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André Vergara: “La idea es sugerir más que explicar, dejando espacio para que la imaginación del lector crezca”

Entrevista a André Vergara Escobar, escritor y comunicador cusqueño, sobre su obra de terror y suspenso “Pantalla Rota”.

Publicado: 2025-01-02

Por: Gabriela Romero.

En el fascinante y oscuro mundo de la literatura peruana contemporánea, surge una voz innovadora que combina el suspenso, el terror y la ciencia ficción en una propuesta narrativa audaz y cautivadora. André Vergara Escobar, escritor, cinéfilo y amante de la narrativa en todas sus formas, nos presenta “Pantalla Rota”, su más reciente obra. La trama sigue a tres jóvenes que, durante una sesión fotográfica en un bosque apartado, descubren un dispositivo desconocido con una pantalla rota. Este hallazgo los conduce a una serie de archivos de audio que narran historias inquietantes, sumergiendo al lector en un submundo de misterio y tensión.

En esta entrevista, André Vergara nos comparte detalles sobre el origen de la obra, concebida durante la cuarentena, y nos habla sobre su proceso creativo, los desafíos de construir un equilibrio entre el terror y la ciencia ficción, y los futuros proyectos relacionados con “Pantalla Rota”. Además, nos adentraremos en las claves narrativas que hacen de esta novela una propuesta tan memorable: la capacidad de sugerir en lugar de explicar.


La primera pregunta dirigida a André Vergara Escobar es: ¿quién es y qué fue lo que encendió en él esa chispa para ingresar al mundo de la literatura?
Respondiendo a la pregunta, yo diría que soy un amante del arte en general. Un amante de la literatura. Me encanta todo lo que es narrativa. Me encanta también la poesía. Me encanta el cine, soy bastante cinéfilo, la música, y soy amante de todos los géneros de narrativa. En realidad, no sé si podría decir uno a uno que sea el favorito. Pero por el momento me he inclinado por una debilidad que siempre he tenido. Que es la narración del suspense, del terror, del thriller. También la ciencia ficción.
Y hablando justamente de este género en el que tienes un decanto más grande, ¿qué influencias o referentes del mundo del terror se ven reflejados dentro de tu nuevo libro Pantalla Rota?

Bueno, uno de mis principales referentes, por así decirlo, es Stephen King, uno de los maestros del terror. Felizmente todavía sigue escribiendo para nosotros, y me encanta ese terror psicológico que imprime en sus obras.

Con el equipo, cuando hicimos este proyecto, nos propusimos acercarnos lo más que podíamos a Stephen. Otro referente que me encanta es Richard Mattison, sus obras me parecen magníficas. Me encantan las películas de John Carpenter, me parecen magníficas, yo lo califico como un terror claustrofóbico el que genera. Y bueno, esos serían mis principales referentes.

¿Cómo surgió la idea original sobre “Pantalla Rota”? ¿Qué llegó a plantar la semilla en ti para empezar a escribir este libro?

Bueno, yo diría que fue la cuarentena en sí, porque siempre he tenido esta intención, estas ganas de escribir. Para mí, narrar historias es lo que más me interesa. Siento que, sin buenas historias, la humanidad no sería algo especial. Lo que más nos encanta hacer es contarnos cosas, historias que les pasan a las personas o incluso a uno mismo. Así que, en ese afán de querer narrar historias, durante la cuarentena pensé: “Bueno, hay algo que hacer. No podemos salir, ya vi todas las series en Netflix. Tengo que producir algo. Ahora me toca a mí”.

Buscando entre mis cosas, me encontré con un texto que había escrito en 2005 y que ahora es parte de la novela. Este cuento ganó un premio organizado por el gobierno regional de Cusco, aunque era una versión más ligera, no tan trabajada.

Se escribieron varios cuentos, y con una influencer de ese momento comenzamos a narrarlos en vivo, a través de los Facebook Lives que estaban muy de moda entonces. Fue una etapa oscura para la humanidad, pero entretenida hasta que todo volvió a la normalidad. Me tocó hacer otras cosas y me entretuve con otros proyectos, hasta que la editorial me llamó y me dijo: “¿Qué es de tu vida? ¿Sigues vivo? ¿Has sobrevivido al COVID?”. Yo respondí: “Sí, sí, acá estoy”.

