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Vínculos que trascienden lo sexual

La artista Adriana Tapia presenta dos obras pictóricas de gran formato en la exposición colectiva “Haciendo Contexto VIII”, ubicadas en la galería de arte contemporáneo Proyecto Amil.

Publicado: 2025-03-20

Por: Liz Contreras P.

La galería Proyecto Amil presenta su muestra colectiva Haciendo Contexto VIII, reuniendo a nueve artistas plásticos entre los que se encuentran Adriana Tapia, Alejandro Mego, Corticoidea, Isaac Ernesto, Josefina León, Frau Diamanda, Rodrigo Gómez Olivos y Martin Gustavsson. Éstos dos últimos, también son curadores de la exhibición.

Esta exposición incluye instalaciones en diversos formatos como el video Mundo Especular (2025) de Josefina León, que apertura la muestra; pinturas de gran formato como ¿A dónde? (2025) de Alejandro Mego, con más de metro y medio de altura, la instalación en vitrina Despliegue de un cuerpo compuesto (2025) de Corticoidea, Reloj de Nadie (2025) de Patricia Mendoza, entre otras obras.

Haciendo Contexto: Octava Edición

Proyecto Amil realiza laboratorios de arte contemporáneo, siendo ésta la octava entrega titulada “El divino violeta: arte en tiempos distópicos”, la cual presenta los resultados del trabajo de estudiantes de Artes y artistas autodidactas elegidos tras una convocatoria nacional, y cuyas obras se enfrentan al desafío de crear arte en un presente y futuro marcados por la distopía, respondiendo a la pregunta: “¿cómo los artistas pueden responder a la rápida degradación de la naturaleza y las crecientes demandas de una sociedad tecnológica que, a menudo, se comporta como un pequeño dios?”

Contamos con un acercamiento en la respuesta en palabras del escritor y artista Jorge Eduardo Eielson, en su obra “Primera Muerte de María”, donde se abordan temas como el exilio, autobiografía, poesía, entre otras, transportándonos a una Lima atentada con la violencia y marginación, la protagonista busca validación a través de su alter ego “Lady Cyclotron”, una bailarina de striptease, con un cuerpo cubierto de color violenta, quien encarga la resistencia frente a un mundo marcado por el caos tanto social como ambiental.

Tras la lectura previa de “Primera Muerte de María”, los artistas elegidos se reunieron durante un mes en las instalaciones de la galería, donde compartieron ideas y propuestas entre ellos para finalmente, producir cada uno la obra con la que participarían de la octava edición de Haciendo Contexto.

“Me gusta el otro” (2025)

Esta pintura nos transporta a un ambiente doméstico, donde destacan elementos como una lámpara, sillones y una cama donde reposa uno de los personajes. Con predominantes tonalidades anaranjadas y rojas, crean una atmósfera cálida e íntima, mientras vemos múltiples escenas en las que destacan dos criaturas antropomorfas desnudas, sin rasgos sexuales ni cabello, que interactúan y juegan entre sí, ocupando casi la totalidad de la escena. Esta dinámica recuerda la conexión generada al conocer a una persona.

Producida en óleo sobre lienzo, esta pintura de gran formato se realiza previo a Todo lo otro podría gustarme (2025), ambos ubicados en la sala ocho de la muestra. Adriana explica que, con ésta obra, busca reconectarse y comprender la sensación de asombro, emoción e intriga que experimenta con otros objetos y personas, tal como le sucede con un dibujo que tiene en la pared de su cuarto, realizado hace dos años.

“A partir del libro que leímos para el laboratorio [Primera Muerte de María de Eielson], veo que vivimos en un mundo muy sexualizado. Entonces, yo quise proponer unos pasos a seguir cuando conectamos con las personas sin ser sexual. Sí sensual, pero no sexual”, comenta Adriana.

La artista nos acerca a la comprensión de su obra partiendo desde la esquina superior izquierda, donde un personaje observa al otro, mientras va a su encuentro, y finalizando en el personaje que reposa en la cama.

“Primero es notar a esa persona que te llama la atención, que tiene ese rol que te gusta. Luego acercarte físicamente, pero tampoco tanto, como juntar tu barriga con el otro. De ahí, darse un abrazo, de alguna manera como canalizar un poco esas ganas y sentirse seguro para el siguiente paso, que es donde hay más movimiento e intimidad, pero no algo sexual, como meter la mano en la boca del otro, morder su lengua o chupar su rodilla. Y por último, la persona queda agotada física pero no mentalmente, entonces si se despierta, podría volver a repetirlo”, comenta Tapia.

Adriana agrega que éstos personajes son ajenos al género, ropa o elementos que nos sean familiares, lo que los hace libres. “Yo veo el desnudo como comodidad y libertad, es su manera más real o fiel a sí mismos, y eso quiero hacer con mis personajes”, agrega la artista.

“Siempre me llama la atención mucho las miradas. Los ojos son muy importantes para eso que uno quiere comunicar de adentro”, señala Tapia respecto a los ojos sobresalientes de sus criaturas antropomorfas.

“Todo lo otro podría gustarme” (2025)

Situada en el interior de un transporte público, reconocemos con facilidad los asientos de bus y los pasamanos en la parte superior de la estructura. En esta obra de gran formato, producida en óleo y acrílico sobre lienzo, destaca la aglomeración de cinco personajes situados en el centro de la imagen, así como la combinación de tonalidades rojas, grises y amarillas. La confluencia de los seres antropomorfos, así como los trazos ondulados, nos transmiten cercanía y movimiento a la escena. A comparación de la pintura anterior, observamos la expresión facial perturbada e incómoda en los personajes, como si se rehusaran a este contacto físico generado por la proximidad de sus cuerpos.

Adriana comenta que, a diferencia de Me gusta el otro, ésta obra partió sin un boceto inicial. En esta ocasión, la artista, motivada por la misma mezcla de emociones con la que realizó el primer cuadro, optó por presentar a uno de los personajes tocando un boleto de bus. Con esta acción, ella busca que las sensaciones que antes surgían en los vínculos humanos, ahora también pueden ser evocadas por un objeto.

“En cada cuadro aprendo una cosa más y siempre estoy en esa búsqueda. Quiero saber qué es exactamente esa cosa que provoca ese sentimiento, que despierta algo en mí y empiezo a tener pasión por eso. Porque esas ganas que tengo, esas ganas que me dan cuando veo el dibujo en mi pared, es lo mismo que siento cuando me dan ganas de pintar, es una emoción muy grande. Y quiero saber exactamente qué es lo que se activa en mí, qué es lo que sucede, eso es lo próximo que quiero descubrir”, comenta Tapia.

Conoce más sobre el trabajo artístico de Adriana en Instagram (@raifaifai) así como de eventos próximos en la galería en @proyectoamil o en su sitio web https://proyectoamil.org

Puedes visitar la muestra hasta el 05 de abril en la galería Proyecto Amil, ubicada en Av. Pedro de Osma 409, distrito de Barranco. El ingreso es libre y puede visitarse de martes a sábado de 11:00 a.m. a 7:00 p.m.


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