura se vuelve mercantil y hasta de uso inapropiado por parte de los extraños o incluso de los propios, por una necesidad económica y valoración. Muchos pueblos, cuando no conocen muy bien sus propias características y colores de vestuario, suelen copiar modelos y formas de otros con mayor aceptación. Igualmente, las autoridades no siempre logran gestionar una promoción y cuidado en la conservación de la originalidad de las costumbres carnavalescas. Pero, como todo político de turno, buscan la popularidad por encima de la propia esencia cultural del evento.

En conclusión, la XVIII edición del Pukllay 2024, también denominada Edición Bicentenario, fue una celebración, fiesta y promoción del carnaval originario de los pueblos donde hubo inmensa concurrencia de bailarines y público. Igualmente, se generó una inmensa cantidad de consumo de alcohol por parte del público y de los mismos bailarines.

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