Les pasé los manuscritos y me dijeron que estaban bastante buenos, pero que necesitábamos presentarlos de otra forma. La idea era buscar un elemento en común que los uniera, no hacer el clásico cuentario.

Después de varias idas y vueltas, se nos ocurrió implantar como elemento en común una pantalla de celular, pero fuera de su época.

En el libro, los personajes no están en la era de los smartphones. Están todavía en la etapa de los Blackberries, esos celulares con botones, y la idea es que este celular sea el que les cuente las historias.

Al final de todo este proceso creativo que has tenido. ¿Qué cambios o decisiones crees tú que fueron claves al final para darle la forma definitiva a la obra que conocemos hoy?

Yo creo que es justamente lo que te comento: la idea era buscar este elemento en común, algo que no presentara los cuentos uno después de otro con sus respectivas temáticas, sino que nos llevara a introducir este elemento distópico. Un recurso que permitiera a la gente tener una antesala de lo que serían los smartphones.

Como mencionaba, los personajes encuentran un celular con la pantalla rota en un bosque apartado. Ellos aún tienen sus teléfonos con ringtone, muy en la onda de los Nokia C3 y los Blackberry. Todavía no se imaginan lo que está por venir. A la vuelta de la esquina está un gran boom, algo intenso: la revolución digital de los smartphones.

Así que la idea era pensar cuál sería este elemento clave. Y ese elemento clave fue lo distópico.

La obra se presenta con varias mini historias o cuentos de terror, donde el suspenso y el miedo se abordan desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, en algunos de los audios hay seres extraterrestres; en otros, elementos demoníacos; y también experimentos bastante macabros. ¿Qué influencias te inspiraron para dar vida a estas obras? Varias y únicas, más que nada centrándonos en de qué va cada una de estas mini historias. Bueno, acá debo tomar como referencia lo que mencionaba hace un instante: lo distópico. Esa creencia de que hay un grupo de poder que nos controla. Para mí, eso es lo más aterrador.

Sí, claro, da mucho miedo que se te pueda presentar un demonio, un fantasma o incluso un asesino en el modo slasher, que va matando a todos sus amigos uno tras otro. Todas esas cosas son inquietantes y generan terror. Pero, personalmente, lo que más terror me ha causado es leer a George Orwell, Ray Bradbury o Aldous Huxley, es ahí donde he sentido el más grande de los terrores: pensar que pueda existir un grupo de poder del que no sabemos nada, inaccesible, hermético, arcano, y contra el que no podríamos luchar.

Esa influencia me llevó a crear historias donde existe este elemento en común. Por ejemplo, en la primera historia hay una gran asamblea, y no sabes quiénes son, qué quieren o qué hacen con las personas, especialmente con los cuerpos de gente indefensa. Luego está el culto medio satánico del cuento Bea, en donde realizan rituales para tener éxito o algo similar. Si intentas enfrentarte a ellos, existe la posibilidad de que no puedas porque no sabes hasta dónde pueden llegar. Igual, los personajes van teniendo contacto con estos grupos de poder de una u otra manera.

En el tercer cuento, hay otro elemento en común: los llamados “Creadores”. Son una suerte de alienígenas que controlan a los humanos y se refieren a ellos con desprecio, como “simios ignorantes”. Por último, en la cuarta historia, el grupo de poder desconocido es una fundación que, supuestamente, ayuda y busca curar enfermedades incurables. Sin embargo, en realidad, forma parte de un proyecto ultra secreto conocido como el “Proyecto Peabody”, que realiza experimentación humana. Es una idea bastante oscura que dejo a la imaginación de cada quien para interpretarla.

Pasando a tu parte narrativa, ¿cómo es que logras este equilibrio entre el suspenso, el terror y los elementos de ciencia ficción?

