La visión pictórica de Gonzáles Gamarra
Acerca de la exposición “El Perú y los peruanos” en la Galería Pancho Fierro.
“Han transcurrido 54 años desde la última exposición en vida de Francisco Gonzáles Gamarra, celebrada en la Galería Pancho Fierro, este regreso en el 2025 es una oportunidad para descubrir la magnitud de la obra un pintor que por su relevancia histórica se vuelve un baluarte del patrimonio nacional”.
Por: Carmen Zavaleta Laredo.
La Galería Municipal Pancho Fierro presenta la exposición El Perú y los peruanos: La visión de Francisco Gonzáles Gamarra, una muestra que reúne obra inédita en óleo, acuarela y grabado de uno de los artistas más singulares del Perú. A través de estas piezas, se revela la mirada profunda de Gonzáles Gamarra sobre la identidad nacional, abarcando distintos momentos de la historia del país: el Perú prehispánico, virreinal, republicano y contemporáneo.

foto Por: Carmen Zavaleta Laredo.
La exposición ofrece un recorrido por las múltiples facetas de su producción artística, desde su aguda labor como caricaturista en la revista Variedades, hasta su compromiso con la reinterpretación de las tradiciones culturales del Cusco, sin dejar de lado su faceta musical. Se incluyen obras fundamentales que dan cuenta de su interés pionero por los motivos estéticos del mundo precolombino, así como retratos, escenas históricas y composiciones que recogen las costumbres de su tiempo.
Nacido en Cusco en 1890, Francisco Gonzáles Gamarra creció rodeado del legado andino. Desde muy joven, recibió formación artística impulsada por su padre, y una educación musical gracias a su madre. A los 20 años se trasladó a Lima para asumir la dirección artística de la revista Variedades, donde desarrolló cerca de 600 caricaturas entre 1909 y 1915. Su estilo, elegante y crítico, marcó un hito en el arte gráfico peruano. Durante esta etapa, entabla contacto con el crítico Teófilo Castillo, quien será un importante mentor en sus primeros años de carrera.

foto Por: Carmen Zavaleta Laredo.
Paralelamente, cursó estudios universitarios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde se graduó con una tesis titulada De arte peruano, pionera en estudiar el arte de los “primeros peruanos”. El trabajo incluía más de 500 acuarelas, de las cuales apenas una docena se conservan y forman parte de la actual muestra. En ellas, Gonzáles Gamarra interpretó con rigor estético y académico las decoraciones textiles, esquemas cromáticos y cerámicas de las culturas incaicas y preincaicas, contribuyendo a cimentar una estética propia en el arte nacional. Entre ellas se exponen: Cuatro bandas decoradas, Escena de sacrificio moche, Diseño geográfico con forma andina, Diseño de vasija Nazca en franja, Diseño de vasija inca y Diseño de vasija Nazca.
Debido al estallido de la Primera Guerra Mundial, cambió sus planes de estudiar en Europa y viajó a Estados Unidos, donde inició su incursión en la pintura al óleo, dedicándose al retrato en Nueva York. Más adelante, se estableció en París, y en 1926 expuso en la Galería Trotti el primer conjunto de obras con temática peruana mostrado en Europa. Su participación en el Salón Nacional de París le valió una Medalla de Oro y la crítica lo celebró como un “artista completo por excelencia”.
En 1928 regresó al Perú con un éxito internacional a cuestas. Fue recibido con entusiasmo por la sociedad limeña y condecorado con la Orden El Sol. Sin embargo, durante los años treinta se instaló nuevamente en su Cusco natal, donde desarrolló una serie exquisita de acuarelas y óleos dedicados a los tipos populares, paisajes y festividades religiosas de la región. Esta etapa refleja su búsqueda constante de una identidad artística auténticamente peruana, lejos de las modas europeas y profundamente enraizada en su tierra.
A lo largo de su vida, Gonzáles Gamarra también desempeñó un papel clave en el desarrollo institucional del arte peruano. Fue fundador y presidente de la Sociedad de Bellas Artes del Perú (1935-1945) y director de la Escuela Nacional de Bellas Artes (1949-1950). En esta etapa limeña, consolidó su trayectoria como retratista e historiador visual, realizando encargos oficiales y privados.

foto Por: Carmen Zavaleta Laredo.
Entre sus obras más comentadas se encuentra Los liliputienses (1911), una sátira política en la que retrata a Augusto B. Leguía con una “compañía de enanos políticos”. Esta caricatura ilustra el espíritu crítico del artista, capaz de utilizar la imagen como herramienta de denuncia social sin sacrificar la elegancia formal. Su trabajo en Variedades —donde también ilustró rincones de Lima con finos dibujos a pluma— lo consolidó como un cronista visual de su época.
Además de pintor e ilustrador, Gonzáles Gamarra fue un destacado músico. Gracias a la formación recibida desde niño, llegó a ser considerado uno de los cuatro grandes de la música cusqueña. En 1950 obtuvo el Premio Nacional de Música Luis Dunker Lavalle. En la exposición se presentan también discos con portadas ilustradas por él, testimonio de su talento múltiple y sensibilidad transversal.
Francisco Gonzáles Gamarra falleció en Lima en 1972. Su legado ha sido muchas veces opacado por su distancia de las vanguardias, pero hoy se revaloriza como el último gran pintor romántico del Perú, profundamente comprometido con la historia, el retrato y la construcción de una identidad visual mestiza y nacional. Fue, también, el primer artista en redescubrir el valor estético de los diseños precolombinos, abriendo el camino a una relectura moderna de lo autóctono.

foto Por: Carmen Zavaleta Laredo.
Cabe señalar que la exposición El Perú y los peruanos: la visión de Francisco Gonzáles Gamarra estará abierta al público hasta el 29 de junio, de 10:00 a.m. a 7:00 p.m., en la Galería Municipal Pancho Fierro (Pasaje Santa Rosa 114, Centro Histórico de Lima). El ingreso es libre.