Ministerio de Cultura declara Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de Huanuara de Tacna
Festividad forma parte fundamental en el proceso de construcción de la identidad de los pobladores de la localidad.
El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de Huanuara, del distrito de Huanuara, provincia de Candarave, departamento de Tacna, por constituir un período festivo en el cual las familias y vecinos fortalecen redes de intercambio y reciprocidad, a través de la música y la danza.
Mediante Resolución Viceministerial N° 000070-2024-VMPCIC/MC, esta festividad recibe tal declaratoria por ser parte fundamental en el proceso de construcción de la identidad local.
El Carnaval de Huanuara tiene una duración de una semana, entre los meses de febrero y marzo. El primer día se conoce como Domingo cachula y el último como Domingo de despedida o Domingo de tentación. A nivel de música y danza, se caracteriza por tres prácticas y/o formas distintivas: orquesta, pandilla o tarkada, y anata. La representación de estas es asegurada por los denominados cabecillas, cargos quienes invitan a los músicos y bailarines a sumarse a los festejos visitándolos en sus casas llevando coca, vino y pisco como parte de sus preparaciones para el carnaval.
Sobre la música de la denominada orquesta de Huanuara esta se interpreta con guitarra, charango, mandolina y quena. Los músicos van envueltos con serpentinas y se pintan el rostro con talco, mientras que los danzantes ejecutan un solo paso de cojeo y emplean un pañuelo y serpentinas de colores.
En cuanto a la pandilla, se trata de una danza de parejas de origen aymara que también es conocida en la zona como tarkada debido al uso de la tarka, instrumento musical de viento, con el cual se ejecutan dos estilos. El primero, de la provincia de Candarave y caracterizado por un ritmo rápido y haciendo requiebres, ejecutado por los más jóvenes con mucha energía y vitalidad, vistiendo las mujeres con una falda corta. El segundo proveniente de la zona altiplánica, exhibiendo características como un ritmo más lento, vestuarios con detalles más estilizados, y polleras más largas. La pandilla no sale en la fecha de miércoles de ceniza, ya que ese día le corresponde a la anata.
El Domingo cachula se inicia con la entrada de carnaval y el baile de la cachulada, caracterizada por la participación de varones que salen vestidos como mujeres y bailan en pareja con otros varones. Su representación de la cachulada se encuentra a cargo del equipo de fútbol que queda en el último lugar del campeonato local organizado para esta ocasión.
El lunes de carnaval, los cabecillas visitan las casas de los danzantes acompañados por músicos, integrándose en este día por primera vez algunas jóvenes a los grupos. Para ello, se pide permiso al padre y a la familia de la joven, otorgándoles vino y pisco; por su parte el padre entrega dinero a la pareja de la nueva danzanta. Por la tarde, se realiza un almuerzo con los cabecillas, músicos y bailarines, en donde se degusta como platillo principal un puchero o sancochado.
Luego, se realiza la celebración del miércoles de ceniza, en cuyo marco se ejecuta la anata como danza principal. Actualmente se realiza una misa en horas de la mañana, donde los feligreses tiznados con ceniza en la frente por el sacerdote. Luego, se dirigen a la plaza para la presentación de los grupos musicales de la anata. Este día, las mujeres llevan un traje particular que consiste en una blusa blanca y falda azul, representando lo espiritual debido al inicio de la Cuaresma, cargando en sus llicllas frutas traídas del valle del Cinto y trayendo consigo vino y pisco de esta zona.
El sábado, como día de descanso y preparación para la despedida del carnaval, se prepara el testamento para Don Domingo Carnavalón. En paralelo, se confecciona el muñeco de Don Domingo Carnavalón o Ño Carnavalón.
El último día de carnavales, también conocido como Domingo de tentación, es el día de despedida de los carnavales. En este, se ofrecen almuerzos de camaradería entre los cabecillas y las comparsas de música y danza, sirviéndose un plato tradicional a base de carne asada de cordero con papa, camote, chicha de maíz y vino. Luego, se hace la lectura del testamento simbólico de Don Domingo Carnavalón en la plaza de Huanuara, quien va dejando su “herencia” a las autoridades. Luego, es llevado al lugar conocido como “cruce de dos caminos” a las afueras de la ciudad, acompañado por una cruz de madera adornada con flores, en donde es quemado para despedir los carnavales.
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