Por: Carmen Zavaleta.

El pasado jueves 27 de febrero, se inauguró la 4° edición de la exposición “Yo amo Lima” en la Galería San Agustín, ubicada en el café Amanqae. En ella, cada artista presentó su obra desde una perspectiva única sobre lo que representa Lima, explorando distintos aspectos de la ciudad. La muestra reúne una variedad de técnicas artísticas y abarca diversas temporalidades del Centro Histórico, resaltando sus elementos más representativos. A través de sus creaciones, los artistas transmiten mensajes que, al integrarse, construyen una visión colectiva y dinámica de la capital.

En esta exposición participaron los artistas Joaquín Tarazona, Brayan Smith, Lourdes Meneses, Rodrigo Galli, Gianpierr Bernal, Macarena Cárdenas, Sue Talavera, Carlos Stecconi, Ingrid Arias, Anggelo Alfaro, Christian Garcia, Katherine de Lama, Silvia Borja y Tatiana Manrique. Asimismo, la ONG “Cultura Intacta” tuvo una participación especial en la muestra, presentando las metas y logros alcanzados a través de sus voluntariados, destacando su compromiso con la preservación y difusión del arte y la cultura en la ciudad. A través de diversas técnicas artísticas y formatos, cada uno logró integrarse en la exposición sin perder la esencia y el mensaje particular de su obra. La muestra presenta una variedad de expresiones visuales, incluyendo arte plástico, paper cut y fotografía, que en conjunto ofrecen una visión diversa y enriquecedora de Lima.

Entre los artistas a mencionar en la muestra se encuentra Rodrigo Galli, quien presenta la obra “Sanguito: Dulce Voz de la Tradición”. Galli es un artista formado en la Pontificia Universidad Católica del Perú, cuya producción se caracteriza por explorar la Lima virreinal, tomando como referentes e inspiración a Pancho Fierro, Vinatea Reinoso y Julia Codesido.

“Mi proceso artístico siempre gira en torno al Centro Histórico de Lima y los personajes que lo habitan. Aunque no me he criado en este espacio, pero llevo cinco años trabajando aquí, lo que ha despertado mi interés por su arquitectura, sus tradiciones y las historias de quienes lo recorren. Me atrae especialmente la Lima de antaño, aquella que se percibía en la época virreinal”, señala el artista. 

Para esta obra en particular, su mayor inspiración fue Pancho Fierro, célebre pintor costumbrista que retrató la vida y el paisaje popular de Lima. Siguiendo esta tradición, Galli representa en su obra a uno de los últimos pregoneros afrodescendientes de su linaje en Lima. En palabras del artista: “Él es el último pregonero afrodescendiente de su linaje en Lima, dedicado exclusivamente a la venta del sanguito, un postre reconocido a nivel nacional. Ser pregonero significa recorrer las calles de la ciudad cantando y ofreciendo su producto de una manera única, muy distinta a la de los ambulantes de hoy. Pregonar es más que vender: es transformar la oferta en un arte, atrayendo al público con su canto. Como él, en el pasado existieron los pregoneros de leche, humitas y picarones”.

Con “Sanguito: Dulce Voz de la Tradición”, Galli busca rescatar y visibilizar este legado, preservando la memoria de una Lima que, aunque en constante transformación, mantiene vivo el eco de sus tradiciones. Su obra no solo rinde homenaje a la figura del pregonero, sino que también nos invita a reflexionar sobre los cambios en el paisaje urbano y en las dinámicas sociales de la ciudad. En un contexto donde las tradiciones orales y visuales pueden perderse ante la modernidad, su trabajo funciona como un testimonio visual de la identidad limeña, un puente entre el pasado y el presente que nos recuerda la importancia de valorar y proteger nuestro patrimonio cultural.

Otra talentosa artista a destacar es Silvia Borja, arquitecta de profesión, pero con una profunda pasión por la fotografía desde los 15 años. Su formación en arquitectura le permite complementar su visión artística, destacando en sus obras las formas, ritmos e historia que percibe con una mirada crítica y analítica. Borja logra integrar ambas disciplinas, utilizando su conocimiento arquitectónico como una herramienta para enriquecer su expresión fotográfica y motivarse a seguir promoviendo su trabajo.

“Me gustan los contrastes, sus formas y ritmos, la manera en que fueron construidos y la historia que los acompaña. Valoro profundamente estos aspectos y, al observar la diversidad de paisajes que Lima nos ofrece, encuentro un motivo para contemplar la ciudad con una mirada que aprecie su historia, su arquitectura y sus malecones”, señaló Borja.

