Un sueño sin noche. Una piojosa muestra en Crisis Galería
Naomi Gamarra nos presenta al piojo como parte de su historia de vida a través de un diálogo visual
Un sueño sin noche de Naomi Gamarra (Ginebra, 1999) parte de una arqueología especulativa y afectiva para explorar vínculos entre lo íntimo, lo histórico y lo colectivo. En esta exposición, el hilo conductor es el pelo y el piojo, elementos simbólicos que recorren geografías, temporalidades y memorias personales. A partir de ellos, Gamarra crea una comunidad piojosa: seres híbridos que se despiojan, cuidan, intercambian y reescriben sus vínculos desde lo marginal.
El gesto del despiojamiento —frecuente en su infancia, en espacios compartidos con su madre y comadres migrantes— es resignificado como un acto ritual de cuidado, transmisión afectiva y poder femenino. Las trenzas, los piojos y el cabello se convierten en huellas de
una comunidad íntima y resistente. La artista propone repensar al piojo no solo como parásito, sino como portador de memoria y conocimiento, evocando estudios acarológicos en momias andinas que revelan datos sobre movilidad, alimentación y formas de vida.

Foto por: Juan Pablo Murrugarra
Inspirada por la iconografía Mochica y los tocados de la Dama de Cao, Gamarra reinterpreta cerámicas precolombinas con una mirada contemporánea, situada y encarnada. Estas formas ancestrales se fusionan con su experiencia migrante y femenina para crear un imaginario alternativo donde lo doméstico se vuelve sagrado, y lo “bajo” adquiere potencia simbólica.
La figura de Mollep, el brujo piojoso andino, refuerza esta inversión de valores: el piojo como símbolo de fertilidad, abundancia y pertenencia. Para Gamarra, ser “piojosa” fue una forma de estar acompañada, de narrarse a través del cuerpo y de resistir desde lo aparentemente insignificante.

Foto por: Juan Pablo Murrugarra
La exposición articula cerámicas, cabellos trenzados y piojos imaginarios como dispositivos de memoria, archivo y afecto. La presencia del cabello en la sala —como rastro de otras mujeres— evoca la transmisión intergeneracional y colectiva. Desde esta estética de lo mínimo, Naomi Gamarra construye un universo donde el arte se ofrece como espacio de cuidado, escucha y reescritura identitaria. Así, propone una comunidad simbólicamente piojosa, que subvierte jerarquías y crea otras formas de poder desde lo sensible y lo compartido.
Cabe mencionar que puede visitar la muestra en Jr. Alfonso Ugarte 260, Barranco del 11 de junio al 9 de agosto. El ingreso es libre.