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Ekumen: “Queremos que el mundo del arte contemporáneo sea accesible, amable y hospitalario”

Josefina Leon Ausejo nos cuenta sobre Ekumen un espacio para el arte contemporáneo

Publicado: 2025-07-06

Por: Nicole Ponce Lupu

Ekumen es un espacio de arte contemporáneo independiente y autogestionado, ubicado en el distrito de Barranco. En sus instalaciones se desarrollan diversas actividades como talleres, oficinas creativas, exposiciones artísticas, presentaciones de portafolios, conversatorios y eventos vinculados a la cocina y la comida.

A pesar del poco tiempo transcurrido desde su apertura, Ekumen ya cuenta con una destacada trayectoria y se perfila como uno de los espacios culturales más prometedores de la escena local. En esta ocasión, conversamos con Josefina Leon Ausejo, artista visual, gestora cultural, fundadora y actual integrante del equipo directivo del espacio.


¿Cuándo surge Ekumen? ¿Cuál fue el motor que impulsó el proyecto?

El proyecto de la casa empieza en la quincena de diciembre del 2023. Inició cuando me mudé de regreso a Lima en marzo de ese mismo año. En un inicio me impulsó la necesidad de espacio, ya que no tenía taller y no conocía a mucha gente del medio y quería empezar a producir. Encontrar un taller donde trabajar fue súper difícil, eran caros y no muy grandes. Fue todo un tema. Para mí también era importante no trabajar aislada, sola, sino más bien en un espacio colectivo. La idea era poder compartir una cotidianidad, darnos una mano cuando fuera necesario y estar intercambiando ideas y procesos constantemente.

Pero bueno, Ekumen no siempre ha tenido esta misma forma, evolucionó con el tiempo. Esto nunca lo he dicho, pero lo que quería en un inicio era una escuela. Luego el tiempo pasó y mis necesidades cambiaron.

¿Cómo llegaste a esta casa?

Es muy chistoso, la encontré en Marketplace de Facebook. Siempre he tenido esta afición por ver páginas inmobiliarias, casas y espacios. Creo que era porque me estaba proyectando inconscientemente a tener un espacio físico propio.

Bueno, busqué en la web, antes vi algunas opciones hasta que encontré esta casa y dije, “es perfecta”. Pensé, tiene un primer piso amplio, un jardín que podríamos usar para actividades, un segundo piso que podría funcionar como el espacio de trabajo que necesitaba. Y la azotea, por supuesto, que también sirve para trabajar con materiales más sucios y tóxicos.

La casa era barata para la cantidad de espacio que tenía pero estaba en muy malas condiciones. Poco a poco, con la gente que se va uniendo al proyecto, hemos podido ir dándole amor y mejorando muchas cosas.

Foto: cortesía Josefina Leon Ausejo

Mencionaste a otras personas que se involucraron en la creación de Ekumen ¿Podrías comentarnos al respecto?

En un inicio estaba sola con mi idea y con la casa ahí esperando a ser alquilada. Me puse a preguntarle a todo el mundo si alguien necesitaba un taller o un espacio para trabajar. Muchos artistas no alquilan por períodos de tiempo largos, vienen a trabajar cuando tienen una exposición puntual, por lo que no siempre tienen un ingreso constante. Pero me encontré con Daniel Tremolada y Jimena Mía que me dijeron que sí. Junto con ellos dos y una chica más decidí abrir ya Ekumen como estudio. Al poco tiempo entró Romanet Silva quien empezaría a encargarse de toda la gráfica -tiene un estudio de diseño: Conjunto Studio y un proyecto de comida que se llama Fat Baby, junto con Sebastián Gómez, quien también tiene un taller de carpintería en Ekumen llamado Xylos-. Con ella el proyecto comienza a tener más forma. Desde el principio sabía que necesitaría más manos y apoyo.

Pasados seis meses, conversé con Marisabel Arias. Decidimos hacer un programa de exposiciones, nos volvimos locxs, decidimos hacer una exposición por mes. Esto fue en el 2024, planeamos más de 6 exposiciones de julio a diciembre, al final hubo un par más que aparecieron en el camino. En ese momento, Jose Salazar, abría el programa con su primera exposición individual. Al terminar la muestra se quedaría de asistente de curadorx junto con Marisabel.

