LUM inaugura exposición “La guerra de abril de 1965”
Muestra celebra el sesquicentenario aniversario de las relaciones entre República Dominicana y Perú, rescatando la memoria histórica y reivindicando el compromiso de ambas naciones para futuros democráticos y pacíficos.
Por: Marielena Castillo.
El Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) recibió a sus visitantes el miércoles 24 de abril, para la inauguración de la exposición fotográfica “La guerra de abril de 1965”. La ceremonia contó con la presencia del embajador de República Dominicana, César Herrera Díaz, y el director del LUM, Manuel Burga, marcando también el sesquicentenario de las relaciones diplomáticas entre República Dominicana y Perú.
La muestra, procedente del archivo general de la nación de República Dominicana, ofrece una selección meticulosa que retrata la resistencia y la lucha por la constitucionalidad y la restauración del gobierno legítimo. Compuesta por veintiocho fotografías, la exhibición narra eventos significativos de la Guerra de Abril, remarcando la valentía de diversos sectores de la sociedad dominicana y, en particular, destacando el papel crucial desempeñado por las mujeres en tareas logísticas, de liderazgo y de combate.
Más allá de ser un testimonio histórico, la muestra se presenta como una obra de arte y estética de valor incalculable, subrayando la importancia de la memoria colectiva y de la lucha social para la transformación positiva de las naciones. En un gesto de homenaje a quienes participaron en defensa de la soberanía nacional dominicana, la exhibición invita a reflexionar sobre la trascendencia de la democracia, la justicia y la igualdad en la construcción de un futuro compartido.
Por otro lado, el evento inaugural contó con la asistencia de miembros del cuerpo diplomático, autoridades peruanas, representantes de organismos internacionales, universidades y otros invitados especiales. En un año marcado por la celebración de los vínculos históricos entre República Dominicana y Perú, esta exposición representa un testimonio vibrante de la memoria histórica y cultural de ambos pueblos, reafirmando su compromiso con la democracia, la justicia y la dignidad de la vida.