En la muestra, Borja presentó tres fotografías de la ciudad de Lima, todas bajo el título “Sin título”. Al respecto, la artista explicó su decisión: “Mis fotografías llevan por título ‘Sin título’ porque considero que las palabras tienen un poder muy fuerte. Mi intención es evitar etiquetas, no encasillar una imagen en un significado único, sino permitir que cada persona la interprete a su manera. Busco dar esa libertad para que el espectador se apropie de la obra y pueda decir: ‘Para mí, esto significa...’”.

A través de esta propuesta, Borja invita a la reflexión y al diálogo visual, rompiendo con la imposición de significados absolutos y permitiendo que su obra trascienda desde una perspectiva personal hacia una más colectiva. Su trabajo no solo captura la esencia arquitectónica y paisajística de Lima, sino que también nos impulsa a ver la ciudad desde múltiples interpretaciones, haciendo de cada observador un participante activo en la construcción de su propio relato visual. Asimismo, su obra transmite un mensaje claro: la preservación de nuestra capital. Para Borja, la fotografía no solo es un medio de expresión estética, sino también una herramienta para generar conciencia sobre el entorno urbano y su transformación.

“Creo que, si nos detenemos a observar la ciudad, podemos incluso preguntarnos cómo mejorarla. Invito a los espectadores a cuestionar la realidad, porque para mí, el arte es precisamente eso: cuestionar la realidad”. A través de su trabajo, Borja nos recuerda la importancia de mirar más allá de lo evidente, de valorar la historia que nos rodea y de asumir un rol activo en la preservación de nuestra ciudad.

La inauguración concluyó con una pasarela de moda a cargo de la gran diseñadora Sue Ellen, creadora de la marca Moon Bastet, con la colección “Lima la Gris”. Su propuesta se inspira en la cultura japonesa y, en particular, en la escena under, adoptando la estética gothic lolita, un estilo que fusiona influencias victorianas y rococó con un enfoque modernizado. Este sello distintivo no sólo define su marca, sino que también se integra en su más reciente colección, en la cual reinterpreta las tradiciones limeñas desde una perspectiva única. Para Sue Ellen, Lima es una ciudad llena de historia y cultura, cuyas expresiones se entrelazan con influencias estéticas globales, como el gothic lolita. Ella misma ha experimentado esta conexión y la plasma en sus creaciones, otorgándoles un valor único.

“Decidí enfocarme en Lima porque me encanta su centro histórico; paso mucho tiempo aquí y me atrae la escena under que habita en sus calles: los bares góticos, los antros. Para esta colección, me inspiré en la cultura limeña desde una perspectiva diferente, porque cuando se habla de ‘Marca Perú’, muchos asumen que solo se trata de lo andino. Pero Lima, y Perú en general, son mucho más que eso”.

La colección toma inspiración en diversos elementos emblemáticos de Lima. Uno de los diseños más representativos incorpora una fotografía original del Cementerio Presbítero Maestro, capturada por la propia diseñadora e integrada en la confección de un vestido. Del mismo modo, la Catedral de Lima se convierte en otro motivo central a través de una ilustración hecha a mano por Sue Ellen. Además, la diseñadora encuentra inspiración en los vitrales de santos peruanos, inmortalizando en sus prendas a Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres y San Juan Macías. También reinterpreta la imagen de Santa Rosa de Lima y la figura de la tapada limeña, en un homenaje visual influenciado por la obra de Teófilo Castillo.

Uno de los aspectos más destacados de la pasarela fue la inclusión de un modelo perteneciente a la comunidad LGBTQ+. Para Sue Ellen, su marca no está limitada a un género en particular, y con esta representación buscó romper esquemas y visibilizar la diversidad dentro de la sociedad limeña. Este modelo, vestido con prendas llenas de texturas, simboliza la apertura y evolución cultural de Lima, integrando a todos los sectores de su población en una visión más amplia y auténtica de la ciudad. Cada diseño de la colección estuvo acompañado por el estilismo de la marca Moon Bastet y el maquillaje artístico de Korian Trucios, complementando así la estética de la pasarela y consolidando el concepto de una Lima reinterpretada desde la moda y el arte.

Así como los artistas mencionados, cada uno de los participantes en esta exposición merece ser destacado. A través de sus formaciones y experiencias, lograron plasmar en sus obras historias únicas, reflejando su talento y su visión sobre Lima. En su juventud, han demostrado un gran potencial para seguir desarrollando y compartiendo su arte en futuras exhibiciones. La exposición Yo amo Lima estará abierta al público y también contará con obras a la venta. Los visitantes pueden disfrutarla en la Galería San Agustín, ubicada en Jr. Ica 28, Centro Histórico de Lima, en el horario de 8:00 a.m. a 8:00 p.m. La entrada es libre.