En los primeros seis meses recién nos estábamos asentando, tuvimos una exposición, la individual de Andrea Sifuentes curada por Marisabel, pero aún no teníamos una estructura de trabajo. A mitad de año, el equipo se consolidó y con Marisabel, Jose y Roma creamos en conjunto lo que es el proyecto ahora.

¿El nombre que escogieron de Ekumen guarda algún significado? ¿Por qué se terminó escogiendo este nombre?

Ekumen significa “mundo habitado” en latín. Pero el concepto lo saqué de los libros de Úrsula Le Guin, que fue una escritora de ciencia ficción muy importante y a la que he leído mucho. Para ella “Ekumen” significa un “universo que se crea”, todos los planetas que imagina tienen distintos tipos de sistemas, de organización política y social.

Me pareció divertido prestarme su universo para proponer uno nuevo acá. Porque también lo que yo buscaba con el espacio era proponer nuevas formas de relacionarnos entre nosotrxs y el arte. Quería dar lugar, por ejemplo, a artistas emergentes, a artistas jóvenes que no necesariamente tienen mucho espacio, dar visibilidad a aquellos que no han sido vistos. Es un poco lo que va con la línea también del lugar.

¿Cómo planifican su agenda cultural? ¿Tienen actividades que planifiquen con mucha antelación? ¿O que hayan pensado realizar anualmente?

El año pasado, a partir de la segunda mitad del año, ya teníamos decididas la mayoría de actividades que habrían hasta fin de año. En el verano planificamos el programa para el 2025. Sin embargo, hay cosas que van saliendo de manera espontánea y que se añaden al programa, digamos. Generalmente tomamos estas decisiones en grupo, qué va y qué no.

Sobre nuestras actividades, se ha hecho mucho Fat Baby, que es un restaurante itinerante de comida arequipeña. Hemos hecho Feria Tejadita en diciembre, que es una feria artística. De ahí hemos tenido la subasta de Hierba Mala, que fue una propuesta externa y que nosotros decidimos hostear como espacio. Después La Bienal del Meme también fue una propuesta para articular los distintos proyectos independientes. Hubo tres pabellones, uno fue curaduría de Ekumen, uno fue curaduría de Reckless y uno fue curaduría de Hierba Mala. Fue de convocatoria abierta. Hace poco hicimos una fiesta pro fondos, el Sunset Party, junto con Polvo (proyecto de mi amigx y colega Aster) para recaudar dinero para lo que iba a venir en el año.

Hemos tenido una residencia también, hubo una artista, Camila Cáceres, que vino y se quedó un mes trabajando acá, produciendo las piezas y al final del tiempo tuvo su solo show. Las residencias son una figura que nos gustaría repetir y estamos en ello.

El primer Aeropuerto Art Fair fue una exposición colectiva durante la semana del arte. Digamos que es una feria alternativa en la que participamos varios jóvenes en conjunto con artistas de más trayectoria. Este año estamos haciendo la segunda edición, esta vez hemos hecho una convocatoria abierta y el jurado estuvo conformado por Andres Argüelles, Tarissa Revilla y Jose Salazar.

Foto;:cortesía Josefina Leon Ausejo

¿Cómo se realiza la convocatoria para las exposiciones y para sus otros proyectos?

Simplemente creamos un formulario online, planteamos unas pautas y lo lanzamos, no nos complicamos demasiado. Estamos trabajando, como te digo, con Tarissa, con Jose y con Andrés para que ellxs hagan la selección y así. Pronto se viene otra convocatoria abierta, esta vez para un solo show, aún no compartimos quiénes serán parte del jurado.

También desde Ekumen, hemos propuesto artistas entre Marisabel, Jose y yo. En un inicio buscamos artistas emergentes en las universidades, yendo a las exposiciones jóvenes, donde íbamos encontrando esta escena que no tenía todavía mucho lugar. Recién ahora, ya como la cosa está un poco más sólida y tenemos más seguidores, hemos decidido lanzar algo abierto para que cualquiera pueda aplicar. La recepción ha sido buena para Aeropuerto Art Fair II, recibimos alrededor de 80 portafolios.

¿Tiene una línea curatorial definida o se mantiene un enfoque abierto en lo que venga de los jóvenes?
En realidad la línea se ha ido formando con el tiempo. Cuando empecé la casa no lo tenía muy claro, pero sí sabía que quería que fuera un espacio de arte contemporáneo. Con el tiempo nos hemos planteado hacer un espacio para artistas emergentes y no tan emergentes que no han tenido la posibilidad de exponer o no han tenido la suficiente visibilidad que nosotros consideramos que merecen. Entonces intentamos ofrecer recursos dentro de nuestras posibilidades porque es un proyecto completamente autogestionado e independiente.
¿Cómo es el acuerdo pactado con los artistas para una exposición?