Bueno, yo creo que ese equilibrio se logra dando un poco de cada uno de estos aspectos. Porque, si queremos hacer algo que no sea necesariamente ciencia ficción, no podemos perdernos en todos los condimentos que aborda la ciencia ficción, sino poner un elemento concreto, puntual.

Y, a su vez, que este elemento concreto y puntual le dé cabida a otros elementos concretos y puntuales del suspenso, que es generar tensión, que es generar esa sensación de ansiedad en las personas por no saber qué está pasando.

Esto también debe ir ligado con otro elemento concreto del terror, que es, ahora sí, asustar. No quiero llevarte al límite a través de cosas macabras. La idea, respondiendo a la pregunta, es colocar cosas concretas de cada una de estas formas de narrar historias.

“Pantalla Rota” está narrada de una manera tal vez no muy convencional, por así decirlo, utilizando una polifonía de voces. ¿Qué te lleva a tomar la decisión de incluir dentro de tu obra esta estructura narrativa tan particular?

Sí, bueno, a mí me encantan las historias que se cuentan de una manera atrevida. Y, por ejemplo, es algo que yo siento que siempre me he atrevido a hacer, vale la redundancia, porque es parte de mi naturaleza hacer algo innovador. No me gusta hacer lo que normalmente se hace. Me gusta, más que nada, darle una vuelta de tuerca a una forma de hacer las cosas y buscar nuevos caminos.

La polifonía de voces es algo que sí se ha usado bastante en la literatura, pero al menos yo no lo siento tanto en el género del terror. Es algo más propio de novelas tipo drama. Lo he visto en Cortázar. De hecho, me sirvió de mucha referencia con la editorial; La señorita Cora fue la base para hacer este tipo de polifonía de voces.

Fue el referente del cual bebimos mucho para poder hacer la polifonía de voces de Pantalla Rota. Pero no es necesariamente una historia de terror, La señorita Cora. Es una muy buena historia, pero no es terror. Y dijimos: “¿Por qué no metemos esta característica al terror? Va a sonar muy raro, pero al mismo tiempo muy interesante. Va a romper algún esquema, algún patrón por ahí”.

Lo clásico es la narración en primera persona. Esa narración de alguien que está padeciendo un terror interno o sobre algo que está ahí aconteciendo a su alrededor. Esa es la clásica narración. La narración de Paul, la narración de King. Puede ser un narrador omnisciente. Pero la polifonía de voces es algo que pienso puede servir muy bien para expresar diversas sensaciones.

Esta historia va a requerir, de todas maneras, de un lector activo. A todos los interesados que quieran leer esta novela, sí les recomiendo no hacerlo con demasiados estímulos. Porque sí, hay que valerse de atención.

¿Cuál ha sido la fórmula para hacer que esta historia sea realmente cautivadora para el lector?
Yo creo que la fórmula está, siempre para mí, sobre todo en el terror y en el suspenso, en que menos es más. Cuando uno es demasiado explícito o deja las cosas demasiado explicadas, con todos los cabos atados, yo creo que va a terminar siendo muy predecible o, en su defecto, pues: “Ah, ya, lo entendí todo, ahora sigo con mi vida” La idea es sugerir más que explicar, dejando espacio para que la imaginación del lector crezca.
¿Qué tienes planeado para “Pantalla Rota”? Más allá de tal vez una continuación, ¿tienes algún proyecto referente al libro que acabas de escribir?

Bueno, “Pantalla Rota” yo creo que merece una siguiente parte. De hecho, ya estamos viendo la manera de concretarlo. La idea es hacer por ahí una entrega más. Si hiciera falta una tercera entrega, sería suficiente.

También está la idea de hacer audiolibros. Y estamos en eso. Así que nada, hay todavía bastante que hacer con “Pantalla Rota”.

Y por último, ¿dónde podemos conseguir este maravilloso libro?
Se puede encontrar en todas las librerías de Lima. En El Virrey, Crisol, Ibero, está en Buscalibre, y también lo pueden encontrar a través de la web de Estación La Cultura, que es la editorial con la que hemos sacado esta novela.
Muchísimas gracias por la entrevista, Gracias Andrés.
¡A ustedes!

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