Tenemos un contrato que firmamos con los distintos artistas que participan, en el que se puede ver todo lo que nosotros brindamos como espacio: el diseño del flyer, la hoja de sala, el catálogo, la difusión, las fotos, el montaje, algunas herramientas, la limpieza, una inauguración con cervezas a la venta, y algunas cosas más. Las ventas funcionan como fondos para cubrir los gastos de la exposición la cual debemos financiar de alguna manera u otra.

En las últimas exposiciones hemos comenzado a vender obras de arte, eso también nos permite costear algunos requerimientos de las exposiciones. Entonces, lo que estamos tratando de hacer es, con ese porcentaje -que es bajo comparado a lo que cobra una galería tradicional- una caja chica para esas exposiciones en las que no necesariamente se vende

¿Cuáles han sido los mayores retos de mantener un espacio autogestionado?

La economía, definitivamente. He aprendido mucho en la marcha sobre gestión y administración. Ha sido un reto, pero que los números salgan positivos siempre es lo más difícil. Tenemos que pagar alquiler, luz, agua, limpieza, hasta jardinero, para mantener bien las áreas de la casa. Entonces, son gastos que al principio ni siquiera los tenía contemplados y que tenía que cubrir de mi bolsillo. Obviamente al principio no ves todo, ¿no? Entonces fui parchando y aprendiendo en el camino.

Algo que quisiera mencionar es que Ekumen es un proyecto colaborativo. Si bien yo lo fundé, con el tiempo se ha tornado en un colectivo y trabajamos en equipo con Marisabel Arias, Jose Salazar y Romanet Silva. También considero parte del proyecto al resto de colegxs y amigxs que alquilan espacios de trabajo en la casa (Augusto Zegarra, Jimena Ledgard, y lxs antes mencionadxs como Sebastian y Aster). Entonces tengo mucho apoyo, tengo mucha ayuda y trabajamos muy fuerte y mucho para esto. Tenemos una metodología de trabajo que, de alguna manera, ya sistematizamos y que permite que el trabajo sea más llevadero.

Foto;:cortesía Josefina Leon Ausejo

¿Sienten que el espacio ha impactado de alguna manera a la escena artística local?

Bueno... Es un poco difícil para mí decir eso, porque como te dije, yo viví fuera varios años. Entonces estaba muy despegada de la escena local, no tenía muy claro cómo andaba la situación. Yo sé que ha habido muchos proyectos independientes, colectivos y todo. Pero quiero creer que sí.

Como te comenté, no se gana mucho en esto. Pero quiero pensar que algo se está cocinando y algo se está haciendo en este espacio. Le estamos dando lugar a muchos artistas jóvenes que necesitan lugar para desarrollarse. Y al mismo tiempo, viene mucha gente a nuestras inauguraciones. Gente de arte, curadores, coleccionistas, etc, pero también de distintas disciplinas, de distintos lugares. Un público que no necesariamente está familiarizado con el arte contemporáneo.

Eso es importante para nosotrxs, que no haya una brecha entre las personas y el mundo del arte. Porque a veces los espacios artísticos pueden ser un poco hostiles y queremos que sean más accesibles, de alguna manera. Aunque suene naif y cursi, jaja, queremos que el mundo del arte contemporáneo sea accesible, amable y hospitalario.

Buscamos también, cambiar el trato con los artistas: los curadores acompañan todo el proceso de producción y, bueno, tratamos de dar el trato que a nosotros nos hubiera gustado recibir. Pero también tratamos de conversar con los artistas sobre cómo funciona la realidad para que de ahí no tengan tantas expectativas, jaja.

¿Qué actividades tienen planificadas para este año? ¿Y si tienen algunos proyectos que estén pensados en plan para 2025?
Tendremos muestras individuales, que todavía no quiero revelar. Tendremos una convocatoria pronto en la que nos encantaría recibir muchas propuestas . De todas formas no pienso este proyecto como algo estático y cerrado, creo que puede ir cambiando con el tiempo. Transformándose según las necesidades y los contextos que vamos viviendo.

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